Del corral de cabras de la Patagonia a las pasarelas de Japón y París
La diseñadora argentina María Zolezzi visitó Neuquén. Hace años confecciona prendas con mohair, es referente en diseño sustentable a nivel internacional y exporta diseño argentino a Japón, Corea del Sur y otros lugares del mundo.
En la planta de fibras de la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores en Zapala. Foto: Gentileza
Era la primera vez que María Abdala Zolezzi, conocida en el mundo de la moda como Maydi, se encontraba rodeada de cabras de angora. Las acarició y sintió la suavidad de sus fibras. Tocó esos animales en medio del paisaje patagónico, mientras conversaba con mujeres de campo. “Fue un viaje mágico para mí”, confiesa con la emoción aún en la voz. “La próxima colección de otoño-invierno se la dedicaré a la provincia de Neuquén, a este viaje que fue movilizador en muchos sentidos, desde la charla en la escuela, hasta el encuentro con los productores”.
Hace un mes, Maydi llegó al sur invitada por WCS Argentina, para compartir sus conocimientos con la comunidad educativa de la Escuela Taller Laura Vicuña y con los productores locales. Vivieron días llenos de intercambios y aprendizajes, donde el valor de lo natural y la conciencia ambiental tejieron una experiencia inolvidable.
Desde Buenos Aires, Maydi atiende el teléfono a solo horas de embarcarse rumbo a París para presentar su colección primavera-verano. “Es la semana de la moda masculina: se presentan las pre-colecciones y la alta costura. Para poder acceder al mercado japonés, presento mis diseños desde París, la ciudad donde me formé profesionalmente”, comenta, mientras sus recuerdos vuelven al sur y al origen de sus prendas.
A los 18 años, Maydi dejó su pueblo natal de Goya, en Corrientes, para estudiar publicidad en Buenos Aires. En 2001, justo antes de la crisis económica, se mudó a París. Allí, a los 23 años, comenzó a trabajar en el área comercial de importantes showrooms y marcas. Estuvo cerca de exitosos diseñadores, hasta que uno de ellos le sugirió que regresara a Argentina para crear algo propio.
“En París tuve la suerte de trabajar con personas muy importantes en el mundo de la moda. Gracias a esas experiencias, cuando volví, pude crear una marca. No se trata solo de creatividad, también de tejer contactos y oportunidades”, destaca.
El valor de lo artesanal
El movimiento de los dedos sobre las agujas, la fibra natural que se enreda y se transforma en prendas que dan abrigo y elegancia, en un acto de tradición, de ancestralidad. Así es como se hilvana la esencia de la marca Maydi, un testimonio de calidad y diseño, que refleja un proceso artesanal que respeta la ética y el compromiso con el ambiente.
El desembarco de Maydi a Neuquén se generó gracias a Andrés Novaro, director de WCS Argentina, quien le presentó a los integrantes de la Cooperativa Agropecuaria de Comercialización de Pequeños Productores de Zapala. “Conocí a Andrés en Junín de los Andes y gracias a él recibí una muestra de mohair. Me puso en contacto con la cooperativa y, a partir de ese momento, desarrollé una colección a finales de 2018 que denominé ‘Vida’. También era la primera vez que utilizaba fibra de guanaco”, comenta Maydi.
En medio de una gran nevada en Junín de los Andes, Ezequiel Infantino, coordinador de Certificación y Cadenas de Valor de WCS Argentina, detalla la misión de esta ONG global, con un programa en Argentina que ya cuenta con 60 años de historia.
“Patagonia es el eje de nuestro trabajo, aunque nos estamos expandiendo a otras regiones. La coexistencia de la fauna silvestre y la producción ganadera es uno de nuestros programas más antiguos. Trabajamos con productores de fibra mohair y merino, obtenidas de la cabra de angora y la oveja merino, respectivamente”, explica Infantino.
La importancia de la educación en proyectos de conservación es incuestionable, y la Escuela Taller Laura Vicuña juega un rol crucial en este encuentro. “Tiene mucha historia y es una técnica textil. Muchos de los alumnos son hijos de productores que crían estos animales y enfrentan problemas con la fauna silvestre”, resalta Infantino.
En Laguna Blanca, Maydi visitó a dos productoras certificadas. Allí, observó el manejo de los rebaños, el trato hacia los animales y el arreo con perros para protegerlos del puma y el zorro, dos de las principales amenazas en la región. “Unir los dos extremos de la cadena de valor de la fibra natural era un momento esperado. María fue al campo de Isabel Quilaqueo y Cristina García, productoras de mohair y merino de excelente calidad que ella misma usa y exporta”, relata Infantino.
También visitaron la cooperativa para conocer el lugar donde se procesan las fibras. Allí se encontraron con que la planta de hilado está parada debido a la situación económica, lo que es un gran contratiempo ya que enfrentan pedidos retrasados. “A veces, desde lejos, es difícil entender, pero ella pudo comprometerse con esa realidad”, añade Infantino.
Suave Seducción
El mohair, desde las cabras de angora neuquinas hasta las manos de los artesanos de Maydi, viaja como prenda de lujo a Japón, Estados Unidos y Corea del Sur. “Es una de las fibras que más atrae a mis consumidores. Ellos tienen una especie de fantasía cuando muestro imágenes de los paisajes y los animales. Uno de los mercados principales con los que trabajo es Japón. Son muy conocedores, muy sensibles al tacto y a todas las cualidades que posee esta fibra. Eso hace que mi producto tenga una aceptación desde la materia prima, pero también desde el diseño”, destaca Maydi.
En reconocimiento a los esfuerzos de los productores neuquinos, WCS Argentina avala la certificación Wildlife Friendly (Amigable con la Vida Silvestre) de las fibras producidas, una iniciativa declarada de Interés Provincial por la Cámara Legislativa de Neuquén en 2021.
Esta certificación es importante para colocar los productos en el mercado internacional y garantiza que el desarrollo del producto no impacta negativamente en la fauna silvestre. De hecho, la favorece. “Hace 30 años trabajamos para ver a la producción como un amigo del ambiente, para que las personas puedan producir y vivir en armonía con el ambiente y la fauna”, explica Infantino.
Maydi regresó de la Patagonia con el corazón y la mente llenos de inspiración. “Volví con muchas ganas de hacer tantas cosas, de seguir utilizando estas fibras. Quiero dar a conocer la belleza y la sostenibilidad de las fibras naturales en la moda global. Mi rol como embajadora es mostrar, a través de esta fibra, la belleza y riqueza de nuestro patrimonio natural”, relata.
Así, desde los corrales de cabras en la Patagonia hasta las pasarelas de París, un grupo de personas tejen una historia de tradición, innovación y compromiso con la naturaleza, que invita a valorar lo artesanal y a soñar con un futuro en el que la producción, las industrias, el turismo vayan de la mano del ambiente.
Una escuela con futuro en el mundo de la moda sustentable
El encuentro que realizaron en marzo fue en la Escuela Taller Laura Vicuña, una institución pública de gestión privada de Junín de los Andes orientada a la confección de indumentaria, tejido, cerámica y carpintería. Actualmente asisten más de 200 estudiantes que egresan con el título de “Técnico en indumentaria y productos de confección textil”. Además, cuenta con un hogar que aloja a estudiantes provenientes del campo o de pequeños parajes de la provincia para que desarrollen allí sus estudios secundarios.
“Para nosotros como escuela es fundamental poder transmitirles a nuestros estudiantes cómo realizar una producción textil teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente. Este tipo de actividades nos invita a pensar nuevos proyectos en este sentido”, destacó Jorgelina Marco, directora de la escuela.
Ezequiel Infantino de WSC sumó: “Muchas veces en la situación que está el mundo, los estudiantes tienen esa sensación que el futuro no es lo más lindo, y fue mostrarle que si se puede, que lo que producen sus padres y abuelos en los campos vale. Y mucho. Mirábamos con los ojos abiertos, como María, con unas prendas en una valija, contando la historia de su vida los mantenía así, entusiasmados. Fue una grata sorpresa”.
María Abdala Zolezzi antes de partir les ofreció practicas profesionalizantes para que los alumnos de sexto puedan trabajar con ella en su estudio de Buenos Aires.
«Funciona y es un ejemplo a seguir»
El mohair neuquino es una fibra de alta calidad. Argentina es el tercer productor mundial, solo detrás de países de Sudáfrica, y en esto ayudó un mejoramiento genético significativo impulsado por la Subsecretaría de Producción de Neuquén.
Ahora, la Planta de Procesamiento de Fibras Naturales de Zapala lleva más de un mes detenida, una realidad que es como cuando en un tejido, se pierde un punto y queda un agujero. Infantino no quiere, o no puede hablar de responsabilidades, pero queda claro que las máquinas que están ahí, que las manos de los que trabajan, constituyen una mina de oro que agrega valor a las fibras.
El margen de ganancia extra que genera el hilo va a los productores, genera trabajo y debería volver a funcionar. “Siempre se sobre vende, porque hay mercado para este hilo. El año pasado la fibra cruda se vendió con un margen de ganancia importante”, admite el coordinador.
“El mohair es la fibra estrella en Argentina. En el momento que transitamos, es una muestra de que el cooperativismo, junto con el Estado, a través de una subsecretaría de producción comprometida, el trabajo de los productores, el INTA y una ONG, trabajando en conjunto de manera interdisciplinaria funciona y es un ejemplo a seguir”, concluye Infantino.
Comentarios