Dejó Neuquén para viajar por el mundo y hoy es azafata de la aerolínea más importante de Medio Oriente

Julieta tiene 28 años, vive en Dubai y cientos de aventuras que nunca imaginó.

Julieta Sanchez tiene 28 años y viaja por el mundo. Foto: Gentileza.

“Siempre muestro lo que compro fuera del país, pero este es un video de cosas que compre en Argentina para llevarme a Dubai: galletitas, chocolates, medialunas…” cuenta la neuquina Julieta en un story de Instagram para sus seguidores. Un hábito que adoptó desde que decidió dejar su vida en la Patagonia para conocer el mundo como azafata de la aerolínea más importante de Medio Oriente y mostrarlo en sus redes sociales.

Julieta tiene 28 años, nació en Neuquén y estudió Letras en la Universidad Nacional del Comahue. Sin embargo, su vida dio un giro cuando decidió dejarlo todo para perseguir su sueño.

Siempre fue una persona curiosa, pero no imaginaba que su vida cambiaría de rumbo tan drásticamente hasta que la intriga la llevó a preguntarle a un conocido “¿Cómo haces para viajar por el mundo?”. “Ahí me contó de la empresa y pensé que era lo que quería para mi vida”, contó.

Así comenzó su aventura, que la llevaría de Neuquén a convertirse en azafata de una de las aerolíneas más prestigiosas de Medio Oriente.

Aunque muchos ven este trabajo como un sueño desde la infancia, para Julieta fue algo que surgió de repente. “No fue algo que soñé desde chica. Solo sentí que este trabajo era para mí, que era perfecta”.

Julieta Sanchez es de Neuquén y conoció 30 países siendo azafata. Foto: Gentileza.

La joven neuquina comenzó a prepararse para las entrevistas, pero sin ilusiones de quedar seleccionada. “Me puse a practicar con entrevistas de YouTube, me miraba en el espejo para perfeccionar los gestos, el maquillaje, el peinado… todo”, relató. Finalmente, el encuentro que determinaría su selección llegó: “Dije, si me eligen, genial, y si no, sigo con mi vida”, expresó en ese momento. “Pensé que no me iban a llamar… y me llamaron”, contó orgullosa.

En 2023 fue seleccionada y desde entonces vive una vida llena de aventuras. “Ser azafata es como vivir diez años en uno. Viajás todo el tiempo, sin darte cuenta en qué mes estás”.


Ser azafata de la aerolínea más importante de Medio Oriente


Su vida transcurre entre los vuelos y su nuevo hogar: Dubai, donde la aerolínea tiene su base de operaciones. Aunque no hay un día típico para una azafata, hay una estructura general: “Tengo mi calendario de vuelos, sé a qué destino voy y cuántas horas tengo de ‘layover’, que es el tiempo que pasás en cada país. Aunque los destinos cambian cada mes”, explicó.

En los vuelos más cortos duran unas 16 horas, mientras que en otros destinos, como Estados Unidos, son de dos días o más. “En Estados Unidos, por ley, tenés que quedarte al menos 48 horas”, contó.

Desde que comenzó su carrera, la neuquina visitó más de 30 países y a pesar de que su objetivo siempre fue conocer el mundo, la tarea como azafata es muy demandante y el cansancio suele ganar la pulseada.

“A veces tengo ganas de salir a conocer, pero llego muy cansada. Ahí trato de escuchar a mi cuerpo y si necesito descansar, descanso. Es importante no sobre exigirse porque después te podés enfermar y es peor”, expuso.

«De safari en Kenia buscando leones». Foto: Gentileza.

Sin embargo, cuando puede, aprovecha al máximo sus días libres. “A mí me encanta conocer los países. Trato de acumular días para venir a Argentina o dedicarme a proyectos personales”, comentó.

Aunque su trabajo está lleno de experiencias emocionantes, también hay desafíos inimaginables. “Nunca sabés con qué te vas a encontrar”, aseguró.

La joven contó que en uno de sus primeros vuelos una mujer se desmayó frente a ella. “A veces tenés que darle oxígeno a los pasajeros o atender emergencias médicas. Somos como médicos, bomberos, psicólogos y hasta fotógrafos, porque a veces sacamos fotos a los pasajeros. Somos multifunción”, bromeó.

Otro de los grandes desafíos para la azafata es el jet lag. “Sigue siendo uno de los mayores de toda la tripulación”, aseguró. Aunque reconoció que aprendió a manejarlo. “Trato de regular mis horas de sueño y exponerme al sol para ajustarme mejor a los horarios. A veces llegás por la mañana y tenés que dormir un poco, pero no tanto, porque si no, después no podés dormir por la noche”, expuso.

Julieta admitió que, antes de ser azafata, no tenía idea de lo exigente que sería el trabajo. “Levantar maletas, lidiar con el cansancio, las horas de pie, el cambio de horario… Es un desgaste físico y mental”, aseguró. A pesar de esto, asegura que “es muy gratificante”. “Yo lo sigo eligiendo, supercontenta”.


Conocer más de 30 países siendo azafata


“Mi papá me preguntó hace unos días cuántos países había conocido y tuve que hacer una lista: son 30”, dijo Julieta. Viajando como azafata conoció tres decenas de países, la mayoría publicados en sus redes sociales con una breve reseña. Sin embargo, ella cuenta con cientos de aventuras en cada uno, y algunos tienen un lugar especial en su corazón.

“Un país que me gustó mucho fue Singapur”, mencionó la neuquina. Explicó que “tiene mucha tecnología integrada con la naturaleza” y que eso fue lo que más llamó su atención.

Singapur. Foto: Gentileza

A la lista agregó a Filipinas, donde hizo turismo de aventura. “Mis colegas me hicieron tirarme de un acantilado con agua. Yo pensé que íbamos de paseo y cuando me quise dar cuenta me pusieron un chaleco para tirarme”, relató. “Lo pasé muy bien, tengo muy buenos recuerdos ahí”, expresó.

En otro continente, la forma de vida en Marruecos conquistó a Julieta. “Ahí se manejan con el sistema de bazar y tenés que aprender a regatear, es muy divertido”, manifestó.

Por último, contó de Mauritius, un país africano. “Son unas islas perdidas en la mitad del mar. Es un lugar muy tropical y un paraíso”, contó.

Mauritus. Foto: Gentileza.

Mostrar los viajes a través de redes sociales


Uno de los objetivos de Julieta es explotar sus redes sociales creando contenido sobre sus viajes, sin embargo, admite que demanda mucho tiempo y no sería tan compatible con su trabajo de azafata. “La gente no sabe lo fatigoso que es trabajar en la tripulación y me doy cuenta de que es difícil hacerlo, disfrutar y encima, escribir para subir el contenido”, expresó.

La azafata hasta se compró una cámara para hacer blogs y filmar, “pero lleva mucho tiempo editar el material y además puede ser peligroso filmar en algunos países”, lamentó.

A pesar de esto, Julieta trata de postear todo lo que puede en Instagram. “A mí me gusta bastante la parte artística, como ir contando o crear como historias de cosas que van pasando en los viajes”, comentó.

«Navegando un río en Vietnam con el sombrero típico del país». Foto: Gentileza.

Para la licenciada en Letras “es una especie de viaje literario”. “Me gusta ir mostrando los altibajos y mostrarle a mi familia que está tan lejos todo lo que voy viviendo”.

Contó que además de sus conocidos, ha cosechado algunos seguidores por su contenido. “La gente me pregunta cosas a veces y trato de responder, de contar lo más que puedo”, expuso.


Entre Neuquén y Dubai: lo mejor de dos mundos


Actualmente, la joven neuquina vive en Dubai porque la base de la empresa está ubicada en Emiratos Árabes Unidos y aseguró que es una de las mejores experiencias. Aseguró: “hoy en día siento que Dubai también es mi casa”.

“A mí me encanta Dubai. Los días los paso ahí y trato de acumular días libres para después venir a la Argentina o dedicarme a proyectos personales que requieren más tiempo”, contó.

Julieta con el icónico Burj Kjalifa. Foto: Gentileza.

Garantizó que “es como un tire y afloje”. Es que cuando está en Argentina extraña Dubai y viceversa. Gran parte de ese sentimiento se debe a su familia. A pesar de esto, agradece que existan las videollamadas, para estar en contacto. “Se pasa muchísimo mejor, así que no extraño tanto”, señaló.

Acerca de Dubai, dijo que le gusta por lo que genera en ella. “Me encanta por cómo me hace sentir, esa sensación de estar en constante crecimiento, donde todo se puede lograr”, expresó.

Explicó que en la metrópolis confluyen muchísimas culturas de todas partes del mundo. “Uno piensa que en Dubai estás solo con árabes, pero no es así. Yo tengo amigas de todas partes del mundo: Italia, México, Paraguay, República Dominicana, Brasil, Líbano y más”, detalló.

Julieta se fue a Dubai pensando que sería solo una experiencia, sin embargo, la realidad le dio una sorpresa. “Me encontré con un mundo totalmente diferente y me di cuenta de que esto es lo que quiero para mi vida, hoy y muchos años más”, afirmó.

“Soy bastante ambiciosa, así que siempre estoy como buscando qué más hacer, así que esa es la idea. Ser azafata en Dubai e ir mezclando proyectos personales”, finalizó.


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