Defendiendo la tierra nacen los pueblos en Neuquén
En los 70 un meridiano estuvo a punto de poner en litigio a Neuquén y Río Negro, por la propiedad del poblado de San Patricio del Chañar. La rápida intervención de un gobernador lo impidió.
No es ajeno a nadie que una de las mejores maneras de defender el territorio es dándole un sentido y un destino. Aunque también es cierto que en algunas ocasiones, los intereses económicos de los visionarios del poder pudieron mucho que ver en la fundación de los pueblos de Neuquén.
En esta ocasión nos vamos a detener en San Patricio del Chañar e iremos atrás en el tiempo cuando esa ciudad era solo varias hectáreas de tierra fértil.
Para llegar a lo que es hoy, el primer poblado tuvo que enfrentar una amenaza y conflicto de límites que podría haber surgido entre dos provincias.
La historia arranca con un nombre propio: Roberto Gasparri. En 19 968, el ingeniero compró 20 mil hectáreas al norte del río Neuquén, en el punto del meridiano 10, límite entre las provincias de Neuquén y Río Negro. Tres años después, demostró con un sistema de regadío que eran aptas para el cultivo y fue allí donde todas las miradas se posaron sobre estas tierras fértiles.
Y en ese entonces comenzó a palpitarse el inicio de un conflicto. Diputados y senadores de Río Negro había solicitado el corrimiento del meridiano hacia el oeste. Y mientras esto se debatía en el ámbito legislativo, el entonces gobernador de Neuquén Pedro Salvatori, resolvió rápidamente fundar un pueblo, el 21 de mayo de 1973. Creó la municipalidad, un hospital, una escuela, un registro civil y una sucursal del Banco de la Provincia de Neuquén. Así instaurado como pueblo urbanizado, los límites quedaron inamovibles y ya no había más nada que hacer. El Chañar era de Neuquén.
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