Cuatro mitos y verdades sobre la copa menstrual (más recomendaciones)
Su uso puede traer increíbles beneficios en términos de comodidad y economía. Además, al ser reutilizable, llega a durar hasta 10 años si se conserva e higieniza correctamente. Sin embargo, aún existen algunos mitos alrededor de este producto.
Primero conozcamos de qué se trata
La copa menstrual es un recipiente de distintos tamaños fabricado con silicona hipoalergénica para que sea un material flexible. Se coloca en el interior de la vagina y acumula el flujo menstrual por un período de hasta 12 horas, aunque se recomienda vaciarla cada cuatro a ocho horas.
Mito 1: hay que cambiar la copa menstrual una vez por año
Falso. Las copas menstruales son reutilizables, es decir, con una higiene correcta puede utilizarse por la misma persona durante 10 años. Por eso es un producto económico y bueno para el ambiente, ya que no utiliza algodones y material descartable que contaminan el suelo como las toallitas y los tampones.
Mito 2: el tamaño de la copa depende del flujo menstrual
Según la marca productora de copas menstruales Mooncup, esto no necesariamente es así. El tamaño depende de la edad de la persona y el historial de partos, ya que ambos factores afectan al tono muscular del suelo pélvico.
Asimismo, es importante entender que no es como las tallas de los tampones en los que a mayor flujo, mayor tamaño deben tener. Para no producir incomodidades o lastimaduras, es necesario utilizar el talle de la copa menstrual que se adapte al suelo pélvico de la persona y, en caso de tener un abundante flujo, solo hay que higienizar con mayor frecuencia durante el día.
Según recomienda la marca Evacopa en Argentina, esta es la distribución de talles:
– Menos de 20 años sin hijos: talle 1.
– Menos de 20 años con cesárea: talles 1 o 2.
– Menos de 20 años con parto vaginal: talles 2 o 3.
– De 20 a 35 años sin hijos: talles 1 o 2.
– De 20 a 35 años con cesárea: talle 2.
– De 20 a 35 años con parto vaginal: talles 2 o 3.
– Más de 35 años sin hijos: talles 2 o 3.
– Más de 35 años con cesárea: talles 2 o 3.
– Más de 35 años con parto vaginal: talle 3.
– Mito 3: no se puede usar para dormir
Si bien el riesgo existe, no tiene nada que ver la retención del flujo menstrual con la posición de la persona, ya que la copita menstrual tiene una composición flexible y al vacío permite que no se generen filtraciones en ningún momento.
Sin embargo, como el período de sueño es de alrededor de ocho horas, los especialistas recomiendan colocar la copa menstrual justo antes de acostarse a dormir y vaciarla inmediatamente al despertar.
Mito 4: la copa menstrual puede lastimar las paredes vaginales al introducirla o extraerla
Cada cuerpo es diferente. Por eso, contar con una talla a la medida de cada persona es el primer paso para no lastimarse.
Por otro lado, el material de silicona flexible y sin bordes evita que se generen incomodidades o heridas al introducir o extraer la copita.
El mayor inconveniente que tienen las personas que comienzan a utilizar este producto es para extraerlo, ya que la copita se saca al vacío y las primeras veces puede generar incomodidad, pero con la práctica se soluciona.
Recomendaciones:
– Para introducir: lavarse las manos, doblar la copa formando una C o U con los bordes. Luego introducir la copa en la vagina apuntando hacía la columna, es decir, hacía arriba y levemente hacía atrás.
– Para quitar: con las manos limpias, tomar la copita del agarre y extraer hacía afuera. Luego agarrar los bordes inferiores de la copa los dedos para sacar el aire y extraer lentamente.
– Para esterilizar: vaciar el contenido, enjuagar con agua y jabón intimo, colocar en agua hirviendo durante tres a cinco minutos y guardarla seca en una bolsa de tela.
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