Cuántos extranjeros hay en la Universidad del Comahue y de Río Negro: «El problema es de inversión»
Los estudiantes extranjeros representan apenas el 4,3% de la matrícula total en el sistema universitario público de Argentina. En la Universidad Nacional de Río Negro y en la Universidad Nacional del Comahue, ese porcentaje no llega al 2%.
«Es un debate falso, un intento de distracción. Si nos tenemos que financiar a partir de los estudiantes extranjeros, mañana estamos cerrando la universidad». De esta forma, el rector de la Universidad Nacional de Río Negro, Anselmo Torres, se refirió al anuncio del vocero presidencial Manuel Adorni respecto a la implementación del cobro de aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes que estudian en las universidades.
Después de un año complejo para las universidades públicas que debieron atravesar todo tipo de dificultades vinculadas al recorte presupuestario, con dos marchas multitudinarias en todo el país contra el ajuste, el gobierno nacional anunció el arancelamiento para los estudiantes extranjeros no residentes. Desde las casas de altos de estudios consideraron que la medida no sirve y que solo intenta desviar la mirada del verdadero problema.
“En primer lugar, se va a disponer que las universidades nacionales puedan cobrar aranceles a estudiantes extranjeros no residentes. Esto va a ser una fuente de ingresos para las casas de altos estudios, que las va a permitir financiarse. Hoy uno de cada tres estudiantes de medicina es extranjero”, lanzó el vocero presidencial Manuel Adorni, en la Casa Rosada.
Los estudiantes extranjeros representan apenas el 4,3% de la matrícula total en el sistema universitario público de Argentina. Esa matrícula es del 5,5% en las universidades privadas. En las carreras de grado (gratuitas para los alumnos), el porcentaje de extranjeros es de 3,9% (lo que representa 79.834 estudiantes); mientras que a nivel de posgrado (que ya es arancelado), apenas hay un 9,2%.
El porcentaje es aún más bajo en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y en la Universidad Nacional del Comahue (UNCO), donde apenas el 2% de los estudiantes son extranjeros. Y la mayoría son residentes.
Torres consideró el anuncio de Adorni como «un deja vu de lo debatido durante la campaña» y aseguró que, de esta manera, el gobierno nacional intenta avanzar, en realidad, hacia la modificación del régimen migratorio.
Teresa Braicovich, secretaria académica de la Unco, coincidió en que el anuncio pretende «desviar la atención y volver sobre los temas que a un sector de la sociedad le gusta»: «Más allá de que no tenemos ni el 2% de estudiantes extranjeros, hay muchos que, en realidad, ya están instalados con su familia desde hace años». Y continuó: «Ellos pagan sus impuestos, alquileres, lo que consumen. Muchos están trabajando. Esto no es más que una forma de desviar la atención y lo malo es que muchos se terminan enganchando con estos discursos de odio«.
Un porcentaje ínfimo de extranjeros en universidad públicas
Torres fue contundente: «Es falso que 1 de cada 3 estudiantes de Medicina sea extranjero. En el caso de la UNRN, tenemos un cupo de entre 50 y 60 alumnos y no más de 2 o 3 provienen de otros países«.
Silvia Ávila, decada de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional del Comahue, advirtió que no le preocupan los estudiantes extranjeros que se inscriben para estudiar Medicina, sino el hecho de que, hoy, el 20% de los graduados argentinos se quiera ir del país. «No es para menos cuando los sueldos en Argentina son bajísimos. Esta cifra va en aumento. Inician el trámite para irse en la universidad, pero lo terminan en el Rectorado», indicó la médica.
Torres consideró que «es falso que, con esos aranceles, la universidad pueda financiarse. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, con la revalorización del peso, muchos extranjeros ni siquiera vendrán a Argentina porque es más costoso».
Braicovich puso como ejemplo el caso de la Universidad del Comahue: «Si hablamos de 700 estudiantes extranjeros: ¿cuánto deberían poner para financiar a los 36 mil estudiantes que tenemos? No sé cuánto piensan cobrar, pero es insólito».
Mencionó además que entre los estudiantes extranjeros de esa universidad, hay muchos de Bolivia, Venezuela y especialmente de Chile por la cercanía entre ambos países. «Es una forma de distraer la atención y la gente compra ese discurso molesto y violento en vez de pensar qué significa la universidad pública para el país», concluyó Braicovich.
Torres recalcó la importancia de contar con un presupuesto que «no sea nuevamente prorrogado» como ocurre actualmente con el de 2022. «Cada tanto, hábilmente nos ponen en agenda temas que no son importantes. En este caso, esta propuesta está basada en datos falsos: sería imposible financiarnos a través de los estudiantes extranjeros porque la cifra no es para nada significativa. Lo reproducen simplemente para evitar el reclamo del presupuesto«, opinó el decano.
Autonomía universitaria
Las propias universidades deberán decidir si finalmente deciden avanzar o no con la iniciativa. Torres explicó que, de dar el paso, «habría que modificar los estatutos que establecen la gratuidad de la educación. Es un debate que no tiene sentido. Y si a esta cifra le sacamos los posgrados que son arancelados -incluso para los argentinos-, el número de extranjeros es aun más insignificante».
Torres reconoció que, después del anuncio de Adorni, los rectores de universidades de todo el país debatieron el asunto y se plantearon la necesidad de salir a responder. «Nos ponen a debatir cosas que no queremos discutir. Pero si no salimos a decir nada, puede tomarse como verdadero algo que no lo es«, planteó.
Por otro lado, destacó que contar con una alta proporción de estudiantes extranjeros en los sistemas universitarios es tomado como algo positivo en el mundo. Hay rankings globales como el QS y el Times Higher Education que analizan el nivel de internacionalización de una universidad como un indicador de calidad.
«De esta forma, el sistema universitario se nutre de un interesante mundo cultural entre los estudiantes por la interacción misma. Pero además, los estudiantes extranjeros alquilan, pagan comida, pagan impuestos indirectos. El problema de los recursos en las universidades es un problema de inversión estatal y no de los extranjeros«, concluyó Torres.
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