Crisis en la Universidad del Comahue: no llegaron las transferencias del Gobierno y peligran las clases

La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) enfrenta una grave crisis presupuestaria, aseguró su rectora, Beatriz Gentile, en una entrevista con RÍO NEGRO RADIO. Gentile detalló la delicada situación financiera de la universidad y las medidas adoptadas para mitigar el impacto económico. La falta de transferencias prometidas por el gobierno nacional exacerbó los problemas económicos de la institución, llevándola a tomar decisiones difíciles para garantizar su funcionamiento. «Sumamos una semana más de receso para minimizar gastos», dijo.

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En la última sesión del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), se puso en evidencia la crítica situación financiera que enfrenta la institución.

«Expusimos nuevamente la situación financiera presupuestaria de la Universidad, que sigue siendo muy complicada«, explicó Gentile y siguió: «De aquel acuerdo prometido por el gobierno nacional respecto al 270% de incremento para el presupuesto de funcionamiento que se nos dijo en el mes de mayo y que venía a compensar lo que ya se le había dado a la Universidad de Buenos Aires (UBA), aún lo que tenemos es una planilla firmada, pero no hemos recibido ninguna transferencia».

Gentile explicó que desde febrero, la UNCo afronta un déficit significativo de más de 211 millones de pesos. La situación se agravó en abril y mayo con el aumento de las tarifas de gas y electricidad, vitales para toda las unidades académicas de Neuquén y Río Negro.

«Estamos a 26 de junio y no hemos tenido ninguna orden de pago para este incremento, lo cual nos complica mucho porque veníamos con un déficit importante de más de 211 millones de pesos desde el mes de febrero. A partir de abril y mayo, comenzamos a tener las tarifas de gas y de luz más altas, y el mes pasado también tuvimos una dificultad con la caldera del campus Roca«, manifestó.

Esta falta de los fondos prometidos dejó a la universidad en una posición precaria, obligándola a tomar medidas drásticas. En ese sentido, una de las decisiones más significativas fue extender el receso invernal.

Originalmente, la UNCo tenía dos semanas de receso, coincidiendo con el calendario académico de las provincias de Río Negro y Neuquén. Sin embargo, ante la falta de fondos y con el objetivo de reducir costos de climatización e iluminación, se decidió agregar una semana adicional.

«Sumamos una semana más para minimizar los costos de climatización e iluminación, pero también para ver si realmente la transferencia de los fondos se efectúa», explicó Gentile.

La rectora destacó que la situación es una preocupación compartida por todos los rectores de las universidades nacionales, excepto la Universidad de Buenos Aires (UBA), que ya recibió los fondos prometidos para el funcionamiento.

«La preocupación es de todos los rectores y rectoras que, a excepción de la UBA, estamos todos en la misma situación. Ninguna universidad ha recibido la transferencia. El Comité Ejecutivo del CIN nos comunicó que estaban a la espera y en comunicación con la Subsecretaría para ver de qué manera se efectuaba esto», aseveró.

El plenario del CIN está programado para el 29 y 30 de agosto y será crucial. Si para esa fecha no se realizaron las transferencias, es probable que los rectores tengan que reunirse nuevamente para discutir acciones a tomar.

La situación actual es similar a la de febrero y marzo, pero esta vez tiene la diferencia de que hay un acuerdo firmado, lo que hace la deuda del gobierno nacional una obligación exigible.

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Además de los problemas financieros, la UNCo también enfrenta dificultades en las negociaciones paritarias para el personal docente y nodocente.

«El frente sindical a nivel nacional está hoy en una semana de visibilización del conflicto, con una actitud en defensa de la universidad pública. Las autoridades nacionales están ausentes o no concretan o no cumplen con la palabra firmada», completó la rectora.

Además, Gentile destacó el compromiso de la comunidad universitaria para mantener la universidad abierta y en funcionamiento a pesar de las dificultades.

«La decisión clara fue jornadas de lucha que tienen que ver con visibilizar el conflicto universitario pero no interrumpir o tratar de que nuestros estudiantes puedan finalizar bien esta parte del año. Es un compromiso de la comunidad universitaria para que la Universidad esté abierta», dijo.