Consultorios trans: personas de la diversidad sexual intentan ganar espacio en el Alto Valle

Los centros de atención exclusivos para personas de la comunidad LGBTIQ+ del Alto Valle reciben cada vez más usuarios. Pero la lucha de las organizaciones que los impulsan se mantienen en marcha con el fin de hacerlos cada vez más integrales.

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En Roca el «Consultorio Inclusivo» del Francisco López Lima funciona desde 2018. Nació inspirado en un programa de integración en el ámbito de salud para personas trans, realizado en Rosario en el año 2010.

«Surgió como espacio entre pares en un baño abandonado que nos dieron a la entrada del hospital, en el cual funcionaba una verduleria. Empezamos a mejorarlo con donaciones y trabajo propio«, comentó Gergina Colicheo, referente de la Asociación de Trans y Trabajdoras Sexuales (ATTS). La institución fue la principal promotora de los proyectos en la región.

Aunque se había logrado acondicionar un ambiente confortable para los usuarios, con el inicio de la pandemia el nosocomio decidió utilizarlo para otro tipo de prestaciones. Actulmente los gestores de la iniciativa reclaman su devolución.

«Se nos dio el lugar con el compromiso del Ministro de Salud y la directora, se nos lo pidió prestado para hacer hisopados pero nunca más lo entregaron. Ahora boyamos en el consultorio 23/24 «, agregó Colicheo.

Hoy las consultas son exclusivamente sobre hormonización y asesorías de cirugías de cambio de género, aunque también se efectúan las derivaciones pertinentes a otros especialistas en caso de ser necesario. “La idea es acompañar los procesos hormonales de las personas trans, pero también hacemos interconsultas para acceder a intervenciones posteriores”, comentó Gladys Amadini, médica a cargo del consultorio inclusivo del Hospital Francisco López Lima.

Actualmente unas 70 personas son usuarios regulares del sistema público de salud, quienes se acercan todos los lunes y miércoles en el horario de 17 a 20 hs. A partir de abril está previsto extender el horario una hora más, a partir de las 16.

Un caso único

«Nuestro consultorio marcó la diferencia a nivel nacional. El usuarie se atendía en un lugar y en otro nos sentábamos a contar experiencias sobre cómo nos iba con el tratamiento, los errores cometidos y demás. Eso llevó al surgimiento del grupo de padres y madres de personas adolescentes y niñes trans», expresó la referente de ATTS.

El organismo es el encargado de administrar los turnos y lo hace de manera involuntaria. Quizá su rol más preponderante es poder brindar contención y apoyo a través de charlas informales con las personas que se acercan al centro. «Cada consultorio tiene su forma y se adopta de acuerdo a las necesidades. En Roca somos una gran familia, tomamos mate y charlamos, esa calidez continúa siempre», afirmó.

Por lo general el primer encuentro se centra principalmente en una introducción informativa acerca de los cambios producidos a partir de la ingesta de hormonas, proceso que puede tardar entre tres y cinco años en generar cambios palpables.

La atención general en Regina

En la “Perla del Valle” la prestación es generalista, es decir, que si bien hay un mayor número de tratamientos hormonales, el abanico de consultas se abre a otros espectros. «El equipo está integrado por servicio social, salud mental, técnicos en laboratoria, famarceútica, agentes sanitarios, ginecólogas, además que está la posibilidad de realizar interconsultas con los servicios que se requieran», explicó Cynthia Muñoz, obstreta y personal de salud afectada al centro asistencial.

El consultorio nació en marzo de 2021 y a un año de su puesta en funciones hoy cuenta con unos 14 asistentes. Funciona los días miércoles en el primer piso del hospital local durante el horario de 14 a 16.

«Recién ahora liberamos actividades y aseguramos el programa de transición hormonal y quirúrgica, porque los equipos se encuentra en proceso de reorganización pospandemia», añadió Muñoz. La mujer también explicó que tanto desde Nación como Provincia la provisión de los insumos requeridos son enviados en tiempo y forma para que los tratamientos no se vean interrumpidos.

El programa de atención se ampara en la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada por el Congreso de la Nación en 2012. Allí se estipula el derecho del “desarrollo de la persona conforme a su identidad de género” y la gratuidad del acceso a los tratamientos, así como la obligación de cobertura de las obras sociales.

Fue en esa dirección que se desarolló la prestación integral, pionera en la provincia. Un paso similar seguirá el consultorio que próximamente funcionará en Allen, experiencia que se encuentra a la espera de la firma de un convenio entre municipio y la cartera de Salud.

Por parte de las organizaciones travestis-trans denunciaron que si bien se trata de grandes avances, en la práctica todavía hay muchas falencias en el acceso de los tratamientos o espacios para el colectivo. “A veces se vende mucho humo y nosotres terminamos pagando los platos rotos”, comentó Geogina Colicheo, referente de ATTS.