Conocé la historia de Antonio Castillo, un trashumante del norte neuquino
Tiene 51 años y es de Huaraco, un paraje ubicado en el norte neuquino en cercanías a Varvarco.
Antonio Castillo tiene 51 años y es criancero en el norte neuquino. (Foto: gentileza)
El pastoreo trashumante, es una práctica ganadera ancestral que se mantiene en pocos lugares del mundo, pero sigue viva en el norte de la provincia de Neuquén. Algunos explican que la trashumancia no es sólo un modo de producción, sino que es toda una forma de vida y una cultura que conforman un rico patrimonio inmaterial de la provincia de Neuquén y el país. Conocé la historia de Antonio Castillo, un criancero de Huaraco, un paraje ubicado en el norte neuquino en cercanías a Varvarco.
Cuando se habla de trashumancia, se explica que se trata de un sistema que sigue los ciclos naturales del clima, en el que los pastores se trasladan con sus rebaños y sus familias completas en busca de los mejores pastos para sus animales. El invierno lo pasan en las tierras bajas del centro de la provincia, y en el verano van hacia la montaña, donde encuentran vegetación tierna en las faldas de la cordillera.
Los pastores trashumantes, que se llaman a sí mismos «crianceros», producen principalmente ganado caprino, y en menor medida ovino y vacuno. Los grandes arreos, tanto hacia la montaña, donde realizan la veranada, como hacia los valles, donde se realiza la invernada, son espectáculos conmovedores, por las grandes dimensiones de los rebaños y por la destreza de los crianceros en el manejo de los animales.
Antonio es un criancero que vivió toda su vida en el campo. «Soy nacido y criado en el campo, toda mi vida estuve acá y ayudé a mis padres y abuelos con distintas tareas», comenta Antonio. Actualmente vive en el campo que heredó de su madre y explica que la trashumancia y la veranada es una tarea compleja, pero que se disfruta.
«Es un viaje muy lindo, pero también es muy peligrosa por el tema de los arreos. Otra cosa que a veces nos juega en contra es el clima. Nuestro principal problema es que la tenemos una ruta en muy mal estado», detalló.
El criancero señaló que después de la trashumancia llega la veranada, algo que para él, es una de las etapas más lindas. «Personalmente es una época que disfruto mucho, la vida en el campo me encanta y esto de la trashumancia y la veranada es algo muy lindo y más si el clima acompaña», manifestó.
Sin embargo, remarcó que el camino que realizan durante la trashumancia está en tan mal estado que cuesta mucho llegar a destino. «Siempre que empezamos viaje lo ideal es ir en compañía de algún vehículo, pero con el estado que tiene hoy el camino, si no tenes una camioneta 4×4 es imposible llegar«, comunicó.
Antonio asegura que si bien el camino no está en óptimas condiciones, la trashumancia se realiza igual pero con precaución. «Mientras tanto, se disfruta del camino, del arreo y se busca un lugar mejor para pasar el verano».
La rutina del criancero en tiempos económicos «complicados»
En relación a las tareas del campo y el presupuesto económico que estas llevan, Antonio explicó que durante todo el 2023 el criancero no la pasó bien. «No estamos bien económicamente porque el criancero trabaja y vive de los animales, pero creo también que si hubiera un gobierno que trabaje con todos los crianceros por igual se trabajaría por igual», señaló.
«Hoy directamente no está buena la venta. Los campesinos hace un año que no la venimos pasando bien principalmente porque se dejó comprar el pelo de las chivas, la cerda de los caballos y la piel de los conejos y zorros», expuso.
Otro tema que los mantiene alerta en el campo, son los pumas y los zorros. «El tema del puma y los zorros los venimos sufriendo mucho, porque cazan mucho y se tiene que estar custodiando a los animales básicamente todo el tiempo».
En relación con el factor climático, Antonio detalló que es algo que cambia año tras año, pero que en particular, lo que pasó durante el 2023 es que llovió mucho y el animal había perdido esa costumbre. «Como consecuencia muchos campesinos tuvieron pérdidas por el tema del frío, además muchos animales perdieron peso», aseguró.
Entre las principales pérdidas, el criancero informó que se trató de vacunos y chivos relativamente chicos. «Se notó bastante esa pérdida, habían muchos chivitos chicos que estaban en plena crianza y no soportaron el clima», expuso.
«Yo creo que está faltando un poco más de ayuda al campesino y darles un empujoncito con el tema del refugio a los animales. Un emprendimiento de este tipo sale plata y el campesino que vive de esos animales le cuesta pagar un espacio para que sus animales no pasen frio», garantizó.
Antonio explicó el hecho de mantener a los animales un año completo hasta que llega la crianza de la primavera y luego las ventas, es una tarea muy costosa y complicada. «Los que más lo notan son los pequeños productores», expresó.
Por otro lado, un gran problema es el tema del pastaje para los animales. «Es algo que sufrimos bastante porque hay que esperar hasta la primavera a que se levante el pasto. Es algo que pasa por el tema del frío y la nieve, son campos de mucha cordillera y altura», agregó.
Un 2024 lleno de expectativas positivas
El 2024 es un año de cambios en Neuquén en relación a lo político, debido a que el pasado 10 de diciembre asumió como nuevo gobernador Rolando Figueroa. Un funcionario que además de realizar su campaña política durante toda la provincia, se mostró muy cercano a los productores y habitantes del norte neuquino.
En relación con esto, Antonio expresó que espera que sea un año de acompañamiento con los crianceros, pero que sea de forma regular. «Creo que va a costar un poco acomodarse, pero tengo la esperanza de que vamos a tener ayuda y acompañamiento de este nuevo gobierno».
«El tema es que hay crianceros que tienen diálogo y ayuda, pero es muy desparejo. Entonces hoy, ese es el gran problema, esperamos que se pueda regularizar y que los pequeños productores tengan el acompañamiento que necesitan», concluyó antonio.
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