Con equipos de época, los pioneros del esquí se lucieron en el cerro Catedral

Unos 25 esquiadores que formaron parte de la historia del esquí en Bariloche se congregaron en el cerro Catedral para participar de las 20 ediciones del Encuentro de la Historia.

Alejandro Delgado fue el gestor del encuentro en 2004 con la idea de homenajear a los esquiadores históricos. «En ese momento, tenía 40 años. Empecé a entender el paso del tiempo y que teníamos entre nosotros a los personajes que habían estado desde el inicio del cerro Catedral. Historias vivas«, relató Delgado, un apasionado del esquí que hoy tiene 61 años.

Se le ocurrió entonces volver a llevar a los esquiadores «históricos» a la nieve aunque con los equipos y la vestimenta que ellos habían utilizado décadas atrás. 

El primer año del evento, solo 10 personas se sumaron a la propuesta con los equipos de época; mientras otros 15 se acercaron a observar de qué se trataba. «Se dieron cuenta de lo lindo que era volver a sentir la vivencia y al segundo año, hubo el doble de gente. Así siguió creciendo y se empezó a involucrar gente de distintos ámbitos como los que habían trabajado cuando arrancó el cable carril, por ejemplo», señaló Delgado. Incluso, en algunas oportunidades, se invitó a antiguos esquiadores de San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Esquel o Mendoza aunque «el núcleo fuerte siempre quedó en el grupo de barilochenses». 

Destacó el apoyo de Catedral Alta Patagonia (Capsa) en la realización del evento y lo definió como «un puente para tener un vínculo con los barilochenses que nunca ha sido fácil». 

Durante muchos años, la Carrera de la Historia consistió en un slalom, con tiempos y premios. El encuentro solo se vio interrumpido durante dos años a causa de la pandemia de Covid-19. «Todo estos años requirió mucha pasión. Solo de ese modo, funciona. El espíritu de juntarnos y compartir sigue intacto. Este año, se decidió dejar de hacer la carrera para hacer un encuentro histórico«, mencionó. 

En esta oportunidad, la gente concurrió con equipo de época y en vez de correr, se recorrió la montaña. No faltaron las demostraciones de las técnicas que se empleaban antes. El encuentro concluyó con un cordero en el refugio La Roca. «Es impresionante cómo fue evolucionado el tema del esquí en Catedral. Antes, venía un austríaco o un francés y transmitían las técnicas que usaban allá. Así fue hasta 1985, 1987 que se formó la técnica argentina del esquí«, indicó. 

Delgado insistió en que «siempre se parte de dos premisas: que haya buen clima porque se trata de gente más grande, vestida con sweaters y ropa de antes. Y por otro lado, se trata de coronar el evento con un gran almuerzo en Lynch. Se han sumado grandes chefs, como Francis Mallmann que llegó a cocinar en una de las terrazas del Catedral», recordó Delgado. 

Cuando Ushuaia recibió el Interski en 2015, con la participación de 1500 atletas de todo el mundo, la Asociación Argentina de Instructores de Esquí invitó a los integrantes de la Carrera de la Historia a fin de sumarse a la apertura del evento. «A ese encuentro, van los mejores instructores de todo el mundo. No podían creer el nivel de esquí de nuestros esquiadores con esos equipos tan antiguos y el nivel de la edad. Sucede que, en su momento, algunos corrieron o fueron campeones argentinos», contó Delgado y agregó que tras el impacto que generaron, fueron invitados a participar de demostraciones todos los días del encuentro. 

Con el paso de los años, algunos pioneros del esquí ya no están. «Cuando arrancó la carrera hace 20 años, había gente que tenía 50 y pico de años. Otros ya tenían 70. Hoy Vicente Ojeda, por ejemplo, tiene 90. El Negro Asenjo que hacía los asados en el refugio Lynch nos dejó hace unos años», recalcó.

Dijo que hoy, hay muchos que ya no pueden esquiar aunque lograron traspasar su pasión a las generaciones siguientes. «Leopoldo Baratta, por ejemplo, el primer constructor de esquíes en Argentina, trasladó su amor por el esquí a tres o cuatro generaciones. Ese fue otro de los objetivos que tuvimos con el encuentro. Hoy, los jóvenes lo observan como algo lúdico y divertido más que como la fuerza misma de la historia«, concluyó Delgado.