Cómo impacta en los niños el uso de celular sin supervisión
Dos psicólogas que tratan a chicos ven con preocupación que el tiempo que pasan con estos aparatos es mayor al recomendado. Hay una dificultad en los padres para regular y acompañar sin impedir, especialmente debido a la brecha generacional.
El uso excesivo de los celulares en los niños “puede afectar la atención sostenida, la capacidad de planificación y organización, el uso del tiempo y la socialización cara a cara, entre otros factores”, indicó la licenciada en psicología MP 2285, Nadia Mon.
Desde hace unos años las pantallas llegaron a los colegios como una herramienta pero también generan un impacto negativo si no se regula su uso. Además puede haber riesgos asociados al consumo de redes sociales, como el grooming, empresas virtuales, y contenidos de violencia en videojuegos.
La profesional que además es licenciada en psicopedagogía indicó que el impacto del celular en el proceso de aprendizaje de los niños dependerá del exceso o no del uso de tecnología, del contexto y de la calidad del contenido.
“Cuando uno piensa en el uso de la tecnología, piensa en los videojuegos, en los videos de YouTube, que son roles en los que habitualmente el niño o la niña tienen una actitud pasiva en la que simplemente están mirando un contenido y que cuando este contenido ya no es de su interés, lo cambian rápidamente”, señaló.
“Este tipo de actividades se recomienda en forma regular, porque justamente esas impactan en la capacidad atencional, en el desarrollo del juego, en la socialización”, explicó.
Además mencionó las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría que aconseja que hasta los dos años no haya exposición a las pantallas. De dos a cinco años, que la exposición sea de media hora a una hora al día con contenidos de calidad. Mientras que de seis a doce años, que sea de una hora y media también de contenidos de calidad. Y en el caso de los adolescentes, ayudarlos a que puedan ir aprendiendo a regular el tiempo y el uso de la tecnología.
Mon señaló que los niños pequeños están en una etapa en la que es fundamental el aprendizaje del lenguaje y del desarrollo motor. Especialmente antes de los dos años. “Tanto el lenguaje como la motricidad son habilidades que se desarrollan en una socialización, es decir, en el intercambio con otros, y a la exploración del espacio”, sostuvo.
Estas dos áreas no se desarrollan con el tipo de tecnología mencionada por eso es importante que en esta etapa no estén. Y en la etapa posterior, que es de dos a cinco años, en la cual el lenguaje se sigue complejizando, cuando aparece el juego simbólico, puede haber tecnología, pero regulada en tiempo y en calidad.
En el caso de los videojuegos, no se desarrolla tanto la atención sostenida, porque “el efecto que tienen a nivel neurológico, es que dan una sensación de placer muy alta y muy rápida”, indicó.
Esto se debe por la descarga de forma rápida y alta de un neurotransmisor que se llama dopamina, asociado al placer, y es muy difícil encontrar esa sensación y esa experiencia en otras experiencias de la vida cotidiana y menos que menos en la escuela.
Remarcó que en la escuela hay que prestar atención durante mucho tiempo a “actividades que a veces son motivadoras y a veces no. Entonces, dicho de otra forma, este tipo de experiencias con el celular no estaría promoviendo esa forma de desarrollar la atención”.
Abuso y estafas
La profesional también hizo hincapié en que muchos teléfonos permiten almacenar datos de la tarjeta de crédito y sin querer un niño puede hacer una compra. También está el riesgo del grooming, que es cuando un adulto, se hace pasar por un niño o un adolescente para cometer un abuso sexual infantil. Ademas mencionó a los desafíos virales que cada tanto van cambiando de formato y se ponen de moda y son un peligro para los chicos. Es necesario “un adulto que regule el contenido, que genere un tratamiento crítico” remarco.
Un mundo ficticio
La psicóloga Gorostiague Guadalupe, M.P: 2463 también destacó la importancia de regular el uso de los dispositivos tecnológicos por parte de los niños y adolescentes, ya que una utilización desmedida puede provocar problemas emocionales y de adicción. También resaltó la necesidad de conciencia y control por parte de los padres para evitar que los niños se aíslen y pierdan habilidades en el mundo real.
“Se pueden utilizar aplicaciones para controlar el tiempo y acceso a las aplicaciones, es necesario ser conscientes del contenido que se consume en línea”,, expresó.
La profesional trabaja con pacientes de siete años en adelante y recomienda un uso consciente de la tecnología y una desconexión de vez en cuando para valorar la realidad. “Los niños pequeños a menudo solo quieren usar dispositivos y es importante que los padres establezcan límites”, recomendó.
“Veo que se pierde el sentido de lo real, y se va descuidando los detalles mínimos de la vida, como escuchar al otro, y más si llevan el celular a la escuela”, señaló.
La psicóloga señaló que el uso desmedido de la de las redes sociales, contribuye al aislamiento de los niños a estar inmersos en eso que los vuelven así como aislados. Conduce a la ansiedad que es la patología, del momento y la depresión por estereotipos, por cosas que no están en lo real, sino a través de una pantalla.
“Veo que en los niños y adolescentes se van perdiendo detalles mínimos de la vida, como puede ser cepillarse los dientes, bañarse, no quieren hacerlo porque están perdidos en la tecnología, que es lo que les recalco todo el tiempo, no nos olvidemos de vivir nuestra vida, porque estamos viviendo la vida de otros, a través de la pantalla”, reflexionó.
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