Cómo funciona el consultorio que garantiza los abortos en el hospital más grande de Neuquén

Trabaja a demanda, sin turno, dos veces por semana. "No ha disminuido la cantidad de personas que acceden", planteó el equipo.

Josefina Urdiales es médica residente en el hospital Castro Rendón de Neuquén. Contó que en el pasillo se genera «un poco de pudor» entre las mujeres, porque muchas no saben o no recuerdan el nombre del consultorio para acceder a una interrupción del embarazo, y titubean al anunciarse. Se llama TeA: te-acompañamos. Funciona en el segundo piso, en el sector de ginecología, y se sostiene desde 2012, mucho antes de que el aborto fuera ley.

«Las pacientes vienen, se anuncian sobre la hora, y lo que hacemos es ir llamando por orden de llegada. Apenas ingresan al hospital ellas dicen (en informes) «quiero ir al consultorio TeA» y ya saben a dónde es que las tienen que dirigir», explicó Urdiales.

Atienden los lunes, desde las 14, y los viernes desde las 12 en el consultorio 25. Si ya decidieron interrumpir el embarazo se les hace ahí mismo la ecografía, y se van con la medicación, en los casos de aborto en el primer trimestre de gestación. También orientan a quienes necesitan información o todavía tienen dudas.

«Es bastante concurrido, diez consultas seguro. A veces uno cierra, generalmente a las 16, porque se cierra el hospital, y quedan pacientes», agregó el ginecólogo Luis Pizarro.

El aborto es legal en Argentina desde 2020. Hasta la semana 14 de gestación inclusive, una persona puede interrumpir un embarazo sin explicar las razones, por eso se lo llama voluntario. Para eso se utiliza un tratamiento farmacológico (con pastillas). El ideal es lo que se conoce como combipack (misoprostol y mifepristona), porque tiene mayor eficacia. La otra opción es la aspiración manual endouterina (AMEU) que es instrumental y requiere otra logística.

Después de las 14 semanas, la interrupción se hace por causales: cuando corre peligro la vida o la salud de la persona gestante, o en casos de embarazo producto de una violación.

Amnistía Argentina emitió un comunicado, ya que hoy se conmemora el día de acción global por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, en el que remarcó que el gobierno del presidente Javier Milei (cuyo ministro de Salud renunció esta semana) paralizó la compra de insumos clave, como la medicación, para garantizar las interrupciones. Ahora corre por cuenta de las provincias el abastecimiento.

Esto genera una situación de desigualdad entre las regiones y obstaculiza el acceso. En Río Negro ya han marcado la falta de stock.

En cuanto a Neuquén, Pizarro señaló que actualmente hay suministro de combipack. «Teníamos también la duda si íbamos a poder garantizar con la misma farmacología y sigue estando», afirmó.

La médica residente indicó que las pacientes vienen con información: «muchas ya han tenido la experiencia propia o de algún familiar». Dijo que concurren solas, en un amplio rango de edad: desde adolescentes hasta adultas. Llegan incluso del interior de la provincia.

«Es muy fácil acceder, sólo hay que venir con tiempo y se van con toda la información, ya sea verbal como escrita acerca del asesoramiento», enfatizó. A quienes tienen obra social también se las recibe, con la diferencia de que se les hace la receta para la medicación. La más común es ISSN, aunque han recibido de OSDE o Galeno.

Pizarro y Urdiales, parte del equipo de atención en el consultorio TeA. Foto Matías Subat.

Milei repite que el aborto «es un asesinato agravado por el vínculo». Este tipo de discurso ¿desalienta las interrupciones?

Según el ginecólogo, se mantienen. «No ha disminuido la cantidad de personas que accede», planteó. Subrayó que es «una práctica médica que todo el mundo la tiene que saber proveer y garantizar, y por suerte, las residentes se siguen formando y eso es lo fundamental, tiene que seguir quedando gente que siga garantizando el acceso a un derecho».

Reconoció que desde el punto de vista de la folletería, que promociona el derecho, «nos quedamos un poco cortos, y sería algo que se podría seguir trabajando, pero si necesitaríamos más».

La única referencia que hay en el hospital de mayor complejidad de la provincia está en las dos vitrinas informativas de madera que instaló la Colectiva Feminista La Revuelta, en coordinación con el personal, tanto en la entrada por calle Buenos Aires, a mano derecha, y en ginecología, donde conserva un pañuelo verde.

Justamente «TeA» nació como una alianza entre activistas y profesionales, que brindaba un servicio de control, consejería y anticoncepción post-aborto, cuando era una práctica clandestina, realizada en condiciones inseguras.

En el libro «Desbordar el silencio, tejer complejidades» de Julia Burton, la entonces jefa de servicio de ginecología, Gabriela Luchetti, recuerda que «TeA» consistía en «tratar bien a las mujeres» que «no sólo implicaba no denunciarlas» sino «contenerlas» porque ya venían «aterrorizadas» a la guardia con abortos incompletos.

Las vitrinas informativas de las socorristas, la única promoción del derecho que se encuentra en los pasillos del Castro Rendón. Foto Matías Subat.

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