La vida de una joven de Roca en Israel: entre sirenas y refugios en medio de la guerra

Casandra Sol Sans, una joven de Roca que vive hace más de un año en Haifa, habló con Diario RÍO NEGRO.

Casandra Sol Sans es de Roca y hace más de un año que vive en Israel. Foto gentileza CSS.

“Cuando suena la sirena el mundo se detiene y somos millones de personas corriendo a los refugios con el corazón acelerado”, contó Casandra Sol Sans, una joven de Roca que vive en Israel. En las últimas horas hubo una escalada de la tensión en Medio Oriente luego de que Irán lanzó un ataque masivo contra el país. 

Desde hace casi un año esa parte del mundo está sacudida por la guerra entre el Ejército israelí y Hamas en la Franja de Gaza, así como por los recientes ataques israelíes contra Hezbolá en el Líbano. Además hoy arranca el Año Nuevo Judío, Rosh Hashaná, y en unos días más será el Día del Perdón. Son semanas de festividades. Ayer, durante el ataque, la gente estaba preparando la comida para la cena. “Es como que suceda en Argentina el 31 de diciembre”, graficó.  

Entre sirenas, alarmas y corridas al refugio: cómo vive una joven de Roca en Israel


En diálogo con Diario RÍO NEGRO, Casandra Sol Sans, una joven abogada de Roca que vive hace más de un año en Haifa, al norte del país, contó cómo está viviendo las últimas horas y cómo la vida cotidiana de la población civil transcurre entre las sirenas y las corridas a los refugios. “Suena la sirena te bañas apurada, te dormís con ropa con la que puedas salir corriendo. Un estado de alerta constante que deja registro en el cuerpo”, expresó. Desde Argentina, su familia acompaña “amorosamente”, intenta entender «sin ser un problema más” pero, con preocupación obvia.  

Esta semana estuvieron sonando las sirenas por varios días. Además de la sirena que suena en la calle, Casandra tiene dos aplicaciones de celular que le indican las alertas y el tiempo calculado que tiene para ir al refugio.

Qué es la cúpula de hierro y cómo funciona: cómo vive una joven de Roca en Israel


La cúpula de hierro es el sistema de defensa antiaéreo israelí. Según la agencia de noticias Reuters, citando la Radio del Ejército israelí, Irán ha lanzado casi 200 misiles contra el país. “Cuando suena la sirena es porque Israel intercepta en el aire los misiles y los hace explotar. Hay que ir al refugio porque caen partes que pueden lastimar e incluso matar gente”, explicó Casandra. Si la cúpula no llegó a interceptar el misil, no lo pudo explotar y sigue su marcha por lo que también suena la sirena. Si bien el peligro es mayor, es algo «menos frecuente”.  

El tiempo que cada uno tiene para ir al refugio depende de la zona en la que viva. En la frontera con el Líbano, la zona más “caliente”, ese lapso es de 30 segundos pero las ciudades ya están todas evacuadas. En Haifa, Casandra tiene un minuto para bajar tres pisos hasta el refugio.  

La población civil está completamente educada sobre qué hacer en cada caso; si está en la calle, si está en el auto o si está en el colectivo. Por eso, “generalmente hay poca gente afectada”, agregó. En Tel Aviv, la mayoría de los edificios tienen refugios en cada departamento: es “una habitación más de la casa con puerta y ventanas más pesadas, en la que te metes y te encerrás”. En Haifa, los edificios son más antiguos, entonces los refugios están en la planta baja. También hay refugios públicos.  

“Ayer a eso de las 7, había salido del gimnasio. Son días en los que chequeamos constantemente el celular. Tomé un colectivo, volví a mi casa y empecé a ver que sonaban las sirenas en casi todo el país. Ayer en Haifa no sonaron, pero sí anteayer y el día anterior. Supe que en Jerusalén la gente estuvo una hora en el refugio», aseguró.  

«No hay defensa contra los atentados terroristas»: cómo vive una joven de Roca en Israel


En las últimas dos semanas la guerra se incrementó. Si bien la situación de los misiles es preocupante, angustian más los atentados terroristas, porque no hay cúpula de hierro que alcance y pueda defender a la población civil. “Ayer hubo un atentado en Tel Aviv. Dos personas armadas en un tranvía, empezaron a los tiros, hubo siete u ocho muertos y más de 15 heridos. Ahora que empecé a trabajar estoy yendo dos veces por semana a Tel Aviv, hace 15 días estuve exactamente en esa estación de tranvía entonces te pones a pensa ‘me podría pasar’. Eso asusta más que los misiles”.  

Además de todo esto, «el escenario político interno es complejo», explicó. Hay sectores que reclaman un alto al fuego y otros que no están dispuestos a negociar nada con Hamas. “Desde que empezó la guerra hay marchas contra el gobierno de Netanyahu de parte de la oposición, de la población general, de las familias de secuestrados», dijo. 

“Da bronca lo que se dice a nivel mediático, que este es un estado genocida, y se pierde la noción de que somos personas civiles afectadas por un conflicto, que hay proyectos y vidas que se ponen en pausa. Cuando suena la sirena el mundo se detiene y somos millones de personas corriendo a los refugios con el corazón acelerado y no tenemos nada que ver con lo que está sucediendo a nivel político. No digo que en Gaza o El Líbano no están sufriendo las consecuencias de esta guerra pero si no hubiera cúpula de hierro el país ya no existiría”, finalizó.  


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