El cuidado de la piel del adulto mayor: lo que hay que saber sobre las escaras

Las escaras o lesiones por presión tienen una prevalencia del 22% en Argentina y es uno de los principales riesgos del paciente en cama, por ello también se la llama: “Epidemia bajo las sábanas”.

Con el paso de los años la piel produce menor cantidad de aceites naturales que la protegen, por eso ya no es tan suave, se vuelve más fina y frágil. Los cortes, un arañazo, un golpe pueden provocar una lesión y tardan más en curar.

Además de esto, se puede generar fácilmente una lesión por presión, también conocida como escara; cuando la persona se encuentra con movilidad reducida y dentro de una institución médica. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), una lesión por presión se produce por presión, fricción o cizalla. Es un indicador directamente relacionado con la calidad asistencial y repercute en la salud y la calidad de la vida del paciente y de las personas de su entorno.

Esta situación es mucho más común de lo que se cree. Según la OMS, la prevalencia de las lesiones por presión a nivel mundial está entorno del 5 y el 12%, en Latinoamérica es de alrededor del 7%, mientras que en Argentina ese número asciende al 22,5%, de acuerdo al primer estudio nacional de prevalencia de úlceras por presión en Argentina, de 2018.

«22 de cada 100 pacientes que tienen una internación salen de alta con escaras. Además, la humedad provocada por la incontinencia genera 4 veces más riesgo de lesionarse».

Marcela Brocchetto, instrumentadora Quirúrgica que es parte de la unidad de Health and Medical de Essity, líder mundial en higiene y salud, brinda las siguientes recomendaciones para prevenir las lesiones por presión en pacientes con escasa movilidad o en instituciones médicas.

Mantener una correcta rutina de higiene diaria: Se recomienda que se haga una rutina de limpieza del paciente o la persona dependiente, mínimo una vez al día. Lo mismo en un episodio de incontinencia.

Promover una correcta nutrición: es aconsejable que el médico tratante realice una evaluación nutricional del paciente y desarrolle un plan nutricional acorde a su condición de salud y los nutrientes necesarios para su recuperación.

Cambio de posición y revisión constante: se recomienda primero una superficie adecuada de apoyo, utilizar, cuando se necesario, apósitos de amortiguación y al mismo tiempo, realizar una supervisión reiterada de la piel del paciente por parte del cuidador o quien lo asiste.

Cuidar de la humedad generada por la incontinencia: existen cada vez más productos con tecnologías específicas que ayudan a brindar una solución a las personas que sufren incontinencia y que al mismo tiempo cuidan su piel, manteniéndola seca y protegida. Además, se pueden usar soluciones para mantener la piel protegida, formando una barrera cutánea transparente, impermeable y protectora de larga duración.

Soluciones adecuadas: Es importante usar productos hipoalergénicos y libre de latex, para que cualquier persona que tenga piel sensible tenga menor probabilidad de producir una irritación o lesión.

Mantener la piel hidratada: priorizar la utilización de productos hidratantes, sobre todo aquellos que tiene ingredientes naturales.

Finalmente, en caso de presentar una lesión, se debe promover el uso de productos adecuados para mantener la herida limpia y lograr una rápida cicatrización.


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