Científicos descubren “un brote masivo” de gripe aviar letal en pingüinos en la Antártida
Una investigación científica encontró el virus H5N1. El mes pasado ya habían detectado aves muertas infectadas cerca de una base argentina.
Una reciente expedición científica por los mares de la Antártida detectó un hallazgo que pone en alerta a las especies en riesgo de extinción. Por primera vez ese encontró el virus de la gripe aviar H5N1 en pingüinos y cormoranes. Un hallazgo que enciende alertas sobre el riesgo que enfrentarían algunas especies que habitan el remoto continente austral.
En febrero pasado se había detectado el primer caso de gripe aviar en el continente blanco en aves marinas skúas muertas, cerca de la base antártica Primavera, de Argentina. A mediados de marzo de este se volvieron a detectar casos positivos de influenza aviar de alta patogenicidad. Esto fue fue confirmado por el Instituto Antártico Chileno (INACH), un organismo dependiente del ministerio de Relaciones Exteriores que organiza regulares expediciones científicas.
«Esta detección de influenza altamente patogénica H5N1 es por primera vez reportada para pingüinos y cormoranes antárticos», enfatizó la científica, que fue parte de la expedición.
«Previamente ya se había realizado la monitorización en la región y (había) sospechas de altas mortandades de diversas aves tales como skua, y recientemente un grupo español también identificó la positividad de la cepa patogénica de gripe aviar en estas aves antárticas», agregó.
La «alta capacidad dispersiva» de las aves migratorias en los cambios de estación, así como el comportamiento gregario y de fuerte hacinamiento de las colonias reproductivas de pingüinos son factores de riesgo para la propagación del virus, señaló la investigadora.
«Estamos hablando de que existe un riesgo muy preocupante (…) ya que existen especies en peligro de extinción, tales como los pingüinos emperadores y otras aves también de alta relevancia» en la Antártida, dijo León.
«Esto puede promover, aumentar la tasa de transmisión de la enfermedad entre diversas colonias de aves», añadió.
Las muestras fueron obtenidas en trece sitios de reproducción a lo largo de la península Antártica y la costa occidental del continente blanco.
Antecedentes de la gripe aviar
El 24 de febrero pasado se confirmó por primera vez un tipo mortal de gripe aviar en la Antártida, según dijo entonces el español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en muestras de aves marinas skúas muertas, lo que ya había levantado alarma por el riesgo potencial para las enormes colonias de pingüinos.
El mortífero virus se ha propagado con más agresividad que nunca entre las aves silvestres y los mamíferos marinos desde su llegada a Sudamérica en 2022, alertan científicos.
La detección entre los pingüinos Adelia (Pygoscelis adeliae) y cormoranes antárticos (Leucocarbo bransfieldensis) marca «un hito» en la investigación de la salud de la vida silvestre en la Antártida, dijo por su parte el INACH en un comunicado.
El organismo técnico dijo que el descubrimiento fue realizado por el chileno Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (Instituto Milenio BASE), en colaboración con la empresa francesa PONANT y con la participación de un equipo de investigación internacional.
El caso confirmado en la península Antártica, tras otros detectados entre pingüinos papúa en islas cercanas, resalta el riesgo que corren las colonias de la región ante la gripe aviar H5N1 que ha diezmado las poblaciones de aves en todo el mundo en los últimos meses.
*Con información de Noticias Argentinas.
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