Ciberacoso a periodistas argentinas: qué dice el informe que denuncia ataques

Periodistas Argentinas presentó un informe acerca de la tecnocensura que detalla más de 15 casos específicos de mujeres que sufrieron ataques sistematizados, que aseguran la mayoría fueron perpetuados por cuentas vinculadas al gobierno de Javier Milei.

El colectivo de periodistas argentinas emitió un informe titulado «Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnosencura». En el escrito dieron a conocer reiterados ataques que restringen la libertad de expresión, a través de la red social X, aseguran que son en su mayoría perpetuados por cuentas vinculadas al gobierno de Javier Milei.

«El ciberacoso se ha convertido en una práctica sistemática que afecta gravemente a las mujeres periodistas«, escribieron. «Desinforman, intimidan y restringen la participación de periodistas en el debate público y, como consecuencia, socavan la democracia», agregaron.

En el informe destacaron la tecnocensura. No se trata de alguien oculto detrás de un falso perfil, sino que «es un mecanismo financiado para producir desinformación. Este financiamiento puede provenir de grupos de poder o de gobiernos», contaron.

Comentaron que «la red social más agresiva es X y esto tiene una explicación: es una red concentrada en
la discusión política». En el caso de la violencia dirigida hacia mujeres con voz pública, y más precisamente en los casos analizados, «se notaron ciertas particularidades en las estrategias».

Enumeraron que: son ataques sistemáticos, no hechos aislados. Contaron que hay «ataques reactivos, a un posteo, una cobertura, una nota, y hay otros que se perciben como azarosos, “porque sí”, que pueden llegar en cualquier momento y que las entrevistadas relacionan con el ensañamiento y la intención de correrlas del debate público». Por último, identificaron que a menudo, se sospecha, y en ocasiones, se comprueba que «existe una coordinación».

En el caso de la prensa argentina, las agresiones ya no solo provienen de usuarios no verificados o bots, sino también y principalmente «de cuentas verificadas y de integrantes del dispositivo de comunicación oficial, quienes utilizan sus cuentas personales en las redes sociales (especialmente las de X) para multiplicar mensajes que descalifican y desacreditan la credibilidad de estas comunicadoras».

Sobre las consecuencias, el informe puntualiza que todas las mujeres entrevistadas manifiestaron que la violencia en línea tuvo impactos en su participación en la conversación pública.

El 80% limitó su participación en las redes: ha omitido opinar o manifestarse sobre determinados temas. El 40% manifestó haberse autocensurado, evitando escribir o hablar sobre un tema de su pertinencia en el medio o ámbito en el que se desempeña. Un tercio cambió de puesto laboral. Una cuarta parte experimentó despidos o la no renovación de sus contratos, y la mitad tiene miedo de perderlo. Y un 80% temió o teme por su integridad física, indicó el comunicado.


Ciberacoso a mujeres periodistas: la mayoría de los ataques perpetuados en su mayoría por cuentas verificadas


Las periodistas profesionales argentinas que denuncian que han sufrido acoso en la red y las situaciones que han enfrentado cada una de ellas tienen características en común. El informe contó que:

– Son comunicadoras que informan, comentan y opinan sobre política y economía.

– Generalmente, los ataques no los originan sus opiniones personales sino la información que producen en sus medios y comparten en sus redes sociales.

– En la mayoría de los casos que cita el informe, «el ataque ha sido iniciado o replicado por el presidente de la Nación, Javier Milei, desde la red X, lo cual ha derivado en una campaña de trolling muy agresiva en el día del posteo, que se mantiene a lo largo del tiempo con menor intensidad».

– En muchos de los casos, el ataque ha afectado también la relación periodística de estas profesionales con funcionarios y fuentes oficiales.

– La violencia escala tanto y tan rápido que deciden alejarse de las redes o no responder.

– Algunas decidieron usar sus redes sociales de manera unidireccional, solo para informar a su comunidad, pero sin mantener interacciones.

-No creen que sea personal, aunque sí disciplinador.

-Coinciden en que hay un impacto sobre la libertad de expresión.

También, un informe realizado por el sitio Chequeado puntualiza: «en Argentina, las periodistas afectadas han señalado en encuestas que estos ataques son coordinados y provienen de perfiles antifeministas.

También identificaron que una parte de las agresiones surgen de cuentas verificadas de dirigentes de partidos, grupos políticos u otros periodistas.

Un tercio de los ataques tienen un fuerte contenido misógino, seguido de los insultos referidos a la posición política y a la apariencia física de la damnificada.

Los relatos de las periodistas muestran los efectos de la violencia en línea: consecuencias en su salud mental, autocensura con disminución en la cantidad de publicaciones y hasta el cierre de sus cuentas en las redes sociales. Además, algunas judicializaron las agresiones recibidas.

Por último, las mujeres reciben una mayor cantidad de ataques por publicación que los varones. Si tomamos la cantidad de posteos y la cantidad de agresiones por género se puede ver que por cada posteo, los varones reciben en promedio casi dos ataques mientras que las mujeres reciben cuatro es decir, el doble”.


Ciberacoso a mujeres periodistas: los 16 casos


El informe recapitula los casos especificos de Luciana Peker, Ivy Cángaro, Paula Moreno Román, Marina Abiuso, Nancy Pazos, María O´Donnell, Romina Manguel, Luisa Corradini, Silvia Mercado, Sofía Diamante, Jesica Bossi, Ángela Lerena, Cecilia Boufflet, Julia Mengolini, Mónica Gutiérrez y Delfina Celichini.

Algunos de los casos especificos que menciona el informe son: el de Marina Abiuso, exeditora de género de TN. Muchos de los ataques que recibió por redes sociales contenían amenazas de violación, imágenes o vídeos pornográficos. “Estoy segura que había un montón de gente que tenía activada la alarma porque era inmediato: yo escribía y al toque me respondía un ataque”, señaló Abiuso en el informe de Chequeado. La periodista llegó a tener un botón antipánico y terminó por renunciar a los noticieros de TN y El Trece.

El suyo se convirtió en un caso pionero, ya que decidió denunciar judicialmente los ataques recibidos y logró que se aplique una probation contra cinco de los hostigadores.

Otro es el de María O’Donnell, con expresiones como “mentirosa”, “zurda”, “mitómana serial”, «ensobrada”, “pautera”, contaron que la periodista María O’Donnell enfrenta desde comienzos del gobierno de Javier Milei ataques y mensajes de odio a través de redes sociales.

El presidente llegó a dedicarle once tuits el mismo día, tildándola de “mentirosa”. Todas estas agresiones tienen en común la misoginia y la búsqueda de poner en jaque la credibilidad e idoneidad profesional.

Incluso, la Academia Nacional de Periodismo realizó un comunicado en el que advirtió sobre la “persecución” y el “hostigamiento” contra la periodista, que adjudicó a simpatizantes de La Libertad Avanza y a otros periodistas.

Ivy Cángaro, periodista de investigación, recibió amenazas de muerte y publicaron sus datos personales. La Justicia le dio protección policial.

En el caso de Angela Lerena, otra de las periodistas que recibe hostigamiento constante en redes sociales, «la campaña de desprestigio la perjudicó profesionalmente». Se cayeron contratos publicitarios, empleadores le pidieron no hablar de ciertos temas y tuvo una afectación emocional.


Ciberacoso a mujeres periodistas: exigen al estado que prohíba financiar las agresiones


El informe solicita al Estado que refuerce el marco legal para que «restrinja el acoso en línea a periodistas y que la legislación se aplique estrictamente».

También que «imponga obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos y el uso de ejércitos de robots que amplifican los ataques para que respeten los principios de la libertad de expresión y de información, sin que esto implique controlar los contenidos ni censurarlos».

Que «instaure dispositivos de resarcimiento de daños y perjuicios» para las víctimas de ciberacoso (indemnización financiera, ayuda médica y psicológica, etc).

Y por último, que «prohíba financiar agresiones para intentar influir en la opinión pública o para atacar a personas en línea». «En otras palabras, que no se permita ni al Estado ni a los partidos políticos pagar ejércitos de robots para manipular a los usuarios ni para acosar a periodistas», dijeron.

A los medios exigen que asuman la amenaza de ciberacoso y la prevengan. «El ataque no lo debe debe enfrentar la o el periodista en forma individual, sino considerarse como un daño a la libertad de expresión, al periodismo y a los medios y, por tanto, asumir la responsabilidad de contener, responder, litigar si fuera el caso, capacitar y prevenir».


Ciberacoso a mujeres periodistas: el informe



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