Cayó de un balsa, un río de Junín de los Andes lo arrastró y logró sujetarse de un sauce
Durante cuatro horas, el guardafauna Franco Rifo permaneció arriba de la rama de un árbol a la espera de un rescate.
Cuando la balsa en la que se trasladaba junto a otros guardafaunas se dio vuelta en medio del río Chimehuin, a unos 10 kilómetros de Junín de los Andes, Franco Rifo apenas alcanzó a sujetarse. De repente, sintió unos manotazos: era uno de sus compañeros que había quedado atrapado abajo de la balsa. Como pudo, logró sujetarlo y sacarlo a la superficie, pero el agua los arrastró varios metros río abajo. Rifo chocó contra un sauce del que logró agarrarse. Cuatro horas permaneció sobre una de las ramas del árbol, en medio del río, hasta que lograron rescatarlo.
El accidente ocurrió el último miércoles por la tarde cuando un grupo de cuatro guardafaunas de Junín de los Andes decidieron emprender el regreso de una de las recorridas habituales en una balsa desde el Pozo de las Viudas, la parte alta del río. El destino final que nunca llegó era el puente de la ruta nacional 40.
«Esa tarde, el río estaba muy caudaloso por el deshielo -si bien suele bajar con mucha fuerza, no era algo tan habitual-. Íbamos cuatro en la balsa que es tipo gomón; por lo general, solemos ir tres. Casi llegando al Centro Ecológico de Neuquén, por la fuerza del agua, la balsa chocó contra un sauce, se dio vuelta y no hubo tiempo a nada», detalla Rifo a RÍO NEGRO.
Recuerda cada detalle. En ese momento, quedó sujetado a la balsa que estaba hacia abajo. «En un momento, sentí manotazos. Era uno de mis compañeros que había quedado abajo de la balsa y no podía salir. La balsa hace como un efecto sopapa. Estaba desesperado y yo no sé cómo hice para agarrarlo del brazo y sacarlo debajo del agua porque la corriente nos empujaba río abajo«, cuenta.
Además, el agua helada complicaba aún más todo. «Te agarra un shock térmico que te paraliza. Quedas congelado», asegura este guardafauna de 29 años.
De pronto, la corriente los arrastró hacia un sector repleto de sauces. «Es peligroso porque si te tira para abajo no podés salir. De golpe, a unos 50 metros choqué contra un sauce y haciendo fuerza pude sostenerme del tronco en medio del río y ahí me quedé. No tenía forma de salir para ningún lado», recuerda.
Vio que a su compañero lo arrastraba el río hasta que lo perdió de vista por completo. En un momento, recordó que, poco antes del accidente, había agarrado el handy que es sumergible. Todavía lo tenía entre sus prendas. De esta forma, logró dar aviso a las autoridades de Fauna que iniciaron la búsqueda de los cuatro guardafaunas. «Lo difícil era explicar a dónde estaba. En esa parte, el río se ramifica un montón. El que primero me encontró fue Gallardo, un poblador de la zona, que no sé cómo me vio«, señala.
A las 20, una balsa de rescate de bomberos sufrió el mismo accidente, pero en este caso, lograron ser rescatados de inmediato por sus propios compañeros que vieron lo que había pasado.
Rifo fue rescatado alrededor de las 22.30. Cuatro horas permaneció arriba del sauce parado sobre un pie. «Me alivié al saber, por la radio, que mis compañeros habían podido salir del agua. Me quedé más tranquilo. Pero después se hizo de noche y no se veía nada. Estaba muy oscuro. Por suerte, con mi cinto hice como una especie de enlace para treparme a una rama más gruesa que había arriba para estar un poco más cómodo», detalla.
Rifo aún tiene algunos hematomas producto de los golpes y raspaduras. Dos de sus compañeros ya recibieron el alta médica y otro aún permanece internado ya que tiene un riñón comprometido.
«Muchas veces pasa que las balsas se dan vuelta. Sucede mucho con los guías de pesca, pero nosotros participamos de los rescates. Esta vez fue al revés«, dice.
Comentarios