Camino Tacuifí, un condominio que nació en tierras fiscales de Río Negro
El acceso desde la ruta nacional 40, a la altura de El Foyel, hacia la mansión de Joe Lewis tiene varios habitantes y edificaciones.
El camino de Tacuifí es un condominio. En general, las tranqueras que suelen colocarse en este tipo de rutas para evitar que el ganado se disperse, estaban abiertas el martes, cuando RÍO NEGRO recorrió parte de esa traza. El estado del ripio era ese día bastante bueno, teniendo en cuenta que el invierno no fue sencillo.
De todos modos, no son pocos los que viven en la traza y se quejan porque el camino se deteriora y a veces puede ser una trampa.
Y entra aquí el dilema de la responsabilidad del Estado en otra contradicción: más de una vez Vialidad Rionegrina metió sus máquinas para recuperar el tránsito, a pesar de que, dicen los propietarios de este condominio, el camino es privado. Pero la mayoría de las veces las que entran son las máquinas viales de Hidden Lake, contaron a RÍO NEGRO algunas familias que viven en esa tierra en disputa.
La Comisión de Fomento suele recibir reclamos por los servicios, a pesar de que la inmensa mayoría de los que son propietarios u ocupantes de tierras fiscales apoya la decisión de blindar el paso a los extraños.
No hay gas, pero sí electricidad. Un tendido de un solo cable que llega desde El Foyel garantiza un suministro lo suficientemente confiable.
Los sistemas de televisión satelital y de internet inalámbrico entregan confort a esa zona aislada. En seis meses, esa zona de Río Negro volverá a estar en conflicto porque se organizará una nueva marcha hacia el lago Escondido. El efectivo portón de caños tubbing, esos que se usan en el petróleo, se cerrará y sólo podrán entrar los que viven en esa franja de tierra o los que permita ese poder paralelo que existe en el paraje.
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