«Botines Mágicos», el proyecto solidario de Neuquén que restaura y dona zapatillas de fútbol
José y su pareja conforman el equipo solidario que ayuda a niños y adolescentes de la región a jugar al fútbol sin preocuparse por el calzado.
Desde 2019, José Calfanca y Johana Arriagada, una pareja de Neuquén, trabajan incansablemente para cumplir con su misión solidaria. Aprovechando la experiencia de uno de ellos como profesor de fútbol, pudieron identificar las necesidades de aquellos que no podían participar en entrenamientos debido a la falta de calzado adecuado. Esta situación dio origen a la inspiradora iniciativa de «Botines Mágicos».
En dialogo con el programa «Entre Redes» de RÍO NEGRO RADIO, José recordó cómo comenzó este proyecto que sostiene únicamente gracias a la colaboración desinteresada de vecinos y personas solidarias que se unen a la causa. «Yo veía que los chicos llegaban con los dedos afuera a entrenar o a jugar partidos y fue ahí donde comenzó esta iniciativa junto a mi señora».
«Botines mágicos» nació con un recuerdo de la infancia
Sin embargo, el evento que desencadenó el proyecto «Botines Mágicos» fue un recuerdo de su infancia. Juan, un vecino gomero de su barrio, lo ayudó con el calzado cuando era adolescente, y esta experiencia se convirtió en su inspiración para retribuir lo que había recibido. «Tenía 11 años cuando Juan me regaló unos botines Adidas con tapones. Y gracias él pude seguir entrenando, me permitió seguir dentro de la cancha porque yo iba a entrenar con las mismas zapatillas que iba a la escuela».
Hasta el momento, no han recibido apoyo privado ni estatal, pero siguen adelante con su labor. La dedicación y el compromiso de José y su pareja han logrado marcar una gran diferencia en la vida de muchos niños y jóvenes de la región que ahora tienen la oportunidad de perseguir su pasión futbolística sin preocuparse por el calzado.
Respecto a la colecta de los materiales explicó que reciben donaciones de zapatillas y botines en buenas condiciones, pero que le faltan algunos arreglos. «Nosotros no somos zapateros, pero sí los podemos acondicionar con algún pegamento, los lustramos y los limpiamos. Luego lo empaquetamos en alguna bolsita, lo dejamos rotulado con el taller y quedan listos para una futura entrega», detalló.
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