Bomberos de Viedma le salvaron la vida a una mujer de 38 años con maniobras de Heimlich
La acción se realizó en el cuartel de bomberos de Viedma, donde arribó la mujer que tenía problemas para respirar.
Dos bomberos de Viedma le salvaron la vida a una mujer de 38 años que no podía respirar, con rapidez utilizaron maniobras de Heimlich lograron desactivar la situación crítica de la mujer que fue derivada al hospital Zatti de la capital rionegrina.
El hecho ocurrió en la calle Zatti, entre Álvaro Barros y Mitre, en el cuartel de bomberos de Río Negro. Hasta ese lugar llegó una mujer que presentaba una situación crítica y que no podía respirar.
Sin dudar el Sargento Primero Julio Varela, junto al Sargento Juan Coronado, fueron los que la auxiliaron y lograron su mejoría.
Los conocimientos que fueron adquiriendo durante su formación permitió a ambos lograr estabilizar a la paciente y mejorar su estado de salud.
Unos minutos después, arribó al lugar una ambulancia del SIARME (Servicio Integral de Atención Rionegrina de Medicina de Emergencia) y la mujer fue trasladada al hospital Zatti.
Luego de realizarle varios estudios se determinó que no presentaba complicaciones y fue dada de alta sin complicaciones, tras el rescate de ambos bomberos que actuaron rápidamente y que fueron felicitados por parte de la Policía de Río Negro.
La maniobra de Heimlich: cómo se aplica
Este procedimiento nació de la mano del doctor estadounidense Henry Heimlich en 1974. Buscó la forma de aplicar presión en el diafragma de la persona víctima de atragantamiento y que podía ayudarle a expulsar el objeto causante de la obstrucción.
La maniobra se realiza cuando una persona tiene obstruidas las vías aéreas y que es habitual en los niños, aunque también puede ocurrirles a adolescentes y adultos.
Una persona que se está atragantando no puede hablar, toser ni respirar, y podría ponerse de color gris o azulado. La maniobra de Heimlich puede ayudar a sacar ese elemento o comida que obstruye las vías aéreas y se aplica de la siguiente forma:
En bebés:
– Colocar al bebé boca abajo, apoyado en el antebrazo o muslo del adulto en forma transversal.
– Con la misma mano se sostiene su cabeza y se sujeta su mandíbula.
– Con la otra mano se dan cinco palmadas entre los dos omoplatos, con una vía de escape lateral, evitando golpear la cabeza.
– Girar al bebé con mucho cuidado sujetando su cabeza.
– Si el bebé no reacciona, el adulto debe colocarle dos o tres dedos (preferiblemente el dedo índice y corazón) debajo de la línea del pezón y realizar cinco compresiones lentas y profundas en el centro del esternón. Esta maniobra debe alternarse hasta que se produzca la desobstrucción del objeto.
En niños, adolescentes y adultos
– Abrazar a la persona por la espalda y por debajo de sus brazos.
– Poner una de las manos en puño cerrado cuatro dedos encima de su ombligo, en la línea media del estómago.
– Colocar la otra mano sobre el puño.
– Reclinar el cuerpo un poco hacia delante.
– Hacer presión sobre el abdomen en sentido hacia atrás y arriba.
Esta maniobra también puede servirnos si estamos solos
Agarrar una silla y ubicase por detrás. Reclinarse hacia delante, hasta apoyar el abdomen en el respaldo. Hay que apoyarlo entre el ombligo y el esternón. Hacer presión muy fuerte sobre el respaldo para que salga el objeto o alimento atorado.
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