Blanca, de docente a sombrerera: tras jubilarse, se dedicó a «amasar sueños de fieltro»

Vive en Las Ovejas. Conocéla

Blanca y sus creaciones

“Lo más difícil de emprender es ser visibilizada” cuenta Blanca Demaría, que maneja con una sonrisa las contradicciones.

Es que ella encontró en el trabajo en fieltro su forma de mostrarse como artesana, pero a través de la creación de sombreros, que son una forma elegante de «vestir» las cabezas que le harán frente al viento patagónico.

Y así, armando y desarmando esa madeja entre el mostrarse y protegerse con materiales nobles, le dio forma a “Carpe Diem Artesanías”, una propuesta que la enorgullece. Y con la que sueña seguir creciendo.

Una creación de Blanca

“Me encantaría un día tener mi taller y exponer mis producciones. Ser mujer artesana es un gran regalo que me dió la vida. Fue sanar el alma y volar, imaginando otros mundos posibles» sentenció.

En su mundo anterior, esta sombrerera de 60 años que vive en Las Ovejas (Neuquén) fue docente.

Nació en Victoria, Entre Ríos, y llegó a esa localidad hace 35 años. Trabajó como profesora de Ciencias de la Educación en la EPEA N°1 y tuvo tres hijos, que hasta ahora la premiaron con un nieto.

El fieltro es el material preferido de la artesana

En 2017, sin embargo, su vida volvió a cambiar. Se jubiló y descubrió el fieltro artesanal, a lo que le sumó el tejido al crochet.

«Empecé a amasar emociones, que se convirtieron en sombreros a partir del entramado de lanas y vellones de ovejas» recordó.

El paño que les da vida a esos accesorios lo obtiene trabajando en moldes planos, a través de la fricción y el masaje con las manos. “De esa manera casi mágica los vellones se van transformando. El fieltro artesanal es impermeable y térmico. Es un arte sustentable y ancestral que tiene un potencial tremendo. Nos invita a volver a mirar hacia lo nuestro” definió, entusiasmada.

Colorido y simpleza

Trabajar vellones, para ella, es casi tan arduo como emprender. «Amasar caminos a veces no es sencillo, pero allí está el desafío. En reciclar las adversidades y reconvertirlas en oportunidades” destacó.

Mientras tanto, sigue creciendo, y sus sombreros brillan en cada festejo popular en el que se presenta.

Participó en la Fiesta de la Cueca y la Lana, eventos como San Sebastián y ferias de encuentro en Andacollo y Chos Malal. Sus producciones también se exhiben en la Casa de la Cultura de Las Ovejas y en un local comercial de la zona llamado Atrapasueños.

Quienes quieran conocer sus creaciones podrán hacerlo a través del Instagram https://www.instagram.com/arte_saniascarpediem/


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