Bariloche vive su noche sin alcohol y con gran conciencia
Rige desde las 20 la prohibición de venta de bebidas alcohólicas. Es es memoria de los jóvenes que murieron a bordo de un auto conducido por una persona en estado de ebriedad.
La decisión fue adoptada por el municipio hace 12 años, ante la conmoción que generó un siniestro de tránsito que le costó la vida a cuatro adolescentes, y la polémica instalada desde entonces nunca se acalló. Algunos la consideran una herramienta clave para crear conciencia y otros una intromisión en las libertades de decisión y consumo.
La ordenanza que prohíbe una vez al año la venta de bebidas alcohólicas y alcanza tanto a supermercados, kioscos y despensas como a los restoranes, hoteles, bares y cervecerías, cumplirá hoy una nueva edición y el municipio se preparó para duplicar los controles y detectar a los eventuales infractores.
Todo indica que -como suele ocurrir- no serán muchos, porque los bares en su mayoría optan por mantenerse cerrados, lo mismo que algunos restoranes. El resto trabaja pero solo con bebidas analcohólicas, y con una visible disconformidad.
Los dueños evitan confrontar, pero en general no lo ven como una medida educativa o un intento válido de desalentar conductas riesgosas, sino como una prohibición demasiado drástica, que apunta en forma indiscriminada sobre un público que no tiene ánimo de transgredir.
El dirigente de la asociación empresaria Hotelero Gastronómica y dueño de un restorán en la céntrica calle Mitre Gerardo Stocker dijo que “la ordenanza está y la tenés que cumplir”, pero observó que su aplicación arrastra varias “incoherencias”.
Aunque la norma no lo dice expresamente, Stocker consideró que el mensaje está dirigido a un público joven y residente en la localidad. Dijo que si un turista quiere comer “con una copa de vino” y no tiene previsto manejar, porque “está alojado en el hotel de al lado”, es ilógico que no lo dejen.
Señaló que desde las cámaras empresarias lo han hablado “más de una vez” con las autoridades del municipio, pero no hubo ninguna revisión. A su juicio “la campaña es importante, pero hay que difundirlo de otra manera”.
Aseguró que los clientes no lo entienden del todo y algunos se enojan, porque el reemplazo por bebidas sin alcohol está lejos de tener aceptación masiva. “No estoy de acuerdo en empujar a toda la sociedad a algo así, hay otros caminos para concientizar”, dijo Stocker.
Tensión inocultable
La postura del dirigente empresario choca de lleno con la sostenida por los integrantes de la Mesa 6 de Septiembre, que fueron los promotores iniciales de la veda y consideran que su imposición, aunque sea una vez al año, “ha servido para instalar cada vez más la idea de consumo responsable”.
La Mesa se formó para desalentar los excesos del consumo de alcohol asociado a la conducción de vehículos y sus impulsores iniciales fueron los familiares y allegados de cuatro adolescentes que murieron en la fecha evocada, hace ya quince años.
Esa madrugada Laura González, Eduardo Mansilla, María Esther y Marina Betancour (todos de entre 14 y 17 años) acababan de salir de un boliche céntrico y el vehículo en el que viajaban de regreso a sus casas en el barrio Virgen Misionera se despistó en la avenida Bustillo. El conductor estaba alcoholizado, pero logró sobrevivir.
La actual legisladora provincia Claudia Contreras integra desde hace años la Mesa 6 de Septiembre (desde que era concejal) y dijo que “todo lo que se pueda hacer es fundamental” y que la noche sin alcohol es “un elemento más” para apuntalar la prevención.
Aseguró que en la historia construida en los doce años que lleva la ordenanza “los logros fueron muchos”, pero admitió que aun así “se siguen lamentando víctimas, y todavía hay grupos de whatsapp en los que se avisan dónde están los controles de alcoholemia”.
Contreras lamentó que una buena parte de los comerciantes “cierren sus locales en lugar de trabajar como cualquier día y hacerle entender a la gente los riesgos del consumo excesivo de alcohol”. Advirtió sin embargo que el rechazo está en declinación.
“Cuando discutimos la ordenanza los convocamos para opinar y era terrible lo que decían algunos, como que se acababa el mundo. Pero no pasó nada de eso -explicó-. Lo que hay detrás de la noche sin alcohol es una búsqueda de comprensión y de solidaridad. Pero si siguen planteando lo mismo es que no se ha entendido nada”.
Los dueños de restoranes y cervecerías dicen que la facturación se resiente sin remedio si no pueden vender alcohol, y no hay bebida alternativa que lo reemplace. Pero en la decisión de cerrar, según sostuvieron algunos, también influye la decisión de evitar discusiones con los clientes, “porque uno les explica, pero igual se enojan”.
Stocker apuntó como detalle que esa realidad puede tener sus matices y que “en Europa avanza mucho la moda de la cerveza sin alcohol”, que no tiene mayor diferencia con la “común” y que “tarde o temprano va a llegar”.
La ordenanza 2064, sancionada el 19 de agosto de 2010, “instituyó” la llamada “noche sin alcohol” para el primer sábado “igual o posterior al 6 de septiembre de cada año”.
Ese día, entre las 20 y las 8 del domingo, está prohibida “la venta, expendio o suministro de todo tipo de bebidas alcohólicas, al copeo o en envases cerrados, en todo el ejido de Bariloche”.
Otro de los objetivos declarados fue el de crear “espacios de recreación” para los jóvenes sin consumo de alcohol, de modo que “no pongan en riesgo su salud e integridad física”.
Durante algunos años esa misma noche el municipio organizaba fiestas para jóvenes en algún gimnasio público, con bandas de rock, juegos y expendio de tragos sin alcohol. Pero este año no lo repetirá.
En los fundamentos de la ordenanza se dejó en claro que la recomendación no bastaba y era necesario legislar para “dar continuidad a la jornada” y que no dependa solo “de la buena voluntad de algunos comerciantes y empresas de Bariloche”.
El jefe municipal de inspectores de comercio, Pablo Anfuso, dijo que la previsión para hoy es “reforzar” el operativo de fiscalización con cuatro parejas (generalmente son dos), encargadas de recorrer toda la ciudad, más una quinta pareja que trabajará en Catedral. Señaló que los bares y restoranes ponen más cuidado en el cumplimiento. Tampoco suele haber infracciones en los supermercados, y lo que más trabajo les da es “la venta clandestina de alcohol en casas particulares”.
Anfuso dijo que en esos casos, al tener impedido el ingreso porque no se trata de comercios habilitados, “si el inspector constata de modo fehaciente, realiza el acta de infracción. Y si no la quieren recibir la deja en el buzón y después les llegará la citación del Tribunal de Faltas”. En algunos casos consiguen órdenes de allanamiento con intervención judicial.
Según su experiencia, “año a año se producen no más de 6 ó 7 infracciones” en las noches sin alcohol. Admitió que “muchos comercios cierran, aunque no es la idea de la ordenanza”.
Anfuso dijo que las multas en esta noche puntual son más severas, pueden alcanzar los 77.900 pesos y también prevén clausuras por 10 días.
Corridos los años, la exhortación que buscó imponer el municipio con la noche sin alcohol no cuajó del todo y pesa todavía una disidencia silenciosa. El sector gastronómico tiene asumido que cada año, a comienzos de septiembre, les tocará un día muerto, de descanso y facturación cero. Así lo dio a entender Cristian Tortorelli, propietario de Kutral (en la calle Juramento) y referente de la Asociación de Bares y Cervecerías. “La mayoría cerramos, porque no se justifica -afirmó-. Damos por sentado que es una noche que no se trabaja”.
Subrayó sin rodeos que la prohibición les quita facturación, aunque aclaró que no tienen ánimo de confrontar y no ve la medida “como algo malo en sí”. Según Tortorelli, “está bien que se busque generar cada día más conciencia sobre lo ocurrido (con el consumo excesivo de alcohol) y lo que puede seguir pasando”, si bien no existe acuerdo en el método.
“Lo que yo pienso y que también te van a decir otros, es que tal vez para evitar que la gente maneje alcoholizada ayudaría mucho tener un mejor transporte público -dijo el comerciante-. Hoy no podés volver a tu casa porque no hay colectivos después de la medianoche, tampoco se consiguen taxis o remises. Es un problema no solo para los clientes, también para los trabajadores. Una de las soluciones iría por es lado”.
Tortorelli advirtió también que la noche sin alcohol “en un punto es contraproducente” porque “el día anterior suele ser una jornada de mucho consumo” e incluso el mismo sábado, en las horas previas a las 20 “la venta de bebidas alcohólicas en supermercados y almacenes es excesiva”, con su correlato de reuniones privadas donde el consumo sería abundante. Algo parecido a lo que suele ocurrir en vísperas de elecciones.
La legisladora Contreras sostuvo que con el trabajo desarrollado en prevención de consumo alcohólico, Bariloche y su Mesa 6 de Septiembre ya son “una referencia” de alcance regional. Dijo por ejemplo que “ha tenido eco en Villa Regina” y que existe también una normativa provincial que establece el 6 de septiembre como una fecha para trabajar el tema en las escuelas.
La Justicia convalidó una clausura del municipio
Una sentencia de clausura que fue aplicada en 2011 por la Justicia de Faltas municipal a un restorán de la avenida Bustillo por violar la prohibición establecida en la “noche sin alcohol” fue apelada en dos instancias y llegó al STJ, que siete años después terminó por darle la razón al municipio y ratificó la constitucionalidad de la ordenanza.
El litigio involucró al restorán El Patacón, cuyos propietarios alegaron que la sanción municipal los había privado de ejercer el comercio y violentó su derecho a trabajar. Señalaron que “el presupuesto básico de la administración pública es la realización del interés público”, que la habilita para ejercer poder de policía. “No se advierte irrazonable la valoración del bien jurídico salud pública al establecer una restricción a la venta de alcohol por único día al año”, dijeron los jueces.
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