Bariloche: 90 años de rescates y búsquedas en las montañas, el trabajo de la Comisión de Auxilio del Club Andino

Un libro de Toncek Arko recopila los operativos más impactantes de la Comisión de Auxilio de Bariloche. Avalanchas, accidentes, extravíos y más.

Corría el año 1934 en Bariloche y la denuncia por la desaparición de dos alpinistas italianos en el cerro Tronador en medio de una tormenta motivó la puesta en marcha de un operativo de búsqueda que sería el primero de otros 606, según los registros hasta 2022. La Comisión de Auxilio (CAX) del Club Andino Bariloche cumplió 90 años.

El libro “Rescates en montaña”, de Toncek Arko, hace un repaso por los accidentes más graves que requirieron un mayor despliegue. La publicación tiene 288 páginas y más de 290 fotografías, con relatos de rescates y búsqueda de extraviados. Los textos incluyen entrevistas a los rescatados y los voluntarios que, ante cualquier emergencia en la montaña, hacen a un lado sus ocupaciones y se disponen a salir al rincón que sea necesario en la región para prestar ayuda.

“En febrero se cumplieron 90 años de la primera salida de auxilio en montaña efectuada por andinistas nucleados en el Club Andino Bariloche. Ese auxilio desinteresado, solidario y comprometido se repitió centenares de veces a lo largo de los años”, comienza diciendo Arko.

Rescate de una persona accidentada en el cerro López en 1942. Foto: gentileza

La misión de la Comisión de Auxilio fue auxiliar a personas accidentadas o extraviadas en la montaña, sin importar de dónde son, quiénes son o si cometieron alguna imprudencia.

El primer relato que recoge el libro es el accidente fatal en el cerro Tronador en 1934. En ese momento, dos compañeros de los andinistas desaparecidos denunciaron lo sucedido. La primera patrulla de búsqueda estuvo integrada por Otto Meiling y Germán Claussen. “En esos días -cuenta Arko-, se generó revuelo en la ciudad porque se supo que había llegado un grupo de alpinistas italianos bien equipados con intenciones de escalar el Tronador por el lado chileno. La montaña no había sido ascendida. Los italianos cruzaron por el Paso Vicente Pérez Rosales hacia Chile”.

La Comisión de Auxilio se conformó en 1934 con el primer pedido de intervención en el cerro Tronador. Foto: gentileza

Los rescatistas no lograron dar con las personas desaparecidas y dedujeron que estos fueron sorprendidos por una tormenta y probablemente cayeron sobre el ventisquero Casa Pangue donde resultó imposible buscarlos. Los italianos iniciaron la nómina de 22 montañistas desaparecidos en estos 90 años en el cerro Tronador.

Tres años después, un telegrama informaba sobre una desgracia en el Cerro Puntiagudo que había involucrado a los andinistas Hermann Hess y Rudi Roth. Una vez más, se solicitaba auxilio a la CAX.
Ese mismo día por la noche, Meiling y Juan Neumeyer partieron al Lago Moreno para continuar en una lancha cedida por Parques Nacionales hacia Puerto Blest. Una tormenta dificultó la navegación, pero llegaron al lugar.

Hess, un guía de montaña, sufrió algunas heridas. Contó que tanto él como Roth sufrieron una caída mientras descendían por la montaña en medio de la tormenta. Perdió contacto con su compañero. Los rescatistas barilochenses inspeccionaron el área del accidente como así también las grietas. Sin embargo, por la nieve caída y la extensión del área no encontraron rastros de Roth. La búsqueda se prolongó por varias semanas más sin resultados positivos.

Arko indicó que el cuerpo fue encontrado el 18 de abril de 1938 accidentalmente. Fue extraído del glaciar y sepultado en el mismo volcán. Sus padres y su hermano, junto a amigos, impulsaron la construcción de un refugio en el cerro Vichadero tres años después que fue desarmado por los carabineros de Chile durante el conflicto de límites del Beagle.

La avioneta se estrelló en el cerro Meta, pero nunca pudieron ubicar al piloto. Foto: gentileza

Otra sorprendente historia ocurrió en agosto de 1955 cuando una avioneta pequeña desapareció tras la caída de una lluvia de cenizas del volcán chileno Linahue. El cuadriplaza era piloteado por Carlos Alberto Mulhal del Aeroclub de General Roca. Finalmente, por el testimonio de pobladores que vieron el avión, éste sobrevolaba las montañas próximas a los lagos Gutiérrez y Mascardi.

Desde el Aeroclub Bariloche solicitaron la ayuda de la CAX para buscar la aeronave que finalmente se encontró en el cerro Meta. El libro recalca que “el aparato estaba en buen estado, aunque del piloto no había rastro”. “Los socorristas constataron que salió con vida del avión y debió emprender el descenso por alguno de los cañadones”, detalla.

En esa ocasión, el Club Andino Bariloche organizó el operativo para bajar el avión y el Ejército aportó tres trineos, carpas, cuerdas y otros materiales. En primer lugar, retiraron el motor que pesaba 200 kilos; luego, las alas y finalmente, el fuselaje.

La avioneta se estrelló en el cerro Meta, pero nunca pudieron ubicar al piloto. Foto: gentileza

La avalancha en el cerro Ventana el 1 septiembre de 2002 es definida en el libro como el mayor accidente en las montañas aledañas a Bariloche. Ese día 15 estudiantes de la carrera de Educación Física de la Universidad Nacional del Comahue descendían del cerro, junto al guía Andrés Lamuniere. Provocaron una avalancha de placa que los arrastró. Siete personas resultaron heridas y hubo nueve muertos.

El juicio comenzó en abril del 2005 a cargo del Tribunal Oral de Roca que condenó a Lamuniere. Fue el primer juicio oral y público por un accidente en la montaña en Argentina consiga el relato de Arko.


Un terremoto sacudió el sur de Chile en 1969. La CAX fue convocada para asistir a un grupo de andinistas sepultados por un derrumbe de rocas en el volcán Osorno. Encontraron solo algunos cuerpos.


En febrero del 2000, se llevó a cabo un rescate en la región del cerro Cox donde se accidentaron dos caminantes que realizaban la travesía entre los Brazos Machete y Blest. Todo ese operativo se realizó en helicóptero.

El mal tiempo había obligado a los andinistas a permanecer en el cerro durante dos jornadas. Cuando reanudaron la marcha, iniciaron el descenso al Arroyo Bravo y sufrieron una caída que resultó en golpes y fracturas. Según relataron, patinaron entre las piedra mojadas por la lluvia. Afortunadamente, tenían buen equipo y abundante comida.

Tras este accidente, Parques Nacionales declaró la zona como «reserva estricta» y no puede ser visitada sin autorización previa.


El libro también detalla las dos avalanchas fatales que se produjeron un mismo día de septiembre del 2007. La primera ocurrió a las 14 en el cerro López y atrapó a dos personas que ascendían con tablas de snowboard.

Esa tarde, Mauricio Aguirre, de 23 años, entrenaba en la nieve fresca. See estima que había entre 20 y 30 centímetros de nieve nueva sobre una base dura «lo que generó el máximo peligro de avalancha de placa». La avalancha ocurrió y Aguirre fue arrastrado y quedó sepultado. Se convocó a la CAX y Mapi, la perra entrenada para buscar personas sepultadas en la nieve, detectó la posición del joven en solo 15 minutos. Sin embargo, Aguirre no logró sobrevivir porque estuvo cuatro horas enterrado debajo de un metro de nieve.

El segundo siniestro se produjo una hora después, en un sector fuera de pista en el cerro Catedral. Sepultó a Dimitri Roux, un turista francés de 20 años.


El dificultoso descenso de una persona accidentada. Foto: gentileza

Final feliz

El libro también define la búsqueda y el rescate del joven Nahuel González Canosa en enero del 2005, como “el operativo más numeroso en las montañas de Patagonia, con más de 200 rescatistas, helicópteros, motos de enduro y aviones”.

Ese 3 de enero, el muchacho de 17 años caminó, junto a su abuela y su perra, desde el refugio Neumeyer hasta la Laguna Verde. Nahuel dijo que caminaría hasta unos manchones de nieve y su abuela le manifestó que regresaría despacio hasta el refugio para que la alcance. Pero Nahuel no regresó.

La búsqueda comenzó ese mismo día y se constató que el joven nunca llegó a los manchones de nieve ya que no había rastros. “El área de búsqueda -especifica Arko en el libro- es considerada un terreno relativamente fácil que no tiene sotobosque, no presenta cañadones ni arroyos y todos los valles se dirigen a caminos vehiculares y poblados. Por eso, en la Comisión de Auxilio había desconcierto”.

Días después, Nahuel fue encontrado en la zona del arroyo Botella. Fue hidratado y contenido. “El chico dijo que veía sobrevolar a los helicópteros, agitaba la campera, pero nunca lo vieron. Dijo que después de mucho caminar y constatar que estaba perdido, armó una casita junto a un cauce de agua. Durante las noches, metía a su perrita dentro de su campera para darse calor mutuamente”, relata.

Arko cita al ingeniero Juan Pablo Falaschi, experto en orientación de montaña, conocedor de la zona del Challhuaco y el arroyo donde fue encontrado el joven: “Dijo que estaba en línea recta a 3,2 kilómetros del refugio y a solo 1.600 metros del sendero que baja por el valle del Botella.

En los últimos años, se han incrementado en gran medida las búsquedas y rescates por parte de la CAX debido al crecimiento de la afluencia de personas. A modo de ejemplo, en 1934, hubo solo una salida; en 1967 ya había un promedio de 3; en 1983, 10; en 1994, 15; en 2018, 47 y en 2022, último año del registro, 51. Si bien la mayoría ocurre en verano, aumentaron los operativos invernales debido a las prácticas de esquí de travesía.

Arko destaca que “en estas nueve décadas, el mundo cambió totalmente. También lo hizo el montañismo y la forma de ascender a las montañas. Mejoraron las técnicas, los equipos y las comunicaciones. También hay pronósticos meteorológicos exactos y mapas digitales con senderos interactivos que se pueden descargar de internet”.

Concluye que la Comisión de Auxilio también evolucionó y hoy está formada por voluntarios profesionales que “mantienen el espíritu de solidaridad y el compromiso”.

La mayoría de las intervenciones es en verano, pero aumentan los operativos en invierno por el crecimiento del esquí de travesía. Foto: gentileza

Campaña solidaria para la CAX

Hoy la CAX es liderada por tres socorristas: Nahuel Campitelli, un experto guía de alta montaña, Federico Durruty, entrenador de perros de búsqueda y, el paramédico Francisco Velázquez. Todos los meses hay dos voluntarios de guardia permanente y un listado de 60 voluntarios que pueden ser convocados para actuar ante una emergencia.

El Club Andino Bariloche inició la segunda etapa de la campaña solidaria para reunir recursos destinados al equipamiento e insumos que demanda la Comisión de Auxilio. En esta oportunidad, ofrece el libro “Rescates en montaña” que se puede adquirir en la sede social del CAB, en 20 de Febrero 30 en Bariloche, de lunes a viernes, de 9 a 18.


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