«Bare minimum monday»: la tendencia que propone el equilibrio entre trabajo y vida personal

Las tendencias recibieron equivocadamente nombres con connotaciones negativas como “renunciando en silencio” y “lunes de hacer lo mínimo” pero, en realidad, proponen iniciativas relacionadas con el cuidado de la salud mental, según una experta.

A medida que le damos más importancia al cuidado de la salud mental, surgen nuevos conceptos que nos brindan herramientas para lograr un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, sin comprometer la salud. Erróneamente nombrada quiet quitting, esta tendencia refiere a poner límites saludables en el ámbito laboral y realizar sólo las tareas para las que se fue contratado sin extralimitarse a coste del propio bienestar. Por su parte, un nuevo término haciéndose eco en las redes sociales es are minimum monday, que en español refiere a “lunes de hacer lo mínimo”. Aunque su nombre se toma literal, esta tendencia busca sacarle el peso y la gran expectativa que ponemos al primer día de la semana laboral para enfocarnos en alcanzar sólo las obligaciones primordiales.. 

La licenciada en Psicología Yamila Ailén Altamirano nos explicó:“Los conceptos quiet quitting y bare minium monday se unen en parte al cuidado de la salud mental ya que proponen iniciativas relacionadas con el autocuidado, que es uno de los pilares fundamentales en el cuidado de la salud mental”. Además, hace énfasis en que estas tendencias no se deben reproducir de manera exacta como si fueran una fórmula mágica, ya que es necesario poder identificar qué se puede tomar de ellas teniendo en cuenta el contexto de cada persona.

Altamirano describió al quiet quitting como una tendencia que surge por parte de los trabajadores para poder expresar de algún modo su insatisfacción laboral, pero aclaró que esa misma tendencia invisibiliza el malestar cuando no nos permite expresar. “Es de suma importancia tomar de esta tendencia la puesta de límites en el ámbito laboral. Por ejemplo,  en cuanto a las tareas que tengan que realizar, respetar los horarios laborales ingresando a la hora correcta y retirándose del trabajo a la hora establecida por contrato evitando la realización de horas extras, evitar llevarse trabajo al hogar, entre otras. De esta manera, buscar un equilibrio saludable entre la vida laboral y la vida personal”, agregó la psicóloga. 

Con respecto al bare minimum monday, dijo: “Está planteado para poder empezar la semana dejando de lado la lista de un sinfín de actividades las cuales generan ansiedad, malestar, angustia y estrés el día domingo por la llegada del fastidioso lunes. Muchas veces este día viene con una carga de querer solucionar la semana entera a nivel laboral y personal, con ese peso de comienzo tal como ‘el lunes empiezo a comer sano’, ‘el lunes comienzo a entrenar’ y quizás estas actividades no se llevan a cabo nunca, pero ya existe esta presión sobre este día de comienzos, muchas veces frustrados”, precisó Altamirano.

Preguntamos en nuestras redes sociales a nuestros lectores cuáles son las razones por las que a veces nos cuesta arrancar los lunes, y entre todas las respuestas, la mayoría puede resumirse en:

– “Los fines de semana son muy cortos y la semana muy larga y no se llega a descansar bien

– “Trabajamos mucho y sabemos que nos esperan muchos días de no parar

– “Me agota saber todo lo que me queda por hacer en los siguientes 4 días

– “No me gusta mi laburo

– “Hay que cumplir con las  obligaciones que nos impuso la sociedad para sobrevivir”.

Para Altamirano, los beneficios de tomar el lunes con más tranquilidad y estipular expectativas realistas para el día pueden hacer que el trabajador comience la semana laboral cuidando su bienestar, reduciendo el estrés y la frustración en torno a las tareas que no pueden cumplirse. Crear estructuras con horarios saludables dando lugar para otras actividades placenteras y reduciendo el agotamiento laboral, es un excelente primer paso.

Algunas recomendaciones que brinda la licenciada en Psicología para incorporar hábitos de autocuidado laboral van más allá de solo el lunes, ya que explica que para favorecer realmente el propio bienestar hace falta hacer cambios generales a lo largo de la semana.

Organizar: realizar un cronograma de las actividades semanales distribuyéndolas de manera acorde, para no crear un “lunes mínimo” y luego colapsar algún otro día.

Realizar actividades recreativas: salir a caminar, realizar alguna actividad deportiva o actividades relacionadas al arte como pintar, tocar algún instrumento, cantar, etc.

Compartir con familia y amigos: realizar actividades con personas cercanas al aire libre creando momentos de disfrute y conexión con la naturaleza. Muchas veces pensamos que hacer planes es costoso, pero podemos hacer un lindo picnic en algún parque o plaza sin gastar nada. 

Separar espacios: separar los espacios de trabajo de los espacios personales, desde las redes sociales, las llamadas o chats laborales fuera de horario. Esto nos ayuda a marcar un límite y realmente desconectar durante las horas de descanso. 

Establecer momentos de desconexión virtual: crear espacios en los cuales no estemos conectados a la tecnología y podamos conectar con la realidad, volver a la lectura de libros para fomentar la imaginación, la motivación y la atención.

Registrar emociones: registrar nuestros pensamientos, emociones, situaciones que nos generan estrés y cómo reaccionamos a ellas en una libreta. 

Expresar lo que me sucede: si puedo identificar que mi estresor está relacionado con el clima laboral es importante, si el contexto lo posibilita, poder expresarme con alguna persona encargada del área de recursos humanos o con el encargado/a del sector. Plantear la situación de malestar en cuanto a exigencias o clima laboral para intentar, de este modo, generar algún cambio favorable.

Descansar: permitirse descansar los días no laborables y no llenarlos de miles de actividades, incluso aunque sean recreativas, ya que muchas veces los fines de semana quedamos muy cansados y no llegamos a recuperar energías para arrancar la semana.

Meditar:: utilizar esta técnica para poder conectar con nuestra respiración y llevar la atención hacia el momento presente. Hay meditaciones guiadas en internet que se pueden hacer al levantarse y antes de dormir.

Pedir ayuda: no es necesario llegar a sentir que “ya no podes más” para pedir ayuda, refúgiate en amigos/as o familiares que puedan acompañarte en esta situación. Si el malestar es constante podés consultar a un profesional del área de salud mental.

Finalmente, Altamirano explicó que al sacar el trabajo del centro de la vida, “es posible destinar horas para otras actividades recreativas, deportivas, familiares, de descanso o para algún proyecto personal. Es muy importante poder marcar estos límites en el espacio laboral cuando la persona trabaja en alguna empresa, como así también cuando es su propio jefes, profesional independiente, emprendedor o trabajador freelance”.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.



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