Barberías de Neuquén, el furor de los adolescentes sin barba

Van por ese corte de pelo que es tendencia. La mayoría apunta al “Taper Fade”. El estilo es un rapado en “degrade”. Las pibas también se animan a todo.

Ya es tendencia en el mundo adolescente del país y de Neuquén y no se trata de una nueva red social. Sino que estamos hablando de las barberías. Cada vez más chicos a partir de los 11 años recurren a lugares especializados para llevarse en sus cabezas un “Taper Fade”, un “Mullet, un ”Mod Cut” o un “Low Fade”.

Vienen de cortarse el pelo en la pelu del barrio como dispone mamá o papá. Tranqui. Tradicional. Hasta que un día las cosas cambian y reclaman algo propio. Ya no se contentan con un pelo ordenado, sino que ahora buscan su estilo propio, ese corte que portan en sus cabezas como un estampa de su identidad. Los estilos se transforman en tatuajes que van renovando mes a mes. «Amigo que fachero te quedó», es lo que reciben los adolescentes cuando llegan a su grupo de pertenencia. Es que es lo que va.

En ese universo se metió DIARIO RÍO NEGRO, a través de la puerta que abrió Barbería Grekk de la ciudad de Neuquén, que tiene del total de sus clientes, un 95% de adolescentes.

Flor fue la encargada de habilitarnos el ingreso, un salón amplio y luminoso, con un gran ventanal que desde la barda mira la ciudad. Cuatro sillones, tres ocupados por adolescentes y tres barberos en plena “faena”, Gabriel, Tobías y Valentín, ninguno supera los 30 años. De fondo, música del moda.

Y si de moda hablamos, Gabriel Hernández, uno de los dueños de la tijera y de la navaja del lugar , contó que las tendencias del momento son el “Low Fade”, el “Mullet”, pero el que se lleva todos los números es el “Taper Fade”.

Son todos estilos que tienen como base principal el “degrade”, es decir, un rapado en distintos niveles de intensidad desde el inicio del lóbulo de la oreja hasta la nuca. El resto del cabello va más largo o más corto de acuerdo a las preferencias del cliente y de la fisonomía de su rostro y su cráneo.

Un detalle en el que coincidieron barberos y clientes: “El flequillo jamás debe quedar muy por encima de las cejas porque no quieren exponer la frente. “El flequillo se recorta a la altura de las cejas o más abajo, nunca más arriba”, comentó Valentín Mercado que tenía en su sillón un adolescente de enormes ojos claros y que pidió tapar la frente. Como no había con él un adulto que autorizara la publicación de su nombre, lo vamos a llamar Paulo.

¿Por qué no querés un flequillo más corto para mostrar esos ojos?, fue la pregunta inmediata. “Porque me siento más cómodo así”, respondió. El barbero hizo un gesto de aceptación y agregó “buscamos darles un corte con el que ellos sientan que son ellos, que sea parte de la imagen que están construyendo”.

En el sillón de al lado, estaba Tobías Santillán. Su cliente llegó con un corte ya definido. Era la primera vez que se cortaba con el barbero, antes se puso bajo las tijeras de Valentín y Gabriel. Esta vez quiso probar. “Voy a quien me pueda atender en el momento que mis viejos me pueden traer. Todo bien con todos. Ahora vamos con él”, dijo el adolescente y luego del recorte final y de mirarse al espejo se fue contento con su look.

Los barberos comentaron que si bien la mayoría de los chicos vienen con un corte ya elegido “y te muestran la foto y piden eso”, ellos se toman un tiempo antes de empezar porque hay primero cuestiones que analizar. Por eso, el turno dedicado a cada cliente puede durar entre 40 minutos y una hora.

Hacemos un estudio visual porque cada cabeza es diferente. Puede tener remolinos o no, tener las cejas más marcadas o no, vemos la forma de su cráneo en la parte posterior para determinar el degrade que le quedaría mejor y en eso uno va viendo qué rasgos de su rostro y de su cabeza se pueden resaltar con el estilo que eligió para que el corte acompañe su personalidad y se sienta bien con eso”, dijo Gaby. Mientras transcurre el corte, van ajustando detalles con sus clientes sobre largos y patillas, por ejemplo.


En estos espacios también las chicas rompen estereotipos


“El pelo es pelo, no tiene género”, disparó Gabriel y coincidieron sus colegas. Pensar de ingresar a una barbería y encontrar solo varones es hoy, algo que ya está fuera de agenda. Las chicas también concurren allí para buscar un “Taper Fade”, un “Mullet” o un “Low Fade”.

“Sí, claro son minoría, pero vienen. Se sientan acá y te dicen quiero este corte. Hacemos el mismo procedimiento, vemos su rostro, su cráneo, su pelo y charlamos con ellas para definir el estilo”, comentó el barbero Tobías.

Los “artistas del pelo” sostuvieron que así como las mujeres solicitan en las estéticas servicios del cuidado de la piel como mascarillas y baños faciales y hoy los varones se animan a estas prácticas estéticas, también hay chicas que vienen por un corte que “erróneamente es considerado solo de varones”.

El estilo de cada uno no depende del género. Los cortes y la manera en que cada uno elige llevar su pelo no depende del género. Depende de la persona. Insisto, el pelo no tiene género”, cerró el barbero.


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