Bárbara Bavdaz: la artista de Bariloche que plasma paisajes con acuarelas
Tendrá una muestra de 27 acuarelas llamada “Refugios”. Se podrá visitar hasta el 6 de septiembre.
“Refugios” es la muestra de 27 acuarelas de Bárbara Bavdaz que se expone en la sala Frey del Centro Cívico de Bariloche y que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre. La selección está inspirada en los paisajes patagónicos.
“Con la pandemia, retomé la pitura que estaba medio rezagada. Salgo mucho a la montaña, hago deportes al aire libre y ahí encuentro gran parte de mi inspiración. Es algo que me llena el alma y me dan ganas de plasmarlo con las acuarelas”, resumió la artista barilochense.
“Uno, como acuarelista -agregó-, va indagando en distintos temas. No solo pinto paisajes. Pero en esta serie de pinturas de paisajes de la Patagonia, el agua tiene mucho protagonismo, al igual que la nieve o los bosques”.
A la hora de pintar, para Bárbara, el proceso no siempre es el mismo. La mujer advirtió que cuando sale sola a la montaña, o con su pareja, suele hacer un dibujo, un croquis del lugar que la inspiró y que después volcará en las telas. En invierno, cuando las salidas son grupales y con esquíes, prevalecen las fotos.
«Lo bueno del croquis es que registras lo más importante, la sensación que te produce ese lugar: el juego de luces y sombras, alguna cascada de agua, un árbol con determinadas formas. Lo que más me llama la atención son los contrastes de luces y las formas variadas«, consideró Bavdaz.
«A diferencia de la foto -acotó-, en la pintura uno pone algo de sí, tratando de realzar el punto focal, de hacer algo más interesante, de darle una vuelta de rosca. Si ves en la naturaleza algo que te resuelve eso, ahí ponés el ojo».
Reconoció que, por lo general, al caminar por algún lugar no puede evitar pensar cómo lo pintaría. «Hay muchas formas de encarar: ¿empiezo por lo oscuro o por los blancos?, ¿me reservo el blanco? Voy pensando cómo pintaría un determinado paisaje o punto focal que me gustó. Me sale naturalmente», planteó y calificó «el lugar donde vivimos como una maravilla. Muchos sacamos fotos, pero la foto no es lo mismo que sentís cuando estás en esa inmensidad de todo nevado, con un arbolito en el medio solitario. O rodeado de piedras. O cuando vas a la estepa. Querés transmitir esa belleza que ves».
Cuando se le consulta por el momento en que se enamoró de las acuarelas, la mujer admitió que es «de toda la vida» y valoró su «delicadeza». «Siempre estuve enamorada de la técnica porque es fresca. En mi vida, soy un tanto estructurada. Por eso, me gusta esta cosa de que el agua que no siempre se puede controlar. A veces, temina en resultados espectaculares que no esperabas; otras, hay que tirar todo y empezar de nuevo«, acotó.
Hace años que pinto y cuando arrancás, nunca sabés cómo va a terminar: si te va a encantar o vas dar vuelta la hoja y pintar del otro lado, como tantas veces me ha pasado”,
Bárbara Bavdaz, artista de Bariloche.
En su vida, Bárbara intenta buscarle un espacio a la pintura porque, en realidad, es bioquímica. «Busco espacios porque motivos de inspiración siempre hay. Cuando tengo un ratito, arranco. A veces, empezas y terminas en una o dos tardes«, subrayó y mencionó que cuando se terminan, «algunas obras quedan o se retoman para buscarle una vuelta de rosca. A veces, te gusta solo un pedazo de la obra y sacas todo el resto para armar algo con lo que no querés descartar».
Enamorada de su obra
En 2007, Bavdaz arrancó con clases de acuarelas a través de Carolina Gutovnik. Asegura que en ese momento hizo «un click». Pero con los años, dejó de pintar por falta de tiempo entre el trabajo y niños pequeños. «En pandemia, al tener más tiempo libre y estar obligados a estar encerrados, me reencontré con ese tiempo que no tenía. Me di cuenta de lo mucho que me gusta y el placer que me genera«, reconoció.
Definió pintar como «una especie de meditación». «Estás tan en el presente, en lo que hacés, que tu cabeza no se puede ir a ningún otro lugar. Muchas veces, tengo la radio puesta y me doy cuenta que ni siquiera le estoy prestando atención», dijo.
«Refugios» es la primera exposición de Bavdaz. «¿Cómo impacta esto de exponer las obras, algo tan íntimo?», se le consultó. «Es el resultado de mucho proceso interno. Me costaba mucho mostrar lo que pinto, pero estos dos últimos años, fue un proceso más de aceptación interna, uno hace un click y te animás a mostrarlo», reconoció.
Dijo que sus pinturas siempre le parecieron «perfectibles» o resaltaba lo que no había salido del todo bien: «Ahora me empecé a enamorar de mi propia obra y me dieron ganas de mostrarla«.
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