Aumento exponencial de estafas virtuales en Río Negro: cómo es el entramado para dar con los autores

Un grupo de especialistas está a cargo de realizar "la trazabilidad" para dar con los autores de estos hechos que suelen usar "cuentas mula" y efectúan, al menos, seis transferencias de dinero en menos de 10 minutos en instituciones diferentes.

Julio Posse recibió un llamado temprano por la tarde. Si bien el número era de Córdoba, del otro lado alguien le indicó que llamaba de Edersa. El barilochense respondió que estaba ocupado y que, en ese momento, no podía atender. Repitieron el llamado minutos después y en esta ocasión, atendió su esposa.

“Una mujer muy simpática le dijo que a los jubilados le hacían un 50% de descuento en las facturas de luz durante un año. Le empezó a pedir datos”, contó Posse. En ese momento, él tomó el teléfono y se sorprendió por la información que le pedían. “Me pidió que anote un número de órden (como un código) y ahí empecé a dudar. Le seguí la corriente a la mujer y cuando me preguntó si tenía cuenta en el banco Nación -que, por supuesto, tenemos porque somos jubilados-, me pidió una foto de la tarjeta de débito y le dije que no estaba en casa. Fui a la Fiscalía a hacer la denuncia, pero me dijeron que no se podía ya que no se había concretado una estafa. El tema es: ¿a cuánta gente engancharán?”, planteó.

El número de estafas virtuales aumentó exponencialmente en el último tiempo. Durante 2020, la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones (Oitel), la gestión de oficios referidas a causas de estafas equivalían al 7% del total de tramitaciones por otras causas penales. Hoy, cuatro años después, ese porcentaje llega al 50%.

“La cantidad de fiscalías en la provincia es la misma, la población en cada localidad es similar. Lo que aumentaron son los hechos delictivos de estafas y sobre todo, a través de medios electrónicos. De modo que, para investigar estos hechos, los fiscales necesitan información de entidades financieras, bancos o billeteras virtuales«, explicó David Baffoni, coodinador de Políticas Informáticas del Ministerio Público de Río Negro. Agregó que «muchas veces es necesario consultar a redes sociales, como Facebook o Instagram, para obtener direcciones IP o datos asociados a una cuenta. Para este tipo de investigaciones, tenemos procedimientos estandarizados para realizar el seguimiento del dinero y de esta forma, intentar identificar a las personas que hacen estas estafas”.

David Baffoni es ingeniero en Sistemas y tiene diplomaturas en Criminalística, Criminología y Delitos Informátcicos. Foto: gentileza

El área tiene a cargo la Oitel (Oficina de Investigación en Telecomunicaciones) que depende de la Procuración General y tiene entre sus principales funciones gestionar los pedidos de información que solicitan los fiscales y defensores penales en el transcurso de una investigación respecto al requerimiento de datos ante empresas de telefonía, bancos, Registro de la Propiedad de Automotor, Renaper, Migraciones, AFIP, Anses, Facebook, Instagram, Mercado Libre y proveedores de internet, entre otros. También realiza análisis forenses de celulares.

El dato

20.000
oficios anuales de toda índole tramita la Coordinación de Políticas Informáticas del Ministerio Público de Río Negro.

Modalidad

¿Cómo se concretan las estafas? A partir de un llamado telefónico. Tiempo atrás, se le indicaba a una persona que había ganado un premio en un programa televisivo. Cuando arrancó la pandemia, las estafas estuvieron vinculadas a las vacunas o al IFE (Ingreso Familiar de Emergencia).

“A medida que transcurre el tiempo, los estafadores usan temas de interés público, lo que está en voga en los medios de comunicación. Lo usan como punta de lanza”, indicó Baffoni.

Puso como ejemplo, los alojamientos turísticos falsos que se ofrecen durante la época estival. “Se ofrecen departamentos, cabañas, hoteles en las plataformas tradicionales que, en realidad, no existen. Los estafadores sacan una imagen de un alojamiento real y lo publican en otro lado, a un precio muy accesible. La gente se contacta con esos números, paga y se entera de la estafa, por lo general, cuando llega al lugar”, detalló el ingeniero en Sistemas.

No son personas con un conocimiento informático elevado. Lo que hacen es un engaño. Antes caían los adultos mayores, ahora le toca a cualquiera. Incluso personas instruidas”,

David Baffoni, coodinador de Políticas Informáticas del Ministerio Público de Río Negro.

Hoy prevalecen otras modalidades: la creación de cuentas falsas de Instagram que “figuran a nombre de Aguas Rionegrinas, Edersa o Camuzzi”: “Se publicitan subsidios o planes de pago con tasa cero y ponen un teléfono. La gente escribe al directo de Instagram o se comunica con esa línea telefónica. Del otro lado, alguien se hace pasar por empleado de la empresa”.

Los estafadores son oportunistas. “La gente cae en el engaño. Si a alguien le llegó una factura de luz por 100 mil pesos, no la puede pagar, pero le dicen que si llena un formulario, le dan un descuento del 50%, muchos agarran viaje. Te hacen bajar la guardia”, describió.

Baffoni aclaró que no se trata de hackers informáticos. No hackean computadoras ni celulares. Solo tienen un excelente manejo de las redes sociales. “Crean cuentas ficticias de Instagram o Facebook y es la gente la que va a buscarlos pensando que es un sitio oficial”, dijo y recordó que, en el último tiempo, “personal de las empresas de servicios públicos han tenido que salir a aclarar que no se están contactando con nadie y que no existen esos subsidios”.

Tiempo atrás, los estafadores se focalizaban en los adultos mayores. Ahora, los expertos aseguran que «cae cualquiera». Foto: Florencia Salto

Cómo se llega a los autores

En muchos casos, la gente termina aportando sus claves, haciendo transferencias bancarias o descargando los programas que les envían. Cuando se percatan del delito, ya es tarde. Y realizan la denuncia.

Cuesta realizar la trazabilidad y llegar a autores de estos hechos”, manifestó Baffoni ya que “quienes hacen este tipo de estafas usan cuentas mula; es decir que no pertenecen al verdadero estafador. Pagan a terceros para que abran cuentas y las usan como pasamanos. Se hacen como seis transferencias de dinero en menos de 10 minutos en instituciones diferentes”.

Ante el requirimiento de algún fiscal, el área que coordina Baffoni comienza a pedir datos a cada entidad financiera: quién es el titular de la cuenta, a dónde se envió ese dinero. Esa información puede llevar semanas y suele conducir a otra entidad. El procedimiento se repite.

“Es compleja la investigación por la trazabilidad del dinero que va pasando de entidad financiera a entidad financiera. A veces, se resuelven en Río Negro y otras, se junta la información y se deriva por la competencia”, dijo. Recordó que, durante la pandemia, recibieron 35 denuncias en un período de dos o tres meses por parte de distintas fiscalías. “Había patrones comunes : se repetían cuentas a dónde se derivaba la plata y números de teléfono que correspondían a Córdoba. Cuando aportamos todo, la Fiscalía de Córdoba dispuso un allanamiento. Eran personas privadas de su libertad. Hoy tenés bandas que operan dentro y fuera de las cáreceles”, concluyó.

Los engaños suelen ser a través de llamados telefónicos. Foto: Florencia Salto

Río Negro usa una herramienta forense que usa Scotland Yard

La Oitel también realiza análisis forenses a dispositivos móviles que permiten realizar entrecruzamiento de llamadas, localización y extracciones de datos de la Nube.

Cinco profesionales trabajan con el dispositivo forense «UFED» de la empresa israelí Cellebrite, una herramienta utilizada a nivel mundial para extraer datos a celulares.

“Hoy los teléfonos tienen claves, contraseñas, están encriptados. Estas herramientas forenses que son usadas a nivel mundial -incluso por Scotland Yard- son muy onerosas y no muchas provincias pueden disponer del dinero para renovar las licencias. En Río Negro, por decisión política del procurador Jorge Crespo, nos dan los recursos para adquirir estas licencias que nos permiten desbloquear las claves de los teléfonos para extraer información”, manifestó Baffoni que también está a cargo de la Oitel.

Estafas «remotas»

Este tipo de estafas son históricas aunque después de la pandemia, se registró un crecimiento exponencial. “Sucedió que muchas oficinas era reacias a aceptar trámites electrónicos. En muchas entidades los trámites eran presenciales. Después de la pandemia, no volvieron para atrás y se habilitaron nuevas puertas para trámites electrónicos y los estafadores migraron de la forma analógica del ‘cuento del tío’ a la parte remota de internet”, planteó.

Robos de cuentas de WhatsApp

En muchos casos, los estafadores roban los contactos de Whats App. ¿Cómo lo hacen?

“Alguien te llama haciéndose pasar por otra persona, te ofrece algo y te dice que te llegará un código. Que se lo pases. Lo que hace, en realidad, es instalar tu número de Whats App en otro aparato y asegura que tiene tu línea. Al pasarle el código al estafador, lo informa y tu Whats App deja de funcionar. No te hackearon: te engañaron”, alertó.

Recomendó usar una función de Whats App que, por lo general, “nadie tiene configurada” y que se llama “verificación en dos pasos”. De esta forma, la aplicación consulta por dos códigos. “Es una buena estratega para evitar que te roben la cuenta de WhatsApp. Uno puede caer al principio, pero al solicitarte un segundo código te despierta la inquietud”, dijo.


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