Así se vio Saturno desde Bariloche
La imagen corresponde a Daniel Chiesa, desde su observatorio en Nirihuau Arriba, a 23 kilómetros de Bariloche.
"Los anillos se ven muy finitos por una cuestión de perspectiva por la inclinación del eje de rotación de Saturno con respecto a su plano orbital", explicó Daniel Chiesa. Foto: gentileza
Este viernes a la medianoche, de un momento a otro, el cielo se despejó por completo y desde el observatorio que instaló en un campo privado en Ñirihuau Arriba, a 23 kilómetros de Bariloche, Daniel Chiesa aprovechó para observar y fotografiar a Saturno, el sexto planeta en distancia al Sol del sistema solar y el segundo planeta más grande.
Chiesa, un apasionado de la Astronomía desde muy pequeño e integrante de la Asociación de Aficionados a la Astronomía, hizo varias tomas del gigante anillado del Sistema Solar que derivaron en una imagen impactante.
Detalló que usó una cámara ZWO ASI (especial para hacer astrofotografía con el telecospio), con procesadores como PIPP, AutoStakkert!, Registax y Phostoshop. «No es una foto sino un apilado de varias fotos. Hay más de mil tomas para lograr esa imagen. Se procesan con varios programas«, detalló.
Mencionó que, este año, «los anillos se ven muy ‘finitos’ por una cuestión de perspectiva por la inclinación del eje de rotación de Saturno con respecto a su plano orbital«. Cuando Saturno gira alrededor del Sol, detalló, lo hace con el eje inclinado a 26 grados. De modo que «hay anillos que, por momentos, se ven muy bien, como un óvalo, y otras veces, se ve así de finito. El año que viene, por ejemplo, casi no se van a ver».
Chiesa aclaró que «no se ve durante todo el año sino en ciertas épocas, de acuerdo a la posición de la Tierra y Saturno con respecto al Sol. Este es un momento propicio porque es muy visible a determinada hora«. Mientras que los demás planetas pueden verse a la madrugada, Saturno se observa mejor a partir de la tarde cuando cae la noche. «Se seguirá viendo unos meses más», advirtió.
En plena pandemia, Chiesa concretó su deseo de desarrollar el astroturismo en la zona a través de un observatorio alejado de la contaminación lumínica de la ciudad que, hoy, recibe a barilochenses, escuelas y turistas. Consiste en una semiesfera que gira a 360 grados: «Es como una ventana corrediza de 60 centímetros. A través de esa franja, con el telescopio se puede observar hacia el cielo. Es un lugar ideal para observar el cielo», explicó.
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