Arreglar pelotas: un oficio que volvió a estar presente con mucha solidaridad en Cipolletti

Comenzó como un trabajo extra y hoy arregla para diferentes clubes de la zona, aseguró que sueña con fabricar sus propias pelotas. Sin desconocer el contexto social, Fabián empezó a enseñar el oficio a personas que lo necesiten para que puedan salir adelante en distintos puntos de la ciudad.

En la actualidad muchos oficios han vuelto a renacer, con el aumento descontrolado de los precios muchas personas optan por arreglar los objetos antes que comprar uno nuevo. El arreglo de pelotas es uno de esos trabajos que parecía que ya nadie lo realizaba pero Fabián Lagos demostró que está más vigente que nunca.

Fabián Lagos es conocido como «El cirujano de las pelotas» en Cipolletti. Se dedica al arreglo de balones como un trabajo que extra y según comentó, apunta a que en algún momento sea un labor de tiempo completo.

En la actualidad aseguró que el ofició creció mucho y las personas optan por arreglar antes que comprar nuevas. «Creció mucho el trabajo, siempre me trajeron pelotas para arreglar pero ahora me traen muchísimas más porque las pelotas se fueron muy caras«, describió.

Y dejó tranquilidad en aquellos que creen que la nueva tecnología que traen no puede ser reparada: «muchos pensaban que no se podían arreglar porque cambiaron el material pero ahora creció el tema de reparar«.

Además describió que el trabajo creció tanto que actualmente no solo trabajan para personas en particular sino que también toman pedidos a clubes de la zona. «Empezamos a arreglar las pelotas de clubes que se podían, me contacté con unas personas que podían arreglar, me enseño mi cuñado y a otros amigos que estaban sin trabajo les enseñé a arreglar pelotas. Vamos agarrando un poco cada uno», comentó sobre la forma de trabajo que utilizan para tomar los pedidos.

En relación al trabajo que realizan específicamente para los clubes, Fabián detalló que comenzaron trabajando con clubes de Cipolletti pero actualmente han llegado a recibir pedidos desde otras ciudades.

Fabián aseguró que trabaja hace más de 20 años. Foto: Juan Thomes

«A medida que se enteraron los clubes, le vamos arreglando las pelotas. Capaz te traen diez o veinte para que les trabaje. Hemos arreglado para Pillmatun, el Club San Martín y Cipolletti. Pero desde Neuquén también nos han pedido, hasta de Plaza Huincul juntan varias, las traen y las enviamos por encomienda», destacó.

Explicó que el trabajo aumenta durante el parate de los clubes en el invierno, en ese momento les envían la mayor cantidad para que las reparen. «En invierno que paran, se les rompe y ya saben que se pueden reparar, no es por apuro sino por la necesidad«, remarcó.

Lagos destacó que al crecer el trabajo, el número de pelotas que arreglan por mes está cerca de los tres dígitos. «Generalmente los clubes te traen diez o quince, mientras que la gente común traerá una o dos. Con esos trabajos, durante el mes estamos arreglando alrededor de 100 pelotas», aseguró.

Describió que este trabajo lo utilizan como un ingreso extra a su economía pero cada vez se están haciendo más conocidos por su trabajo en la zona. «Es un extra que hacemos, ya la gente sabe que arreglamos entonces las vamos tomando, todos quieren repararlas«, remarcó.


La solidaridad: un factor que estuvo siempre presente en el oficio


Fabián comentó que sus inicios en el oficio de arreglar pelotas nació a partir de una oración, comentó que su creencia en Dios hizo que le llegara esta oportunidad. «Todo empezó porque yo soy cristiano, un día en mi trabajo, agarré y le pedí a Dios qué puedo hacer, porque no sabía si quería seguir con lo que estaba haciendo. En esa oración, Dios me respondió de esa forma, se fueron abriendo puertas, gente que está aprendiendo, nos fue recomendando», remarcó sobre sus inicios.

Y describió que su conocimiento se lo fue enseñando a conocidos para que puedan ayudarlo en el oficio: «Justo un amigo mío necesitaba trabajar por un problema de salud entonces le enseñé esto. Yo estoy haciendo esto y tomalo como un trabajo, él aprendió a salvarme las papas. Entre varios, necesitamos una mano«, explicó.

Además aseguró que siempre que alguien necesite trabajar, busca enseñarle el oficio para que puedan salir adelante. Confirmó que ya tiene algunos colegas que aprendieron el oficio en otros puntos de la ciudad. «Todo se fue abriendo y así vamos enseñando, que otros puedan aprenderlo. Se fue ampliando de boca en boca que arreglo pelotas, así que les enseñe a chicos del Distrito Norte para que puedan trabajar«, detalló Fabián sobre su rol para difundir sus conocimientos.

Desde su punto de vista, Fabián explicó que este tipo de oficios siempre están presentes, más allá de la época demuestran su vigencia y la importancia que tienen para la sociedad. «Hay mucho trabajo, lo importante es que lo puedan desarrollar, se dejaron de hacer muchos oficios y si los pones en práctica nuevamente, vuelven a funcionar«, planteó.


El sueño de poder fabricar sus propias pelotas y enseñar en grupos que necesiten trabajar


Fabián además de dedicarse al oficio cuenta con una faceta solidaria que remarca su trabajo diario. «La idea es en algún momento fabricar las pelotas, pero ahora yo quiero que más personas tengan la posibilidad de hacer este oficio. Quiero ayudar a grupos de gente necesitada, que sepan que se puede seguir haciendo esto entre todos. En un momento pensé en llevarlo a la cárcel para enseñarlo, en algún grupo que pueda ayudar a que se inserten nuevamente en la sociedad», destacó.

Fabián comentó que actualmente trabaja con tres personas más en este oficio. Foto: Juan Thomes.

Y remarcó nuevamente su conexión con las creencias. «Fue una petición de Dios que abrió esta puerta y así surgió». Además agregó que ya comenzó a trabajar en la creación de pelotas: «Reparo todo tipo de pelotas, ahora hice una para un grupo de volley de la ciudad que quisieron que les fabrique una pelota de remate, se las hice para que puedan practicar».

Con respecto a su sueño de ser fabricante detalló que sueña con crear pelotas personalizadas para los clientes. «Estamos incursionando a ver si podemos fabricar pelotas para comercializar. Las estamos armando, necesitamos tener mayor cantidad de pelotas y la idea es poder sacar pelotas personalizadas. Con el paso del día a día vamos viendo para conseguir la materia prima. Son insumos que vienen de afuera, entonces se complica, tengo todo para fabricar unas pelotas pero necesitamos mas material«, aseguró.

Fabián explicó que de a poco fue sumando más personas al equipo para poder desarrollar este oficio. «Trabajo hace como 20 años arreglando, iba de a poco pero busqué de esa forma. Es un extra este trabajo, por eso trabajo acompañado. Me da no se que decirles que no puedo arreglarles por eso hay gente que necesitaba trabajar y la sumé. Hace 2 años tenía un solo compañero y ahora somos cuatro«, celebró.


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