Armar robots, la apuesta de la Universidad Nacional de Río Negro para captar jóvenes de Bariloche

La sede andina de la Universidad Nacional de Río Negro y la Fundación Invap pusieron en marcha la segunda edición del curso gratuito “Taller de robótica aplicada” destinado a estudiantes del último año de la secundaria y los primeros años de nivel universitario.

Los docentes Francisco Murcia y Diego Díaz son los impulsores de la propuesta que tiene como finalidad fomentar el diseño y fabricación de robots tipo Rover de distinto grado de complejidad. Según indicaron, el objetivo es generar espacios donde los participantes tomen contacto con aspectos básicos de la robótica aplicada, pongan el énfasis en el “aprender haciendo” a través de una amplia variedad de ejercicios, siempre con un abordaje lúdico y constructivo.

Todas las clases, especificaron, tienen un desafío: ya sea integrar un motor, entender cómo funciona una batería, cómo cargarla o descargarla.

“Hubo años en que hemos podido llevar adelante la propuesta y años en que no, como el año pasado. En esta oportunidad, nos esponsorea la Fundación Invap. La última edición fue con el apoyo de la Fundación YPF. La idea es institucionalizar este taller que tiene muchos beneficiosos”, indicó Murcia, docente de la UNRN e ingeniero en Sistemas de Invap.

El taller surgió como un proyecto de extensión de la universidad para que los chicos tengan una llegada a las carreras con un enfoque más práctico, desde el oficio y del hacer. En este caso, un robot.

Cada equipo está compuesto por cuatro alumnos que van decidiendo su diseño, se abocan a la parte electrónica, van probando y se dividen roles. “Se arman equipos de alumnos de primer y segundo año de las carreras de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones y alumnos de los últimos años de carreras técnicas del secundario”, explicó y agregó que “el objetivo es volver a captar interés de los chicos que se va perdiendo a lo largo de la carrera. Se pierden en la teoría del primer año. Les cuesta reenamorarse de la carrera”.

A través del taller, se brindan herramientas para que los estudiantes puedan hacer sus propios desarrollos y bancos de prueba. “Esos robots les sirve como base para futuros proyectos o incluso, algunos trabajos de tesis. La robótica es solo una excusa”, dijo. La propuesta generó mucho interés. En la última edición, se sumaron alumnos de Pilcaniyeu.

“Los chicos quedan super enganchados y, lo cierto es que los instroduce en el ambiente universitario. De esta forma, vienen y viven la vida académica aunque sin pertenecer formalmente a la institución”, planteó.

El taller se extiende a lo largo de ocho encuentros, cada miércoles de septiembre y octubre durante cuatro horas, de 18 a 22 en el edificio de Anasagasti 1463. Arranca con una pequeña introducción teórica y después, especifican los docentes, “se trata de hacer”. “Le damos los componentes y empiezan a armar el robot. Arman las partes, programan, hacen la integración eléctrica, mecánica y de software de cada parte del robot”, describió Murcia.

El último encuentro está destinado a un desafío en el que cada equipo muestra su robot. Se propone que cada robot recorra una línea en el piso o en la mesa de forma autónoma. “La idea es generar un robot autónomo que no requiera cable y se programe desde el celular. Los chicos se entretienen mucho. Se genera un ambiente de trabajo en equipo y la premisa es ir abordando problemas y encontrar una solución. Esa es la base de la ingeniería”, concluyó.

Los interesados en la preinscripción deben completar un formulario (https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScW0xGx_8leBjYEXwgp4ZXqSjgH9pDXma6lKoLfE3Kz3loZIA/viewform) antes del 16 de agosto. Hay cupos son limitados de 30 personas.