Archivo de la Memoria, un espacio de encuentro y resistencia en Cipolletti
La biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNC inauguró un archivo sobre el primer triple femicidio. Además, la sede de la calle Sáenz Peña pasó a llamarse Ofelia Mosconi Villar, madre de una de las víctimas.
Lucha, resistencia y valentía son algunos de los significantes que desprende el nombre de Ofelia Mosconi Villar en Cipolletti. La madre de Verónica Villar, una de las tres víctimas del primer triple femicidio en Cipolletti, donó todos los documentos, entre ellos muchos recortes de diario, a la biblioteca de las Facultad de Ciencias de la Educación de la UNC para la creación de un archivo de la memoria sobre el triple crimen ocurrido 9 de noviembre de 1997. María Emilia González y su hermana Paula fueron las otras víctimas, que como tantos otros femicidios en la ciudad, continúa impune.
El sábado se inauguró un espacio en la biblioteca denominado «Archivo de la Memoria: Primer Triple Feminicidio de Cipolletti» con toda la documentación que Ofelia juntó en estos casi 25 años del trágico hecho que enlutó para siempre a la comunidad. El objetivo es que sea un espacio de memoria y resistencia y que los ciudadanos de la región puedan aportar otros elementos para nutrir el archivo. Además se oficializó el nuevo nombre que llevará la sede de la Facultad ubicada sobre calle Sáenz Peña: Ofelia Mosconi Villar.
El proyecto se originó en 2018 gracias al trabajo de Fabiola Etchemaite, Secretaria Académica; Guadalupe Lazzaroni, secretaria de Bienestar; Anabel Perea Inostroza y María Avellaneda, docentes del área de Bienestar; y Gladis Morgado, encargada de Biblioteca de la facultad de Ciencias de la Educación. Guadalupe contó que hace varios años vienen trabajando junto a Ofelia y otras personas en este proyecto.
«Este espacio tiene que ver con 25 años de impunidad y de no justicia, de mucha lucha y mucha resistencia. Es visibilizar que aún está impune, todavía hay gente que sigue negando y callando; es impactante», dijo. Detalló que hubo un gran trabajo, especialmente de Gladis, la encargada de la biblioteca, para organizar el archivo cronológicamente. Son cientos de documentos sobre el primer triple femicidio en Cipolletti.
Ofelia accedió a formar parte de esta iniciativa después de varios años. Creía que una sede de la Facultad llevará su nombre «era mucho», pero entendió que se trata de un reconocimiento a tantos años de lucha y que sirve para visibilizar todos los femicidios impunes de Cipolletti y la región.
«Tomé la iniciativa porque entendí que es un reconocimiento a todos los que vienen acompañando y caminando hace 25 años. Sola no se puede, esta es una lucha comunitaria, este reclamo es la bandera de las chicas, de todos los feminicidios impunes. Lo peor que nos puede pasar es quedarnos callados», indicó.
La mujer que cada 9 de noviembre encabeza la marcha por el primer triple crimen de Cipolletti recordó la dificultad de aquella época para exigir justicia. «Era quedarse en la casa o salir, no había otra opción. Era la época del no te metas«.
Manifestó que la inauguración del archivo de la memoria significó un importante espacio de encuentro. «Nos pudimos abrazar con muchas personas y recordar lo que pasaba en los primeros días con el poder de turno. Nos decían que dejemos de reclamar, que las chicas no iban a volver, era un mensaje perverso de otra época que nos tocó vivir. Es un lugar importante que tiene que servir para los que vienen, para los jóvenes y mujeres. Vivir sin violencia es un derecho», señaló.
Del evento participaron varias organizaciones y especialmente mujeres que llevan adelante el trabajo de visibilizar la lucha feminista en Cipolletti. También estuvo Agustina Bonetti, la hija de María Emilia González, una de las tres víctimas del primer triple femicidio de la localidad.
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