Arabela Carreras inauguró el hospital de Ramos Mexía

La gobernadora cumplió con ese acto, pero el centro médico no está concluido. Paso que generó una pulseada interna.

El hospital de Ramos Mexía fue inaugurado por la gobernadora Arabela Carreras aunque, todavía, faltan obras, equipamientos y personal para su funcionamiento.

Esa concreción incluyó un debate interno, marcado por la transición y las diferencias entre la actual mandataria con funcionarios del gobernador electo, Alberto Weretilneck, como el ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri.

Carreras tenia decidido que esta obra formaría parte de las inauguraciones de su mandato y así lo prometió en Ramos Mexía, puntualmente a su intendente Nélson Quintero. Esa determinación no coincidía con la empresa y Obras Públicas que requería de más plazo para su finalización.

En agosto, la gobernadora puso fecha y anunció que la ceremonia sería el 10 de noviembre en el aniversario de la localidad. Así ocurrió el viernes aunque «estará en funciones próximamente, contemplando el equipamiento técnico y recursos humanos», dice la gacetilla oficial.

En concreto, al hospital no tiene aún el servicio de gas, en trámite en Obras Pública, y, en relación a Salud, resta la compra de los equipos y la incorporación de personal. No hay plazos para su puesta en funcionamiento.

La gobernadora y el intendente Quintero, en el marco de los festejos por el 140º aniversario de Ramos Mexía, descubrieron la placa de «finalización de obra» del hospital «Dr. Aquiles Rivera Paredes», que se construyó con fondos provinciales.

La inversión rondó los 232 millones y permitirá «ampliar el servicio de atención sanitaria en toda la Región Sur». El edificio prevé «consultorios externos, guardias y administración; sala de emergencias y de diagnóstico por imágenes; sector de esterilizaciones, sala de observaciones y habitaciones de guardia. Además, tendrá sectores de apoyo, cocina, lavadero, limpieza y área de mantenimiento».

En su discurso, Carreras dijo haber recordado con el jefe comunal los «momentos desafiantes» compartidos, «a veces angustiantes», en referencia a la pandemia. En esa ocasión, «no pudimos obviar la situación edilicia del hospital», que tenía «el compromiso de su personal» pero faltaban las «instalaciones adecuadas». Dos años después, «las obras están terminadas».

Resaltó el «orgullo» de la concreción, «a pesar de haber enfrentado los tiempos más difíciles, a pesar de una situación macroeconómica muy compleja, que nos convierte cada proyecto en un desafío a veces inalcanzable, pero hoy ha quedado inaugurado el edificio».


La obra demandó una inversión superior a los 231 millones de pesos y, entre otras áreas, cuenta con una sala de diagnóstico por imágenes.



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