Aniversario Villa Regina: El emprendimiento que nació como hobby
La elaboración de cerveza artesanal se dio casi por casualidad. El proyecto de Florencia y Sebastián ya suma 9 variedades que cuentan con reconocimiento nacional. De familias productoras de la región, también son impulsores del Oktoberfest a nivel zonal.
Sebastián Riquelme, uno de los creadores de Lúcullus Cerveza.
Una propuesta que nació como un hobby en 2019 se transformó en un emprendimiento que se suma a la oferta de posibilidades para conocer Regina de manera diferente. Se trata del proyecto encabezado por Florencia Pérez y su esposo Sebastián Riquelme que se iniciaron en la elaboración de cervezas artesanales y hoy son la primera planta elaboradora que cuenta con reconocimiento a nivel nacional.
El emprendimiento apunta, en poco tiempo más, a ampliar su propuesta abriendo sus puertas a los visitantes para que conozcan los secretos de la elaboración de esta bebida, degustar alguna de las nueve variedades que producen y al mismo tiempo disfrutar de buena gastronomía.
Lúcullus Cerveza, busca además darle un fuerte impulso a la actividad y son organizadores del Oktoberfest, que hace pocos días atrás realizó su segunda edición en la zona céntrica de la ciudad con una muy buena convocatoria de público.
“Esto surgió en principio más como un hobby que como un proyecto productivo. Junto a Sebastián comenzamos a elaborar cerveza casera y era para disfrutar con la familia o amigos. Pero precisamente porque tuvo una buena aceptación, nos fueron impulsando a hacer más grande el proyecto”, comentó Florencia.
El paso para encarar la iniciativa se dio en forma casi natural, ya que ambos provienen de familias que tienen tradición en la producción y en la elaboración de vinos; por lo que afrontar el desafío de elaborar un nuevo producto mantiene vivas las raíces del esfuerzo por el trabajo.
Mejores equipos, más volumen de producción
Los primeros equipos con baja capacidad de elaboración fueron cambiados por otros de mayor volumen, lo que demandó una importante inversión y al mismo tiempo capacitarse con profesionales para mejorar la calidad e incrementar la cantidad de variedades que elaboran.
Con el mejoramiento de la calidad y volumen, dieron otro paso más transformar el emprendimiento cervecero en un proyecto productivo con el reconocimiento necesario. En este sentido, hace pocos días atrás obtuvieron el Registro Nacional de Establecimientos (RNE), como paso previo a la gestión y obtención de la certificación para los productos que elaboran.
“Es todo un logro haber cumplido con nuestros objetivos. Desde el inicio de este proyecto nos propusimos hacer las cosas de la mejor manera y de calidad. No hubiéramos logrado el resultado sin contar con el apoyo de los comercios del rubro gastronómico de la ciudad, porque en distintas confiterías de la ciudad tienen algunas de las variedades de las cervezas que elaboramos, pero ninguno tiene la gama completa de las nueve variedades”, agregó Florencia.
Precisamente por este motivo uno de los próximos pasos que tienen planificado es abrir la planta de elaboración para visitas, con recorridos en los que se muestran los pasos para la elaboración, contar con un espacio donde se puedan degustar las variedades y también una oferta gastronómica.
Comentarios