Aniversario de Bariloche: La ciudad de la ciencia que concentra todas las miradas
La localidad cordillerana celebra 121 años. Su polo científico y tecnológico de referencia en el país lo hace una marca registrada. Este año compite para ser seleccionada sede de la Expo Mundial 2027 con la temática propuesta de “naturaleza + tecnología”.
Si bien no puede empardar los pergaminos y el reconocimiento que acumuló como centro turístico, el Bariloche científico y tecnológico también se convirtió a esta altura una marca registrada, con avances permanentes en un abanico enorme de disciplinas.
El dato más citado suele ser su altísima tasa de investigadores por habitante, que le otorga un liderazgo nacional en la materia. Pero también son datos para subrayar la capacidad generada desde Bariloche para aportar logros en campos de investigación muy específicos, que solo tienen equivalente en un puñado de países.
La directora de Conicet Patagonia Norte, Celeste Ratto, aseguró que la incidencia de la actividad científica en esta ciudad “es muy alta desde hace años, y sigue creciendo”. Explicó que el organismo a su cargo tiene un flujo numeroso de becarios “que se renueva constantemente” y algunos de ellos, después de terminar sus doctorados, se quedan a trabajar en la ciudad, donde encuentran buenas perspectivas de crecimiento en sus disciplinas.
Sí, somos un polo científico que se destaca mucho. Y la característica central de Bariloche es que no tiene una especialidad marcada, no es solo la actividad nuclear, sino que hay muchísimas disciplinas y aplicaciones de la ciencia, que contribuyen a un mejor desarrollo productivo. Y también se trabaja en ciencias sociales”.
Celeste Ratto, directora de Conicet Patagonia Norte.
El núcleo inicial del “Bariloche inteligente” se podría asociar -sin mucho margen para la discusión- con los primeros pasos de la investigación nuclear en los años 50 y la creación del Centro Atómico y el Instituto Balseiro, a mediados de esa década.
Veinte años después nació Invap, una empresa orientada a desarrollar productos comerciales con aplicación del saber irradiado desde el CAB y el Balseiro en áreas como la física y la ingeniería nuclear. Luego desarrolló también su área espacial, la fabricación de radares y hoy es una exportadora de primer orden de tecnologías de punta.
La evolución del asentamiento científico local se aceleró a partir de 2009, cuando nació el ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y se puso en marcha un activo plan de reclutamiento de científicos, que promovió un gran número de radicaciones en la ciudad.
Pero en 2015, con el cambio de gobierno, ese proceso se frenó, según contó Ratto. “A partir de ese año se produjo un bache enorme, que en Bariloche tuvo muchísimo impacto”, aseguró la directora. A diferencia de lo que ocurrió en los años previos, muchas personas que terminaban sus becas doctorales no pudieron ingresar a la carrera de investigadores y buscaron otros destinos.
Hubo proyectos importantes de la Comisión Nacional de Energía Atómica y también del Inta, entre otros organismos, que quedaron paralizados, según explicó Ratto.
Con el siguiente recambio de autoridades nacionales, en 2019, la actividad científico tecnológica inició una recuperación que “va de a poco”, según Ratto, tanto en los salarios del sector como en el número de becarios.
La funcionaria sostuvo que “para desarrollar al país hacen falta más científicos y técnicos de los que hoy tiene la Argentina”. En la carrera por saldar ese déficit Bariloche ejerce un visible liderazgo.
Una radiografía numérica, fechada en 2021, dio cuenta de que en esta ciudad trabajaban para esa fecha 746 investigadores y becarios del Conicet, muchos de ellos en convenios con las universidades del Comahue y de Río Negro, con el Inta, la Conea, Invap, el Ciefap y Fundación Bariloche, entre otras entidades.
Ese número cruzado con el de población determina una tasa de 441 científicos cada 100 mil habitantes, que resulta “una proporción muy superior a la media provincial y nacional”, subrayó Ratto. El mismo cálculo, según cifras del Indec con base en el censo 2010, dan cuenta de que a nivel nacional la cantidad media de investigadores y becarios es de 199 cada 100 mil habitantes, en Río Negro alcanza los 369, la provincia de Buenos aires tenía apenas 137 y la ciudad autónoma de Buenos Aires (la única con indicadores superiores a los de Bariloche) funciona como cabecera científico técnica, con 722 investigadores y becarios cada 100 mil habitantes.
Campos variados
El enclave del Conicet en esta ciudad tiene en marcha destacados trabajos de investigación en institutos como el Inibioma (biodiversidad y medioambiente), Ipatec (tecnologías biológicas y geoambientales), el Iidypca (diversidad cultural y procesos de cambio) o el Ifab (investigaciones forestales y agropecuarias, en cogestión con el INTA).
Ratto resaltó que a esos campos se suman los desarrollos de avanzada en satélites y radares, en aplicaciones de medicina nuclear, entre otros.
Dijo que Bariloche es un centro de referencia no solo en ciencias duras sino también en ciencias sociales, con trabajos en interculturalidad (por ejemplo), que tienen reconocimiento internacional. Afirmó que en materia de desarrollos productivos el aporte y la experiencia de Invap son decisivos porque se trata un modelo de empresa “que no tiene equivalente en el país”.
Pero también hay despliegue de ciencia aplicada por ejemplo en los logros alcanzados por el Ipatec con sus investigaciones sobre levaduras, en interacción con el pujante complejo cervecero local. “Es un instituto que se dedica mucho a transferencia. Allí se realizan los análisis de lúpulo para la industria de cerveza de todo el país”, completó.
Dijo que las investigaciones alumbradas en Bariloche tienen un carácter pionero y un nivel que en algunos casos las ubican en una elite conformada por no más de cuatro o cinco países en todo el mundo. “Es un complejo investigador variadísimo, mucho más rico que en otras latitudes”, aseguró Ratto.
La inversión pública en ciencia y tecnología registra a nivel nacional un atraso importante, que puntualmente en Bariloche comenzó a revertirse en los últimos años con la inauguración de varios edificios, el más importante de ellos el destinado al Inibioma, sobre la calle Pasaje Gutiérrez, del que participó el presidente Alberto Fernández. Se trata de módulo tres plantas sobre 1.600 metros cuadrados, con laboratorios para albergar a decenas de becarios e investigadores, oficinas administrativas, cochera y hasta un lactario.
Producción y trabajo
La empresa Invap (Investigaciones Aplicadas) es identificada en todo el país y en el exterior con Bariloche y su nombre está emparentado originalmente con la ingeniería nuclear, pero también con otro amplio espectro de productos que van de los radares a los satélites de investigación y de comunicación, y por sus trabajos en colaboración con numerosas agencias especializadas de todo el mundo, desde Egipto y Argelia, hasta Venezuela, Australia y la India.
La empresa perteneciente al Estado rionegrino y en la actualidad emplea a unas 1.600 personas. Fue creada en 1976 y registra en su historia más de 1.000 proyectos concretados, con varias exportaciones “llave en mano”, de reactores, radares y equipos de medicina nuclear que se miden en decenas de millones de dólares.
Buena parte de sus profesionales formaron en la ciudad, en las aulas de las universidades públicas y del Instituto Balseiro, donde se dictan las carreras de licenciatura en física, ingeniería nuclear, ingeniería mecánica e ingeniería en telecomunicaciones, además de varios doctorados y maestrías en especialidades afines.
Ese enlace entre la formación y las oportunidades de empleo también ha redundado en el desarrollo de empresas pyme de tecnología e innovación que en muchos casos son proveedoras de Invap y en otras tienen sus proyectos autónomos de desarrollo y exportación.
Algunas de ellas están en proceso de mudanza al parque industrial tecnológico que la provincia creó sobre la ruta de Circunvalación para darle mayor espesor al polo científico local, y donde harán pie Invap (con un importante asentamiento), la empresa provincial Altec (de telecomunicaciones y sistemas), Tecnoacción, Mecánica 14, SyR Energía, VST Servicios Tecnológicos, Sinergy, Microwatt, IyT Chic y Metalúrgica SA, entre otras firmas de base tecnológica.
Ese ancho espacio para la aplicación del conocimiento desarrollado a nivel local es desde hace tiempo una prioridad de primer orden para los gobiernos provincial y municipal, que apuestan fuerte a “diversificar” opciones de empleo y acompañar así el crecimiento poblacional con oportunidades que vayan más allá de las que ya asegura el turismo. Y la ciencia y la técnica tienen en ese terreno muchas respuestas para dar.
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