Aniversario de Roca 2024: PAI consiguió el oro como empresa emblema de la fruticultura valletana

Productores Argentinos Integrados (PAI), el brazo exportador de varias firmas frutícolas de la región, celebra 50 años desde su creación. Una muestra del trabajo en conjunto, a conciencia y con un objetivo en común que llegó a buen puerto y supo mantenerse.

Mariano Tappatá, gerente de PAI.

La fruticultura valletana siempre se caracterizó por la incertidumbre que domina cada temporada, en el marco de una economía plagada de imprevistos que determinan el resultado final de esta actividad productiva.

Cada año puede comenzar con variables que acompañan el esfuerzo de productores y exportadores, pero todo puede cambiar con el correr de los meses y terminar licuando los retornos para todos los actores involucrados en la actividad.

No obstante lo apuntado, la actividad sigue su curso y continúa siendo un gran eslabón económico para toda la región. Incluso hay escenarios que permiten ser optimistas de cara al futuro, como una renovación generacional que aceptó los desafíos que presenta la actividad y se puso manos a la obra para gestionar un cambio tan urgente como necesario.

PAI es el brazo exportador de un grupo de productores del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.


También hay casos de asociaciones entre productores que decidieron juntarse para ser más competitivos y poder llegar incluso a mercados externos. Uno de esos ejemplos está representado por la firma frutícola PAI (Productores Argentinos Integrados), que nació en 1974 y este año cumple sus primeros 50 años de vida.

PAI está conformada por un grupo de productores de la región y su rol principal es la exportación de frutas frescas de los socios que la componen. Son nueve firmas empacadoras del Alto Valle de Río Negro y Neuquén las que conforman la red PAI, las que a su vez nuclean a un gran número de pequeños y medianos productores de fruta otorgándoles la posibilidad de llegar a mercados externos con sus peras y manzanas.

Mariano Tappatá ingresó a PAI en 2022, para cubrir el puesto de Jorge Thefs.


Mariano Tappatá es actualmente el gerente de PAI. Se sumó a la compañía en 2022 en reemplazo de Jorge Thefs, quien ocupó ese rol durante más de 20 años.

Diario Río Negro tuvo la oportunidad de conversar con el directivo con motivo del aniversario de Roca, sede de PAI, y por los 50 años de la compañía que se prepara para una gran celebración antes de que cierre el año.

Una empresa nacida en 1974 y que celebra su 50 aniversario



“La razón de ser de PAI cuando la crearon los socios en el 74 fue justamente tener un brazo exportador, porque individualmente era muy difícil vender la fruta en el hemisferio norte. Así crearon el vehículo indicado para poder hacer sus ventas al exterior y empezaron vendiendo a clientes de Europa del Norte, y luego ya todas las exportaciones de los socios se hicieron vía PAI”, comenta Tappatá.

Luego tuvo palabras de reconocimiento para la gestión anterior. “Yo me incorporé a PAI en marzo del 2022 por un ofrecimiento de Jorge Thefs, quien llevó las riendas de PAI durante más de veinte años. Jorge es la persona responsable de donde está PAI hoy, una empresa sólida que no sólo se dedica a la exportación de la producción de fruta, sino que genera grandes economías de escala en muchas dimensiones para los socios”.

PAI y su relación con la ciudad de Roca



Consultado respecto de la relación de PAI con la ciudad, Tappatá expresó: “La empresa tiene muchas demandas y necesidades que son cubiertas en Roca. Desde el personal de la oficina, hasta los servicios e insumos que están detrás de la exportación de fruta fresca son provistos por muchas empresas de Roca”.

El hecho de que nuestra sede haya estado siempre en Roca quiere decir mucho. Aunque no todos los socios de PAI tienen sus chacras en el ejido de Roca, socios como Primera Cooperativa, Agro Roca, Maresba y Canale tienen sus empaques en la ciudad. Nosotros tenemos la sede aquí y la mayoría de los empleados son de la ciudad. Por ahí el ciudadano de Roca tiene más presente al productor, al socio y no tanto a la empresa que lo único que tiene visible es el edificio al ingreso a la ciudad”, dijo el directivo frutícola.

“Pero cada vez que ven a esos productores, detrás de ellos estamos nosotros comercializando la fruta. PAI no tiene tanta demanda de servicios e infraestructura de la ciudad, pero sí la tienen cada uno de los empaques que componen PAI… y entiendo que la ciudad les ofrece todo lo que necesitan para trabajar”, continuó.

“La oferta de profesionales es clave para el sector. Y Roca nos ofrece, a través de sus universidades, muy buen recurso humano cada vez que tenemos que contratar gente”.

Mariano Tappatá, gerente de PAI.

Destacó luego el traspaso generacional que se está dando en el sector y cómo ayuda el rol universitario que adquirió la ciudad: “Muchos de nuestros socios han realizado su traspaso generacional, y en muchos de los casos son generaciones de roquenses que se han formado profesionalmente y han vuelto a Roca a tomar el mando en las empresas”.

Por otro lado sumó otro gran activo de la ciudad: “La oferta de profesionales es clave para el sector. Y Roca nos ofrece, a través de sus universidades, muy buen recurso humano cada vez que tenemos que contratar gente”.

El mundo ve a las peras argentinas como un producto excepcional



El desafío de PAI como empresa es mantener satisfechos a los clientes y ayudar a reducir los costos de los socios. De alguna manera, PAI agrega la información de los clientes y la traslada a los socios en términos de exigencias en variedades, envases, estandares de calidad y logística”, dijo Tappatá sobre el rol que cumple la firma.

Las peras de Río Negro y Neuquén son reconocidas a nivel mundial por su calidad.


“Y en el medio, tratamos de lograr todo tipo de ahorros para los socios vía la compra de insumos a escala, financiamiento de capital de trabajo, y actividades de investigación y desarrollo”, completó el profesional.

“El mundo evolucionó en la forma de producir y en las demandas de los consumidores. Por ejemplo, hay variedades nuevas de manzanas que no se producen aún en el Alto Valle y ello nos perjudica cuando competimos con otros países que sí han realizado inversiones y renovación de variedades”, expresó sobre una carencia que tiene la producción regional.

La pera argentina sigue siendo reconocida como un producto excepcional en el mundo y no hubo grandes cambios en términos de variedades en los últimos 10 o 15 años».

Mariano Tappatá, gerente de PAI.

“Esto no es tan relevante en las peras. La pera argentina sigue siendo reconocida como un producto excepcional en el mundo y no hubo grandes cambios en términos de variedades en los últimos 10 o 15 años”, destacó Tappatá.

Consultado respecto de si la fruticultura es una actividad que todavía funciona dijo lo siguiente: “Por supuesto, aunque hay que tener en cuenta que es un sector que tiene sus vaivenes y las empresas que ya tienen tantos años en el negocio entienden cómo es esto de los ciclos y lo toman como algo natural, aunque no es deseable. Es verdad que en cada ciclo hay empresas que tienen problemas o dejan de existir, pero también hay nuevas empresas que son capaces de crear valor. Ese ciclo de entrada y salida de empresas también lo experimentamos dentro de PAI. Es un proceso natural”.

“El tipo de cambio real para la fruta está peor hoy que en 2023”



“El resultado final de cada temporada depende mucho de cuestiones externas como los precios de la fruta, y otras domésticas como el clima y la economía del país. La temporada 2024 vino con aspectos positivos y otros no tanto para el sector”, contó Tappatá sobre la marcha del negocio frutícola.

«Tuvimos una cosecha bastante buena en calidad y cantidad. Comparado con el año pasado te diría que ha sido mejor, lo mismo con la demanda y los precios en los mercados. Pero el rendimiento de cada kilo de fruta exportada va a depender exclusivamente de la macroeconomía argentina”, sostuvo sobre la comercialización.

Toda la ganancia de competitividad lograda con la devaluación inicial de Milei se perdió aproximadamente en abril de este año. Tenemos costos que subieron mucho cuando los expresamos en dólares. En estos momentos en cuanto al tipo de cambio real para las peras y las manzanas estamos en peor situación que en 2023. No es una queja, simplemente es un dato que ayuda como punto de comparación”, exclamó el directivo.

“Hay años que son fáciles de explicar y hay otros que son difíciles de contar porque si me hacías esa pregunta en febrero yo te diría que éramos muy optimistas porque teníamos una buena cosecha, los mercados estaban muy bien, y el tipo de cambio real estaba en una buena posición. Pero de ahí en adelante la inflación empeoró nuestra competitividad. No es algo terrible, pero el impacto en el sector se va a notar”.

ANIVERSARIO DE GENERAL ROCA N° 145. Mirá todas las notas de nuestro suplemento especial.


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