Andar en dos ruedas, el estilo de vida que ya es tendencia en Neuquén

Cada vez son más las personas que optan en Neuquén por trasladarse en monopatín. Ventajas y desafíos.

Eva se levanta a la mañana y se prepara para atravesar el centro de la ciudad y llegar su estudio de abogacía en el este de Neuquén. Sin embargo, hace un poco más de un año ya no agarra las llaves del auto, sino que toma su casco y se monta en el monopatín que le “ahorra mucho tiempo y es práctico”.

En los últimos años, los monopatines eléctricos han comenzado a formar parte del paisaje urbano. Lo que antes parecía una novedad, ahora es una solución para quienes buscan evitar el caos vehicular y los desafíos del estacionamiento.

“Lo elegí porque me sirve para trasladarme y si tengo que ir a algún juzgado me resulta mucho más cómodo porque nunca hay lugar para estacionar”, aseguró la abogada. Contó que tiene auto, pero que ya no lo utiliza, por lo menos para ir al trabajo, porque pierde “un montón de tiempo”.

Mientras recorre la bicisenda con el monopatín, recuerda cuando compró el primero y era furor en la calle. “Me paraba todo el mundo para preguntarme como era, cómo se cargaba, y ahora los veo constantemente”.

Los neuquinos saben que el centro “es un caos” por la cantidad de autos, las dobles filas y la imposibilidad de encontrar estacionamiento. Incluso, quienes viven cerca del centro eligen ir caminando a sus trabajos, aunque tengan vehículo. Excepto Antonella y Camila, que ya no caminan, ni toman el colectivo, ni van en auto, porque hace unos meses decidieron que el monopatín eléctrico era la mejor opción para moverse en la ciudad.

La joven agente inmobiliario, Antonella, trabaja en la diagonal Alvear y Brown, compró su monopatín en marzo y le es muy útil. “Los tiempos de traslado se me han acortado de manera considerable”, garantizó. Vive a 22 cuadras de su trabajo y según cronometró, llega en siete minutos.

El modelo de monopatín que tiene cuenta con una autonomía de 15 kilómetros y va “un poco más rápido que las bicis y más despacio que las motos. “Es una movilidad ideal para mi trabajo, que me la paso yendo y viniendo. Además, lo puedo cargar en cualquier lado”, aseguró.

Camila siempre caminó a su trabajo porque “llegaba más rápido que en colectivo”. Sin embargo, para su cumpleaños le regalaron un monopatín y comenzó a ahorrar más tiempo incluso. En el local probó todos los modelos que había, pero lo más importante para ella era “que lo pueda levantar y transportar”.

Desde que lo tiene, lo usa más que nada para llegar al trabajo. “También para ir a otros lugares, siempre y cuando sea un lugar donde yo lo puedo guardar adentro”, comentó.

Si bien el monopatín es una gran solución para cortas distancias, están aquellas personas que se arriesgan a más y sin miedo recorren 100 cuadras por día. Ese es el caso de Rodrigo, que todos los días viaja desde Cipolletti a Neuquén para llegar a la oficina.

El monopatín, un medio cada vez más frecuente en Neuquén. Foto: Florencia Salto

“Pasé de usar el auto los siete días a solo usarlo uno”, comentó acerca de los beneficios. Es que “además del ahorro que significa no usarlo, el monopatín te facilita llegar rápido, evitas estacionar, las largas filas en los puentes, y que entras a cualquier local/comercio con el mono en la mano”, explicó.

Desventajas y desafíos con monopatines en las calles de Neuquén:


Es un hecho que con el monopatín te ahorras el caos de tránsito, sin embargo, hay otros desafíos que afrontan aquellos que eligen el estilo de vida de las dos ruedas.

La mayoría elige moverse por la bicisenda o ciclovía, pero no se encuentran en toda la ciudad, por lo que alguna que otra calle hay que tomar. Todos aseguraron que el estado de los caminos es una gran dificultad al momento de moverse en monopatín. “No están preparadas para estos bichos”, aseguró Antonella.

“Si te tragas un pozo en un monopatín, teniendo en cuenta la cantidad que hay, podés llegar a sufrir un accidente o hasta romper tu monopatín. Yo personalmente, siempre que puedo evito las calles, intento hacer el mejor recorrido posible en las bicisendas”, expuso Camila.

Ese fue el caso de Atonella, que contó “lo tuve que llevar dos veces a servicio técnico, ambas el diagnóstico de las fallas fue producto del pésimo estado de las calles”.

Camila, criticó que algunas ciclovías, el carril exclusivo que encontramos en las calles, tienen poco espacio y algunos pozos. “A veces si viene una persona de frente y justo hay un pozo te podés llegar a caer tratando de evitar las dos cosas”.

Por su parte, Eva comentó: “Vas conociendo las calles, yo por ejemplo ya sé donde tengo que tener cuidado, donde hay pozos y donde no. Tenés que ir prestando atención y despacio, lo mismo si te resbalás te caes y son caídas fuertes, hay que ir controlando con los frenos”, recomendó.

Cuando es necesario tomar una calle, la precaución es fundamental. Según comentó Rodrigo, los autos todavía no se acostumbran a compartir del tránsito. Lo mismo dijo Camila, que señaló “es medio inseguro sobre todo con el tema de las puertas. Cuando la gente estaciona y abre, no se fija, les pasa a las bicicletas también”.

A pesar de esto, ambos coincidieron en que el respeto es crucial. “Los autos respetan el paso, como nosotros también tenemos que respetar las normas de tránsito”, remarcó Rodrigo. “Los autos te dejan pasar bastante, te dan la prioridad y eso está bueno. Si los que andamos en monopatín respetamos y somos cuidadosos es seguro”, garantizó Camila.

Todos consideraron que las medidas de seguridad son clave para el traslado. “Es muy importante usar casco y todas las medidas de protección”, dijo la joven.

Eva relató que para ella “la parte complicada es que no hay mucha gente que los sepa arreglar. A veces hay que cambiar las pastillas de freno o si pinchas, las bicicleterías no te cambian y tampoco tenés repuestos”, detalló. “Yo conseguí una persona que es mi mecánico, pero si cada tanto necesitás controlar la batería o algo que se afloja no hay tanta gente que se dedique a eso”, agregó.

Recomendaciones y precios de monopatines en Neuquén:


Rodrigo, Camila, Antonella y Eva recomendaron los monopatines. “Es depende la vida que tengas, si tenés hijos es complicado, pero si trabajas en el centro y tenés la posibilidad de trasladarte en monopatín, es lo mejor e incluso ayudas a que no haya tanto tránsito”, argumentó la abogada.

“Es la mejor compra del año, me facilitó un montón de cosas, llego rápido, lo guardo adentro del trabajo, no tengo semáforos si voy por la ciclovía, además en esta época del año es super lindo andar en monopatín”, expuso Camila.

Los precios de los monopatines parten de los 900 mil y alcanzan los 3 millones de pesos en los distintos comercios que lo ofrecen. Todo dependerá de la velocidad máxima, autonomía, las ruedas y la suspensión. Esta última característica es el factor determinante para los compradores, según contó Rodrigo, vendedor y asesor comercial del local ubicado en la esquina más céntrica de Neuquén.

Contó que para el estado de las calles de Neuquén es clave la suspensión, y también la potencia para subir pendientes.

En su local, los que más se llevan cuestan alrededor de 1 millón 700 y son los tope de gama. Estos son los KockScooter, el modelo Max G2 y F2PRO. Estos dos tienen suspensión y una autonomía de 70 km a una velocidad de 30 km/h.

Aseguró que “económicamente ahorras un montón y es algo muy sencillo de usar y transportar. La gente busca liberarse de estacionar, llegar tarde y la nafta. Busca comodidad”.


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