Anagramas argentinos y patagónicos: de Rolo Figueroa a María Emilia Soria, de El Bolsón a Allen, qué esconde el juego de las letras

Por pura creatividad y diversión, el autor de la nota usa esta herramienta lingüística con lugares y personas de este suelo. El anagrama, por inofensivo que parezca, suele convertirse en un traductor audaz e inesperado, risueño o dramático.

Revela palabras o frases que no esperabas, lo que añade un elemento de creatividad y sorpresa al pasatiempo. Es posible descubrir conexiones insólitas entre las palabras y obtener resultados que te hagan reflexionar. Cómo será de cierto, que justo al argentino le juega tan mala pasada que le tira por la cabeza señales de desconocimiento, incultura, incompetencia y analfabetismo, luego de intercambiar las nueve letras del original, para encontrarnos con el “sospechoso” agravio de ignorante.
También, en ocasiones, los anagramas pueden generar resultados con doble sentido o incluso humorísticos.


La capacidad de jugar con las letras y las palabras, a menudo da lugar a combinaciones inesperadas.
Por caso, al hacer opción del apellido Sobisch, del exgobernador de Neuquén, acertamos con bichos “s”. Es decir, no sólo un supuesto grupo de insectos, sino también la posibilidad de utilizar una de las dos letras “s” que completa el anagrama, para identificar otra determinada especie de alimañas.


Más apellidos de quienes han sido gobernantes nacionales y provinciales –ejemplo Perón y Sapag- nos permite encontrarnos, en ese orden, con los anagramas poner y pagas.
A propósito de la comprobación que identifica nuestro título, en su libro “Los Argentinos por la Boca Mueren”, el periodista Carlos Ulanovsky escribe: “si usted se siente un argentino con todas las letras, puede construir otros anagramas con la misma palabra”.
Deja de lado lo de ignorante y ensaya tres variantes decididamente apartadas del anagrama en cuestión: lnegar tino, en ingrato y no negrita. En cuanto a argentina –ahora se trata del género femenino- la Enciclopedia del Idioma de Martín Alonso nos da como anagrama tangerina, nombre de la naranja muy dulce y fácil de pelar.


Buscar anagramas es un ejercicio mental que implica la manipulación y reconstrucción de letras para formar nuevas palabras, y cuando nos llevamos la gran sorpresa del mencionado anagrama de argentino, nos invade la inquietud de realizar un recorrido por otros países del mundo, sin dejar de pensar que el lector tiene toda la libertad de poner en práctica su astucia, procurando acertar con cualquier adjetivo, por fuerte que resultare, en “perjuicio” de otras naciones.


Por ahora, un recorrido parcial, arroja los siguientes datos: Brasil, silbar y libras; China, hinca; Ruanda, anudar; Senegal, ángeles; Croacia, arcaico; Francia, afincar; Palestina, penalista; España, apañes; Inglaterra, integrarla; Polonia, opalino; Ecuador, acuerdo; Nepal, panel; Costa Rica, acróstica; Argelia, alegría; Líbano, albino. En cuanto a Venezuela, la capital Caracas, se convierte en cáscara.


Desde el enfoque más sencillo de todos –reiteramos- está demostrado que el anagrama implica la generación de dos o más palabras diferentes por el solo hecho de cambiar la posición de sus letras.
Veamos: Sergio-riesgo; mate- tema; selfie – fieles; Messi – semis (moneda romana); vino-ovni; abril-libra.


Gente pública



Inscriptos por trayectoria o actividad en el ámbito público, también las siguientes personas, diversas procedencias y actividades, “se prestan” al juego del anagrama. El resultado, de ninguna manera lesiona el buen nombre y honor de los protagonistas.


Walter Cortés, Intendente de Bariloche, sector y corset. El músico Naldo Labrín, libran. El periodista Pancho Casado, sacado. Jorge Tobares, Ministro de Gobierno neuquino, robaste. Mariano Mansilla, dirigente político, manillas (equivalente a pulsera o brazalete).
María Emilia Soria, Intendente de Roca, oirás, “advertencia” para prestar atención a los vecinos. Martín Fraile, Director de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, filare, de origen italiano: hilar, correr velozmente. El apellido de Miguel Ángel Pichetto, sustenta la venta de una posible marca de techo: techo pit.


De la querida poetisa y escritora neuquina Irma Cuña, la elección del nombre de pila nos da mira, rima y Amir, este último, nombre árabe que significa “copa de árbol”.
Eduardo Talero, ilustre apellido para los neuquinos, da con el anagrama altero, sinónimo de montón, cúmulo, montículo.
Magdalena Odarda, legisladora rionegrina, rodada y dorada. El locutor, periodista y empresario publicitario Abraham Thomé, se salvó raspando de encontrarse con un temible grupo guerrillero de Palestina: hombre a Hamat, antigua ciudad de Siria.
A los tocayos Daniel Daglio, que no guardan ningún parentesco –uno médico, actual Director del ISSN, el otro camarógrafo y productor radial- el anagrama, cambio de nombre y apellido, igual Gilda Danielo, y únicamente el apellido, álgido.
Para lograr poner en cartelera a Rolando Figueroa, gobernador del Neuquén, acudimos a la fonética lírica ue Figaro, perteneciente a una de las más festejadas arias de la ópera “El Barbero de Sevilla” de Rossini.


Fruticultura y geografía lugareña



Amanzan, término francés, aparece como anagrama de manzana, nuestra fruta estrella. Dicho término extranjero nos halaga porque significa “capaz de dar amor y afecto”; en tanto pare y rape, resultan de pera, otro de los productos que enriquece nuestro valle.


En una corta travesía por pueblos y lugares de la geografía regional, el anagrama nos colma de sorpresas.
El Bolsón se convierte en noble sol, El Chocón se tutea con un histórico navegante genovés: che Colón. Regina, la perla del valle, “decide” irse en gira. Allen, colmada de fruta, se jacta del anagrama llena. Zapala, aplaza, pero también es mensaje a la paz.


A nuestro Limay, que a estar de Diego Abad de Santillán, en su Diccionario de Argentinismos, califica como voz pampa, significado de río blanco, cristalino o límpido, el anagrama le otorga el padrinazgo de Yamil, nombre de origen árabe, agraciado como “el que tiene todos los dones”.
Eligiendo citarle damos con un anagrama de Catriel. Invéntala y levantina, son dos variantes de Valentina. Río Negro acusa convalecencia: rengo río. Cerrando la caja de Pandora que es la búsqueda de anagramas, Roca, resulta caro.


Política y recuerdo



En tanto la actualidad, que siempre tiene motivos para “meterse en el medio”, nos muestra dos organismos del Estado –Inadi y Telam- sepultados recientemente por el Gobierno de Javier Milei. Anagrama mediante, se convierten en india y metal, respectivamente.


Recuerdo la primera vez que me tocó enfrentar el sustantivo masculino anagrama. Fue en segundo grado de la Escuela Primaria 121 de Neuquén, maestro y educador inolvidable Carlos Alcántara. Se encargó de poner en el pizarrón la palabra amor, y en menos de media hora la clase agotó la búsqueda con Omar, ramo, Roma, mora y armo.
Menos mal que no eligió pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis, considerada la palabra más larga del mundo, referida a una enfermedad pulmonar que puede afectar a trabajadores de la actividad minera.
Todo lo expuesto, no es ninguna prueba de que los anagramas obtenidos de cada palabra o nombre, sean los únicos. El desafío queda a disposición de los lectores, seguramente más ingeniosos que nosotros.


Vale la pena recordar que en muchas ocasiones, escritores y creativos utilizan el anagrama de manera deliberada para transmitir mensajes ocultos o para jugar con el lenguaje de manera artística. Es una herramienta lingüística que puede tener aplicaciones más allá de la simple recreación, tanto en la poesía como en la literatura.

(*) Locutor y periodista.


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