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Amor en cuatro patas: un perro ayudó a su hijo con autismo y ahora ella se dedica a salvarlos

Lucía es de Chichinales y es proteccionista. Se ocupa de perros callejeros con tumores o enfermedades graves. Su dedicación logró curarlos a la mayoría, pero afronta una deuda importante con veterinarias y necesita ayuda para poder seguir.

Lucía Ferreyra tiene 31 años y ama a los animales desde que es chica, pero no tuvo la posibilidad de tenerlos porque su familia no compartía la misma pasión. El primer perrito que Lucía adoptó de adulta, Tigre, fue quien le guió el camino.

Es que ella tuvo un hijo con autismo y un retraso madurativo y fue un perro el que los ayudó. Su hijo que ahora tiene cuatro años hizo una terapia con Tigre, el perrito, que dio buenos resultados. “Siempre agradezco y le voy a agradecer, el avance que tuvo mi hijo con la terapia que tuvo. Él no se podía comunicar con los humanos”, contó Lucía a Diario RIO NEGRO. 

Hace seis años que realiza tránsitos. En 2023, alumbrada por lo que pasó con su hijo, Lucía empezó a ayudar a los animales en casos complejos. Así fue que recibió a Muñeca, una perra que chocaron y tuvo una fractura de médula porque la retiraron incorrectamente de abajo del vehículo que la arrolló.  Le dio tránsito en su casa y lamentablemente la perra quedó con una discapacidad motriz. 

Se terminó quedando con nosotros porque nadie quiere tener un perrito con discapacidad y ella fue mi primer caso de alta complejidad”, contó la joven proteccionista quien desde ese entonces no para de recibir casos de distintos animales. 

Participó en muchos rescates de perros y en dos casos de gatos. Fueron al menos siete perros con tumores importantes y complejos a los que Lucía ayudó para que puedan ser sometidos a cirugía en veterinarias. 

El primer caso de tumor lo fui a rescatar a una chacra, una perrita abandonada con un tumor muy grande en el pecho. Negrita fue la primera perra de tumor que ayudé en Chichinales, estaba abandonada en el balneario”, recordó. 

Luego Fiona, una can de Villa Regina que también vagaba por las calles con un tumor en el pecho. Homero también fue operado de un tumor en la garganta gracias a su labor. 

 “Cuando me pasan casos tengo que actuar de forma rápida y me la tengo que jugar de cierta manera, porque tengo que llegar rápido y solucionar el problema para que el perro no muera”, reveló. 

Lucía Ferreyra, proteccionista de Chichinales

La joven se mueve por el Alto Valle, entre Neuquén y Chichinales también con ayuda de su pareja que es rescatista. Pudo construir una red de veterinarios que colaboran pero a quienes se les debe dinero por los trabajos realizados. 

No solo afrontó cirugías, sino internaciones y traslados. Hubo perros que recibieron tratamientos oncológicos. “Son muchísimos casos, también hay casos de mala praxis”, contó.

Solidaridad para seguir adelante


Lucía ahora pide ayuda a la población para continuar con esta labor solidaria. Cotidianamente realiza rifas y actividades para juntar fondos pero es demasiado el dinero. 

“La cuenta de Villa Regina la tengo colapsada, debo 130 mil pesos que esta semana tendré que liquidar, más los 220 mil de Cipolletti, más 50 mil en traslados”, aseguró. Tiene alrededor de medio millón de pesos que recaudar para poder seguir adelante. 

“Así como estamos no podemos seguir ayudando, si bien los veterinarios y veterinarias son buenos, generosos y me dan una mano, tenemos que cumplir”, cerró. 

Para quienes quieran colaborar, la joven dejó un alias amorcon4patas.1992 y su número de celular 2984878337 para transferir y comunicarse, o sumarse al grupo de Facebook.


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