Alta preocupación de Cortés por el futuro del transporte público en Bariloche
La caída de los subsidios podría precipitar el abandono del contrato de concesión por parte de la empresa Mibus.
El intendente Walter Cortés volvió a quejarse por la estrechez económica que atraviesa el municipio, que atribuyó a la gestión anterior, y señaló que de todas las urgencias que le toca afrontar la más demandante es asegurar la continuidad del transporte urbano.
Reconoció que la caída de los subsidios podría precipitar el abandono del contrato de concesión por parte de la empresa Mibus y adelantó que uno de los paliativos que se podría implementar es un aumento para quienes tienen tarifa con descuento o directamente gratuita, que estimó en el 50% de los pasajeros totales.
Cortés reconoció que los primeros días de gestión le resultaron arduos y más complejos de lo esperado y que la gestión está «desbordada por la situación de crisis». Habló de un «déficit de 2.000 millones en el municipio», con cuentas a pagar en lo inmediato para lo cual «no está el dinero», más la inminencia del vencimiento de sueldos, «que significan otros 1.500 millones».
Dijo no haber desistido de impulsar una ordenanza de emergencia económica, si bien todavía no envió proyecto alguno al Concejo.
Antes de asumir había dicho que lo haría con un nuevo proyecto de presupuesto 2024 y las ordenanzas fiscal y tarifaria, además de la emergencia.
Las primeras ya están en el Deliberante y se toparon con varias objeciones, de modo que el oficialismo tendrá que aceptar cambios importantes si pretende conseguir los votos. La emergencia, en cambio, quedó en promesa.
«Va a estar, pero lleva un tiempo, hay muchísimas cosas para revisar y estamos en eso. Asumimos con una gran cantidad de problemas -aseguró-. Tenemos que estudiar bien los términos, si no después en el Concejo me dicen que soy desprolijo o improvisado».
El intendente señaló que el tema del transporte es de los más graves que debe resolver y que el DNU del presidente Milei introdujo más incertidumbre a futuro.
Ayer existió un amague de paro que amenazó otra vez con dejar a la ciudad sin colectivos, como ocurrió el mes pasado durante tres días. El gremio UTA anunció la medida de fuerza a partir de hoy porque los trabajadores no habían cobrado el aguinaldo, pero los depósitos aparecieron en sus cuentas y la medida se desactivó.
Cortés dijo que se reúne periódicamente con directivos de Mibus y que entiende la dificultad que enfrentan. Pero su posición fue menos indulgente con la empresa que la de su antecesor Gustavo Gennuso. «Hay un riesgo empresario que deberían asumir y un capital para poner en juego, no puede ser que atrasen los sueldos o lo paguen en cuotas», afirmó.
Esta semana el municipio concedió a Mi Bus un nuevo subsidio de 56 millones de pesos, que se suma a las abultadas cuotas de gasoil que ya entrega mes a mes desde hace al menos tres años. Cortés dijo que no es un extra sino «un adelanto» y se quejó de que la provincia y la Nación están atrasadas con el envío de sus propios subsidios.
El retaceo de esos fondos podría provocar el colapso del sistema en cualquier momento, admitió. Y delineó una solución posible al señalar que es mucha la gente que viaja sin pagar (como los estudiantes o las personas con discapacidad, más sus acompañantes) o los que gozan de descuentos como los jubilados, los «agentes», trabajadoras de servicio doméstico y beneficiarios de planes sociales.
«Hay que pensar en un esquema distinto y algo deberían pagar, porque con este boleto y con tan pocos pasajeros que pagan la tarifa completa no alcanza», reflexionó.
Dijo también que si el servicio entra en crisis terminal tiene un «plan B», del que ya había hablado en campaña, y que consiste en convocar a taxis, combis y minibuses de propietarios locales para abrir el juego a otros prestadores. También piensa desarrollar una aplicación de celulares para viajes «punto a punto» y transportes colectivos a demanda, como son usuales en Chile. Pero hasta ahora no hubo convocatorias expresas para avanzar en esa línea.
Una opción con muchos obstáculos
El dirigente de la Asociación de Empresarios de Transporte Automotor de Bariloche, Hernán Jaraj, señaló que la alternativa esbozada por Cortés es inviable, al menos con una tarifa parecida a la que hoy tiene homologada Mibus, de 200 pesos por viaje, que aumentará a 270 el 1 de enero.
Jaraj dijo que los vehículos que ellos usan, por lo general en el rubro turístico, tienen 18 asientos y no pueden llevar gente parada, como sí ocurre con los micros de transporte urbano, lo cual beneficia la ecuación costos/ingresos. «Teniendo en cuenta los pasajes que se podrían vender, los recorridos, el precio del combustible y el resto de los costos, no cierra por ningún lado», afirmó.
Dijo que «se puede hacer, pero a una tarifa que no tiene nada que ver con la actual. Por el boleto actual no movés un minibus ni cinco cuadras. Por más que el chofer sea el dueño». Señaló que hoy un traslado privado hasta Llao Llao (como el que suelen contratar algunas empresas) se cobra no menos de 60 a 70 mil pesos, con lo cual resulta imposible reconvertir esa modalidad en un servicio de transporte urbano.
Sostuvo además que no hay sobrantes de vehículos en Bariloche en la alta temporada, cuando todos se vuelcan al turismo y «es imposible conseguir» sin contratación previa. «Puede haber entre marzo y mayo, tal vez en noviembre. El resto del año olvidate», dijo Jaraj.
Señaló que esta será la respuesta que le darían al gobierno si existe un sondeo formal. Insistió en que la opción de diversificar o reemplazar a Mibus con transportistas locales «sería muy, muy complicada, muy difícil. Por más que suene antipático».
Y la posibilidad de abrir el juego a los taxis o remises, como dijo el intendente, encontraría obstáculos todavía peores.
Dato
- 2.000
- millones de pesos es el déficit en el municipio según estimó el intendente Cortés.
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