Ahora le toca a los embriones: huevos de dinosaurios pasaron por el tomógrafo en Huincul
El primer turno fue para las vértebras de tres dinosaurios carnívoros de unos 80 millones de años. El estudio permitirá avanzar en la investigación sin necesidad de dañar el material fósil.
Seis huevos fosilizados de dinosaurios que corresponden a la mayor nidada hallada en Auca Mahuida, pasaron ahora por el tomógrafo para determinar si en su interior se pueden detectar los huesos en los embriones. Al igual que ocurrió con el análisis de los huesos fósiles de los carnívoros Aucasaurus, el Murusraptor y otro nuevo que está en estudio.
Les hicieron tomografías a pacientes de 80 millones de años en Plaza Huincul
Una vez más, el tomógrafo del Sanatorio Plaza Huincul –que pertenece al sindicato petrolero privado- permitió escanear material paleontológico, que es patrimonio del museo Carmen Funes, situado en Plaza Huincul.
Ahora, el turno fue de seis huevos fósiles de la nidada rebautizada como Auca Mahuevo y que permitió detectar por primera vez para el mundo científico internacional la presencia de embriones fosilizados de dinosaurios. En esta ocasión, las tomografías se realizaron en los huevos cerrados. La explicación es que cada vez que se produce un hallazgo, para estudiar el interior de los huesos o los huevos de dinosaurios, se los debe romper y allí se avanza con el análisis.
«El objetivo fue saber si las imágenes generadas por el tomógrafo permiten detectar la presencia de huesos de embriones en huevos cerrados. Para eso se tomografiaron, a modo de control, huevos con embriones ya identificados», describió el paleontólogo Rodolfo Coria.
«De esa manera, eventualmente, podremos ver si los embriones generan un tipo de imagen en particular, para luego buscarla en huevos sin abrir. A su vez, las imágenes pueden indicar diferencias de densidad en las cáscaras de los huevos, lo cual puede relacionarse con la conductividad del oxígeno en vida del animal», subrayó Coria.
Fue Coria quien junto al paleontólogo Iván Capurro llevaron el material para su análisis, con la asistencia del técnico en Imágenes, Gabriel Iril que se desempeña en el sanatorio privado.
En la primera experiencia, se pasaron por el tomógrafo las vértebras del Aucasaurus, el Murusraptor y un nuevo dinosaurio carnívoro que se encuentra en etapa de estudio. La técnica permite apreciar el interior, sin que se dañe el fósil, conocer la morfología interna de las vértebras, especialmente la eventual presencia de cavidades que en vida del animal consistían en cámaras neumáticas, tal como describen los profesionales del museo
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