A ocho años del primer «Ni Una Menos»: «llegaron mudas de vida y ahora tienen voz»

Quillagua es una asociación que acompaña a víctimas de violencia de género en Roca. La red de sostén construida las llevó a formar un equipo de fútbol, como estrategia de acompañamiento y contención.

Un día como, hace ocho años, miles de personas de todo el país salieron a las calles para exigir «Ni una Menos». Había ocurrido el femicidio de Chiara Pérez, una joven de 14 que estaba embarazada. Fue la gota que rebalsó el vaso.  Fue la gota que rebalsó el vaso. De enero a diciembre de 2022, según el registro de la Corte Suprema de Justicia, se cometieron en el país 226 femicidios, 4 en Río Negro. Las violencias machistas extremas no cesan, pero la lucha persiste y cada vez son más quienes se suman.

Quillagua es una asociación que acompaña a mujeres que atravesaron situaciones de violencia de género en la ciudad de Roca. Es un espacio interdisciplinario con trabajadores sociales, psicólogas y abogadas. «Lo que más me gusta de Quillagua es que a pesar de toda la muerte que ronda, tiene mucha vida. Es un grupo de mujeres que luchan por vivir, que transmiten ganas de vivir y salir adelante. Te motorizan», aseguró Manuela Calendano, una de las psicólogas.

Nació en 2001, en plena crisis social, política y económica. Desde ese momento, la trabajadora social, Liliana Enriquez, fue el mástil de la organización. Funciona los 365 días del año, las 24 horas del día.

«Cuando una mujer se contacta establecemos desde el comienzo un vínculo de confianza. Yo les digo que juntas vamos a recorrer un circuito, juntas vamos a elaborar un diagnóstico previo de su situación y luego va a serlo presencial en Quillagua», explicó Liliana.

Una vez que la persona se comunica, irá a la asociación donde la recibirán dos técnicas o técnicos. Luego se unirán al grupo donde se volverán a encontrar con Liliana. «No es una voz que se pierde», apuntó la trabajadora.

El espacio cuenta con un espacio destinado a las adolescencias y las infancias debido a que acompañan familias completas. «Cuando la violencia entra a la casa por la ventana o la puerta nos afecta a todos. Nadie queda afuera», señaló la profesional.

Además, la asociación es un lugar fundamental para estudiantes que deciden formar parte del espacio para aprender.

El grupo atiende a mujeres de todas las edades y clases económicas. Es sumamente variado. Hay jóvenes, pero también adultas. «El año pasado atendimos a una de 70 que quiso salir de esa situación», dijo Manuela.

El trabajo en Quillagua es voluntario. Liliana y Manuela contaron cómo lo desarrollan. Foto: Andres Maripe.

«Podes ver a una mujer que está bien económicamente, que tiene familia y un buen trabajo, pero aún así lo puede estar pasando mal», contó Liliana. Pues, la idea de que sólo las mujeres pobres sufren violencia de género es una mentira. Ninguna está exenta.

El personal se encuentra los sábados y analiza el nivel de riesgo que sufre la mujer. «Si es una persona que vive con ataques de pánico permanentemente eso es un daño alto, no puede vivir, no es digno vivir así, ni con pensamientos suicidas. No es digno estar sola«, remarcó Liliana.

Una de las primeras cosas que hace el agresor es aislarte. «Si te aíslo sos arcilla, yo te modelo a mi antojo», explicó la profesional.

Las personas que trabajan en este lugar lo hacen a voluntad. El diario RÍO NEGRO les preguntó cómo hacían para sostenerlo y Liliana contestó «alguien dijo una vez que no éramos buenas vecinas, éramos buenas personas. Yo creo que es eso, lo siento así. Son casi todos jóvenes y se presentan todos los sábados a voluntad y es el deseo de formarse como profesionales. Todos opinan, hablan desde su lugar de saber. Aprendemos de las abogadas y las psicólogas» y agregó «nosotras entramos los sábados a las 9 y no sabemos a qué hora salimos».

Si necesitas comunicarte podes hacerlo al teléfono: 2984 66-6605.

Ni una menos


Manuela destacó la importancia de la modificación de leyes. «Creo que eso ha sido una gran victoria y que todavía falta mucho porque hay que ver cómo se están implementando, cuáles son las limitaciones y demás. Siempre decimos, cuando hay un juicio pendiente, hay algo que todavía no se cierra, hay un derecho que no está ganado. La justicia tiene que estar ahí«, afirmó la psicóloga.

Liliana apunto a que el índice de crueldad ha aumentado a lo largo de los años. «Esa es una de las situaciones en donde el Estado hace agua», dijo la trabajadora. Otra institución importante en Roca es el Hospital Francisco López Lima, con el cual trabajan constantemente. «El hospital muchas veces deriva casos que no son de Quillagua, están sobresaturados», señalaron.

Otro hecho que afecta a la organización es que no cuentan con diversos espacios para hospedar a las familias. El refugio que suelen utilizar hace ya más de 20 días no está habilitado debido a que no tienen luz.

Equipo «Quillagua»: tener tiempo de ocio también es vencer la violencia


Gracias a la asociación las mujeres que estaban pasando por situaciones de violencia de género pudieron conocerse y decidieron formar un equipo de fútbol.

Una de las participantes contó: «empezamos a contar que jugábamos al fútbol de chicas y surgió la idea de formar un equipo. Nos empezamos a juntar con las chicas. Hace un año lo tenemos y se han sumado cada vez más. Este espacio nos ayuda un montón. Nos da contención, podemos compartir, escuchar a otras con problemas, pero la pasamos bien. Jugamos y compartimos», expresó.

El fútbol. Encontrarse para disfrutar es una forma de vencer la violencia, de edificar otra vida. Foto Andrés Maripe.

En 2009 Argentina sancionó la ley de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales” la cual define la violencia contra las mujeres como “ toda conducta, acción u omisión que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, su libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”

A su vez, esta ley define cinco tipos de violencia (física, psicológica, sexual, económica y patrimonial y simbólica) y 6 modalidades (violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y  mediática).

«No pagar la cuota alimentaria, difundir videos de contenido sexual sin el consentimiento de la persona, o que quieran controlar tus ingresos también es violencia», ejemplificó Liliana.

«Comienza con no darle plata para los alimentos, no hacer las tareas compartidas del hogar, maltratarla, humillarla, aislarla, todo eso arranca silenciosamente. Entonces a la primera alerta que tengan estas mujeres, que llamen a Quillagua y que consulten a ver si esto está bien, está mal, qué les parece. Consultá, no pasa nada, para eso estamos. La salida siempre es colectiva«, sostuvieron. Una vida libre de violencia también es tener tiempo para disfrutar


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