63 días en la cumbre del Aconcagua: el neuquino que quiere batir un récord mundial
Extremo y todoterreno, no hay deporte de aventura que Facundo Arias no haya practicado. Se prepara para un récord de permanencia en altura donde grabará un documental, con un mensaje especial.
Aventurero, deportista, amante de la adrenalina y los desafíos más osados, Facundo está dispuesto a todo por cumplir su meta, hasta arriesgar su vida. El neuquino quiere batir el récord mundial de pasar 63 días en la cumbre más alta de América, el Aconcagua; solo y llevando un mensaje: salvar vidas está en nuestras manos.
De esa permanencia sobre la montaña más alta de la cordillera de los Andes, quedará un documental grabado en las alturas «Permanecer, un día +». La idea es que todos puedan revivir y sentir un poco lo que él sintió durante el recorrido, no en forma de libro como ya se hizo, sino audiovisual.
El protagonista de esta historia se llama Facundo Julián Arias, tiene 29 años y es guardavidas. Nació en la ciudad de Plottier, provincia de Neuquén. Vivió en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y en Chubut. El último lugar donde residió fue Lago Puelo donde se formó en ski. Pasó del Marketing Digital a la carrera de Guía de Alta Montaña y luego viró al mundo de la fabricación de cerveza artesanal.
Kayak, rafting, ski, no hay nada que Facundo no haya experimentado en el mundo de las aventuras. La vida lo llevó por el lado del deporte y empezó a capacitarse como instructor de musculación. Fue un viaje de ida porque se formó como personal trainer, instructor de RCP, guardavidas, socorrista de montaña, en lugares remotos (Wilderness First Responder o WFR).
La razón por la que Facundo va por la permanencia de 63 días es para superar el récord del español Fernando Garrido quien pasó 62 días en la cima del Aconcagua en 1985, solo. Esa permanencia en altura todavía nadie en el mundo pudo superar. Fruto de esa experiencia, Garrido publicó “7000 metros”, un libro que relata la osadía, esa que hoy Facundo quiere dejar atrás.
Todo empezó un día en que leyó el libro de Garrido cuando vivía en Lago Puelo y empezó a soñar. Ahora se prepara para sobrevivir en temperaturas de -40 o 50 grados centígrados en la montaña de 6,961 metros sobre el nivel del mar, según aseguró en la entrevista con Diario RIO NEGRO.
“Me llamó mucho la atención la forma y el contexto en el cual (Fernando Garrido) lo hizo y me dije: ¿Por qué no dejar ese récord en Argentina?”
Facundo Arias, montañista que busca el récord mundial de permanencia
Este proyecto documentará no sólo sus hazañas en la montaña, sino también las razones personales detrás de su búsqueda y los desafíos a los que se enfrenta. El equipo de la productora “Chipá Producciones” es el encargado de los cortometrajes previos en montañas de Neuquén.
Toda la narrativa se dará entre Facundo y la cámara, utilizándola como compañera en la solitaria experiencia. Serán dos cortometrajes de 15 minutos cada uno. Uno en volcan Lanín (3.776 metros sobre el nivel del mar) y otro en el Domuyo (4.702). Luego, un mediometraje en el Aconcagua. Subirá solo y un equipo de porteadores ascenderá a dejarle provisiones cada tres días.
El mensaje y un legado: salvar vidas con RCP
La búsqueda de este joven es ambiciosa y noble, ya no es simplemente hacer cumbre en medio de un entorno totalmente hostil y traer el récord mundial a la Argentina; sino hacer un pedido: la implementación de cursos de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en las Escuelas Primarias.
Además de ser un desafío personal, para él la idea es transmitir y concientizar sobre el RCP. “La intención es que se llegue a implementar en el sistema educativo primario”, contó. Para Facundo, es fundamental que las infancias adquieran herramientas para salvar vidas.
“Esto parte de la formación de instructor de RCP y socorrismo que tengo”, contó. Tanto es así que su marca personal es que en cada ascenso de montaña, lleva consigo una bandera que dice “Aprender RCP Salva Vidas”.
“Por qué no transmitir a las personas que si uno se lo propone puede lograr sus sueños y llevar a cabo el desafío que se proponga»
Facundo Arias, montañista que busca el récord mundial de permanencia
Los preparativos: físicos y mentales
El ascenso está programado para diciembre de 2024. Le quedan nueve meses de preparación. En su mente está la cuenta regresiva. Le queda por delante un año cargado de preparación física, entrenamiento a rajatabla, programación de los viajes y la preproducción del documental con su equipo. Luego la ansiada travesía hacia su misión.
El proceso de preparación se divide en dos partes. La parte mental y la parte física. La mental es la más difícil, según explicó, ya que un 80% del proyecto se trata del costado psicológico. Para eso ejercita técnicas y métodos de meditación de mindfulness. Exposición al frío e inmersiones en aguas frías, son parte del entrenamiento.
La parte física se basa principalmente en trabajos de fuerza en el gimnasio más trote, natación y bicicleta. Utiliza la bici como medio de transporte para generar oxigenación y aire. Muchos ascensos de aclimatación de altura de hasta 6.000 metros son parte de la previa al gran desafío.
“Hoy en día se me está haciendo muy difícil la parte previa, ya que estoy necesitando y busco sponsor”, aseguró el muchacho quien debe costear todos los preparativos, equipos y demás necesidades para cumplir su misión.
En la actualidad entrena en montañas de Neuquén, Mendoza, San Juan, Catamarca. Hace travesías en solitario en los refugios de El Bolsón, Bariloche en invierno, para ganar exposición al frío. Ya hizo un intento en Aconcagua que se postergó por contingencias climáticas.
El envión: el amor y la familia
Facundo repasa su historia y enseguida se acuerda de su familia y su pareja, Florencia, quien cumple un rol importante en este camino. Él es uno de seis hermanos. “Tengo a mi papá adoptivo que fue el que me crió a partir de los ocho años. A mi papá biológico no lo conozco. Mi vieja siempre luchó sola y yo siempre estuve acompañándola”, contó sobre su vida.
“Mi mamá y mi papá que me han brindado tantos valores, para mi sería un honor poder concretar estos proyectos. Y a nivel personal, uno de mis sueños es poder generar charlas y transmitir las vivencias y las historias de las cuales fui transitando”, contó.
Ahora solo queda foguearse y lanzarse. Intentarlo. Hasta el Himalaya no para, pero primero espera lograrlo y volver a casa. Permanecer, un día más.
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