Siguen la pista de los negocios del colombiano

BUENOS AIRES (DyN)- Investigadores del crimen de un ciudadano colombiano en San Fernando dejaron bajo custodia el yate en el que residía la víctima y estudian los negocios y movimientos que hicieron en el país los allegados al joven que sobrevivieron al ataque perpetrado por dos supuestos «sicarios».

A 24 horas del crimen de Sebastián Gálvez Ramírez, fuentes de la investigación dijeron que se acrecentaba la certeza de que el caso puede tener relación con el lavado de dinero y el narcotráfico.

Los investigadores manejaban varias hipótesis del crimen: una indica que la víctima pudo haber sido seguida desde Colombia e intimada a pagar aquí una deuda que había dejado pendiente en su país; otra daba cuenta que el homicidio fue un mensaje para que la víctima no se instalara en Argentina.

Al mismo tiempo, los investigadores se preguntaban si el hombre que iba de acompañante en la moto y que fusiló a Gálvez Ramírez pudo haberse confundido de objetivo, indicaron fuentes policiales.

En ese marco, dijeron que las sospechas apuntan a un cuñado de Gálvez Ramírez, Jorge González Ramírez, el hombre con más dinero del grupo y quien sería financista de los colombianos que fueron a comprar un yate a un negocio de náutica de San Fernando donde ocurrió el crimen.

El ataque fue perpetrado el lunes a la tarde en la puerta del negocio Renosto, un local de artículos de náutica situado en Avenida del Libertador 1999, en la localidad bonaerense de San Fernando.

Allí, cuatro colombianos y un argentino llegaron al local para comprar un semirrígido.

A la espera de la operación, Gálvez Ramírez y otro conciudadano que, al parecer tiene antecedentes en su país por drogas, estaban sentados en un banco de madera en la calle cuando pasó una moto de alta cilindrada con dos personas a bordo.

Las fuentes policiales dijeron que el atacante iba de acompañante en la moto, sin casco, a diferencia del conductor.

Al parecer, el hombre que mató a Gálvez Ramírez se bajó de la moto, gritó con acento caribeño un nombre y disparó contra la víctima más de diez veces, con un arma 9 milímetros.

Los que apuntan a la hipótesis de la confusión señalaron que tanto la víctima como su cuñado eran bastante parecidos físicamente y estaban vestidos de una manera muy similar: llevaban ropa Dolce&Gabanna y gorra azul.

Las fuentes señalaron que Jorge González Ramírez les contó a los investigadores que llegó al país desde Colombia luego de haber estado secuestrado por las FARC durante seis meses.

González Ramírez, además, vive en un piso 37 de un edificio de Puerto Madero, a donde había invitado a su cuñado cuando llegó al país.

El departamento también es vigilado por los investigadores que actúan bajo las órdenes del fiscal de San Fernando, Luis Angelini.

El yate «Wood», también propiedad de los colombianos, quedó bajo custodia judicial, aunque permanecía encallado en el muelle del country Marinas del Sol.