Siete mitos y verdades sobre los tratamientos de reproducción asistida
El director general de la Clínica IVI, Fernando Neuspiller aseguró que es fundamental tener un diagnostico correcto.
Son muchas las causas que pueden que ocasionar dificultades para lograr un embarazo y, según su origen, pueden dar lugar a la necesidad de un tratamiento. Los especialistas destacaron la importancia de tener un diagnóstico correcto y revelaron algunos mitos y verdades sobre las alternativas más frecuentes.
“Como regla general, sugerimos recurrir a un profesional en el caso de parejas que lleven más de un año teniendo relaciones sexuales periódicas no protegidas y no hayan logrado la gestación, aunque hay otros cuadros singulares en los que conviene hacerlo de forma inmediata”, explicó el especialista en medicina reproductiva Fernando Neuspiller.
Algunos casos, explicó, tienen como protagonistas a “mujeres mayores de 35 años, pacientes con ciclos menstruales irregulares o amenorrea secundaria (cese menstrual durante tres ciclos o durante, al menos, seis meses), antecedentes de cirugía pélvica o de dos o más abortos, presencia de lesión en las trompas de Falopio o enfermedades genéticas en uno o ambos miembros de la pareja”, precisó.
Resumiendo
La reproducción asistida genera embarazos múltiples y partos prematuros: Falso.
Mediante la fecundación in vitro se puede definir el sexo del bebé: Falso.
Una mujer sana puede quedar embarazada naturalmente a los 40 años, aunque con menos probabilidad que en edad reproductiva: Verdadero.
El hombre tiene una vida fértil más larga que la mujer: Verdadero.
Una pareja que ya tuvo hijos no puede tener dificultades de fertilidad: Falso.
La esterilidad es mayormente femenina: Falso.
Los tratamientos de reproducción asistida no funcionan en pacientes con menopausia: Falso.
Mitos y verdades
Según aseguró el profesional, el mito más frecuente y sobre todo falso, es el que dice que la reproducción asistida genera embarazos múltiples y partos prematuros. “Años atrás se acostumbraba transferirle a la mujer dos o más embriones”, argumentó y aclaró que “dado que las estadísticas reflejan que en esas circunstancias una de cada cuatro mujeres se embaraza de mellizos, la práctica se reserva a situaciones puntuales”, afirmó Neuspiller, que dirige la clínica IVI Buenos Aires.
Un embarazo múltiple implica riesgos más altos que los de un solo bebé, como la prematuridad, algo que ocurre en el 50% de los embarazos gemelares y en el 90% de trillizos.
Otro mito que también es falso es aquel que sostiene que, mediante la fecundación in vitro se puede definir el sexo del bebé. “La realización de un tratamiento no nos indicará el sexo del futuro bebé, sin embargo existen otros como el diagnóstico genético preimplantacional que no sólo ayuda a descartar alteraciones genéticas y cromosómicas en los embriones, sino que además identifica el sexo”, aclaró.
Uno de los mitos verdaderos es que una mujer sana puede quedar embarazada naturalmente a los 40 años, aunque “tiene menos probabilidad que una mujer que busque el embarazo en edad reproductiva”, señaló.
“A los 30 años de la mujer el 70% de los óvulos son genéticamente normales, mientras que a los 40 sólo el 30% presenta esa característica. Por ello, las probabilidades de embarazo en mujeres de 40 años son menores al 10%”, precisó el especialista.
Otra afirmación que resulta verdadera es que el hombre tiene una vida fértil más larga que la mujer, ya que en ellas la capacidad fértil comienza a descender “significativamente” a partir de los 35 años, mientras que en los varones “recién se empieza a apreciar una merma” a partir de los 50.
Los últimos tres mitos son falsos, y sostienen que una pareja que ya tuvo hijos no puede tener dificultades de fertilidad, que la esterilidad es mayormente femenina y que los tratamientos de reproducción asistida no funcionan en pacientes con menopausia.
Con respecto al primero, “existen procesos emocionales y factores físicos que no son permanentes o pueden aparecer en un momento específico, por eso es posible que quien ya haya concebido no logre hacerlo de manera espontánea en otra etapa de su vida”, sostuvo el especialista.
En cuanto a la esterilidad, aclaró que las estadísticas son similares para ambos sexos y que existen también problemas vinculados directamente a la pareja, aunque en algunos casos “la causa puede ser inexplicable”, reconoció.
En cuanto a las pacientes menopáusicas, Neuspiller afirmó que gracias a la ovodonación pueden lograr un embarazo a partir de la inseminación de los óvulos de la donante por los espermatozoides de la pareja de la receptora u otro donante, y luego su transferencia al útero materno.
“Lo esencial es saber que hoy existen múltiples técnicas para combatir la esterilidad, lo que nos permite ayudar a los pacientes a alcanzar el resultado deseado: tener un niño sano en casa”, concluyó Neuspiller.
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