Si hay síntomas de ACV, hay que llegar rápido a la guardia
En el Día Mundial de la patología, especialistas alertan sobre los factores de riesgo, los cuidados, los tratamientos y los avances tecnológicos que dan esperanzas.
Hoy se conmemora el Día Mundial del ACV, una patología grave que amenaza la vida y la calidad de vida de las personas. En Argentina es la tercera causa de muerte, y la primera causa de discapacidad, mientras que en los Estados Unidos y varios países de Europa descendió a la quinta posición gracias a las campañas realizadas para prevenirlo y tratarlo a tiempo. Eso demuestra que conocer sobre esta enfermedad, sus síntomas y los tratamientos es el camino a seguir para ganar la batalla.
El equipo de médicos conformado por el neurocirujano Pedro Lylyk, director general de la Clínica La Sagrada Familia con sede en la Capital, su discípulo Mauricio Rusell, neurocirujano de Villa la Angostura y el neurocirujano Ivan Lylyk, explicaron la importancia de consultar a tiempo, porque cada minuto que pasa cuando ocurre un ACV equivale a la muerte de dos millones de neuronas.
Un ataque cerebrovascular se provoca cuando se detiene el flujo sanguíneo a parte del cerebro. Al no poder recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan, las células cerebrales comienzan a morir en minutos. Esto puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte.
“Tenemos buenas noticias: si una persona sufre un ACV y recibe atención inmediata su pronóstico será favorable”.
Pedro Lylyk, neurocirujano director general de la Clínica La Sagrada Familia.
En el mundo 15 millones de personas sufren un evento vascular cerebral al año en todo el mundo.
En Argentina se produce un accidente cerebrovascular cada nueve minutos, es decir 126.000 casos. Esto se traduce en que mueren 18.000 personas por año por esta causa.
Para evitarlo, lo más importante es disminuir los factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, determinadas arritmias cardíacas, el sedentarismo y hacer las consultas al médico.
Estadísticas que preocupan
La Clínica La Sagrada Familia, con el apoyo de la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista (Feneri), recientemente publicó una encuesta que mide el grado de conocimiento de los factores de riesgo y señales de alerta de los ataques cerebrales.
El estudio arrojó datos preocupantes, ya que más del 25% de los encuestados dijeron que no adoptarían una actitud de urgencia al reconocer una señal de alerta de ACV.
Por otra parte, el 22% de los encuestados consideró que si una persona sufre un ACV y recibe tratamiento puede no recuperarse plenamente. “Si una persona sufre un ACV y recibe atención inmediata, su pronóstico será favorable.
La clave reside en actuar con celeridad: identificar las señales de alerta y concurrir al servicio de salud más cercano, que cuente con más tecnología”, recomendó el doctor Pedro Lylyk.
Alguien que sufre un ACV no puede demorar en acercarse a una guardia, pero tampoco la ambulancia puede tardar en llegar, ni los médicos demorar en derivar a los pacientes.
Para esto, es fundamental reconocer los síntomas que son: entumecimiento o debilidad repentina en la cara, los brazos o las piernas; confusión o dificultad repentina para hablar o entender, dificultad repentina para ver, para caminar, mareo o pérdida del equilibrio o la coordinación; dolor de cabeza fuerte.
Con la pandemia y la promulgada frase que recomendó quedarse en casa, muchos controles se retrasaron y complicaron las cosas.
“Mucha gente no consulto, pero también el Covid es un factor de riesgo en los pacientes, aunque no sabemos las estadísticas porque es reciente. De por sí, es pro-coagulante, por lo que muchos de los que cursaban la enfermedad tuvieron ACVs, como así también trombolismo pulmonar”, aseguró Rusell.
En el quirófano del mundo
En los últimos años se avanzó mucho en la incorporación de tecnología y la formación de profesionales.
Pedro Lylyk es conocido internacionalmente por desarrollar técnicas que permiten un abordaje mínimamente invasivo.
Trajo al país las intervenciones por vía de cateterismo para llegar allí donde está el trombo o coágulo y extraerlo o neutralizarlo. Eso lo llevó hace unos días a estar, con todo su equipo, al frente de miles de cirujanos del mundo.
El 20 y 21, en un congreso mundial de neuro-intervencionismo del tratamiento del accidente cerebro vascular y aneurismas cerebrales, salieron vía satélite en vivo a Shangai.
Realizaron doce cirugías en dos noches. Se operaron casos complejos, con algunos de pacientes de Río Negro y Neuquén que ya se recuperan en sus casas.
- 1
- accidente cerebrovascular cada 9 minutos se produce en Argentina, es decir 126.000 casos.
- 2.000.000
- de neuronas por minuto se pierden durante un ataque cerebral, según los resultados de los estudios.
“Había 30 mil neurocirujanos del mundo, conectados en una transmisión en vivo de las cirugías que se hacían en Turquía, Francia y acá, con panelistas de Estados Unidos que explicaban en vivo las técnicas quirúrgicas que se realizaban”, relató Ivan Lylyk.
Los especialistras aseguraron que los tratamientos de los Accidentes Cerebro Vasculares cada año mejoran con la formación de los profesionales y los avances de la tecnología y Argentina ocupa un buen lugar entre los que saben.
“Desde hace 10 años, tratamos 10% más, de nuevos casos por año. O sea en 10 años creció un 100%. No es porque la gente se cuide menos, sino porque por la concientización se tratan antes. Sabemos que deberíamos operar diez veces más de los ACV que operamos y que no llegan a tiempo por el sub diagnóstico, porque no se dan cuenta a tiempo, o los reciben profesionales poco capacitados, por eso hay que seguir trabajando”, sostuvo Ivan Lylyk .
Estar en cada lugar
El doctor neurocirujano Mauricio Russell llegó desde Rosario al Alto Valle en 2003. Hizo cirugía convencional en el Hospital de Neuquén, Cipolletti y Roca, hasta que decidió capacitarse en hemodinamia cerebral, para operar por dentro de las arterias. Con su equipo estuvo operando en varias clínicas de la región.
“Es una técnica mínimamente invasiva, se opera por la arteria Femoral o Radial, sin abrir la cabeza. El doctor Lylyk fue uno de los pioneros y la enseña a los médicos del país”, relató Rusell.
Hace poco, decidió ir a vivir a un lugar más tranquilo, donde no está desarrollada la técnica: Villa La Angostura.
Destacó que se necesita equipamiento y personal idóneo y que está en tratativas para atender a la zona de Los Lagos.
“Es una aldea de montaña. El hospital de Bariloche tiene más complejidad, hay instituciones que están creciendo, pero hay que pensar una red de trabajo. En el Alto Valle, Neuquén, Cipolletti y las grandes ciudades estas cirugías se hacen, pero la misión es llegar a cada lugar, porque trasladar a los pacientes críticos, tiene un costo médico”, dijo el doctor Rusell.
Si el ACV logra ser diagnosticado tempranamente, las opciones que se presentan como tratamientos logran ser efectivas en un alto porcentaje de casos.
Por eso, propone una red con sede en Bariloche para toda la zona de Los Lagos, tenga una atención inmediata para ofrecer el tratamiento a todos, sin importar de que provincia vienen.
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