Ser payaso es algo serio
Julio Manuel Oñate o “Gatito”, habla un artista que honra la herencia familiar en las pistas del circo.
A pesar de que la palabra payaso es usada habitualmente para denostar una actividad o persona, quienes realmente se calzan el traje de payasos aseguran que es un trabajo muy serio y que debe hacerse con mucha responsabilidad.
“El payaso en el mundo del circo es especial porque es como la bandera, la patria potestad, es un trabajo que se tiene que tomar con seriedad, con mucha responsabilidad y con mucho profesionalismo”, confió al respecto Julio Manuel Oñate o “Gatito”.
Y agregó: “Tenés que trabajar con mucho cuidado en cuanto a la familia, a los chicos, porque es para la familia”.
“El payaso es inocencia, el payaso es un niño, es torpe pero inocente, nunca jamás debe ser malintencionado, pícaro o hacer algo con doble sentido, eso queda para los stand up, para los comediantes”.
“Es algo que hay que cuidarse mucho, en Sudamérica hay algo erróneo con el payaso, se ven muchos payasos que son pícaros o hacen cosas de doble sentido y eso está mal”.
Lo cierto es que los payasos no sólo tienen la obligación de hacer una buena rutina también tienen que estar preparados para sostener la escena ante cualquier imprevisto que pueda surgir.
“El payaso no sólo tiene que hacer su rutina, el payaso tiene que estar preparado por si se corta la luz, por si se corta la música, tenés que estar preparado con otras rutinas para entretener al público mientras pueden arreglar el problema técnico”, destacó Julio Manuel Oñate quien pertenece a la quinta generación de artistas circenses dentro de su familia.
Pero además señaló que en tiempos de crisis la función del payaso y de los artistas en general es trabajar en pos del público: “Ahora es el momento, con una problemática social y política tan jodida, ahora es cuando la gente paga para venir al circo”.
“Y ahí está la responsabilidad, porque a toda esta gente que tiene toda la problemática de la inflación, el riesgo país, el dólar, el cambio de gobierno, en esas dos horas vos lo tenés que llevar al mundo fantástico del circo, hacerlos reír, hacerlos olvidar sus penas, sus problemas y ahí es cuando te consagras como payaso”.
A pesar de que la palabra payaso es usada habitualmente para denostar una actividad o persona, quienes realmente se calzan el traje de payasos aseguran que es un trabajo muy serio y que debe hacerse con mucha responsabilidad.
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