Messi, genio y figura de una noche única para la Selección Argentina
La Selección le ganó a Bolivia por 3-0 con el crack en estado de gracia: marcó los tres goles e hizo delirar a 20 mil hinchas que volvieron a la cancha, luego de un año y medio de ausencia.
¿Tanto hubo que esperar para vivir todo esto? Si es por la felicidad trasmitida entre una selección y su gente en una fría noche de septiembre que quedará en la historia, valieron la pena los 28 años de penurias, lamentos, renuncias y resurrecciones.
Fue la noche de la redención, el momento perfecto que el fútbol argentino espero por casi tres décadas. El Monumental con público por primera vez en un año y medio, le brindó su tributo a los campeones de América y el aliento de la gente, con el dale campeón inflando el pecho, fue la música funcional de una comunión que terminó de sellarse para siempre con este grupo de jugadores.
Cuando Lionel Messi pisó el campo para el calentamiento previo al encuentro con Bolivia, en su rostro había un evidente mueca de satisfacción. Cuando terminó, y luego de los tres goles de su factoría con los que Argentina venció a Bolivia, el genio lloró pero esta vez de felicidad. Un día, Messi fue completamente feliz vistiendo la Albiceleste luego de un partido jugado en su país.
TE AMO, LIONEL ANDRÉS MESSI. pic.twitter.com/4rkMpAEXBl
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Es una mezcla de alivio y complacencia para alguien que llegó a decir alguna vez que la selección no era para él. Ahora volvió como campeón, cuando ya se creía que esa era una palabra prohibida en su difícil camino junto a la selección.
Hasta Lionel Scaloni tuvo su bautismo popular, al escuchar por primera vez retumbar su nombre en el estadio, y Angelito Di María, el héroe del Maracaná, levantó su mano con gratitud ante el reconocimiento de la gente, que no es más que una reparación genuina hacia un jugador que siempre quiso estar, sin importar los momentos y las urgencias.
Todo lo bueno que Argentina imaginó que podía suceder en este momento de gracia, comenzó a materializarlo de entrada.
El dominio territorial y de balón se trasladó al marcador cuando a los 13’ Leandro Paredes recuperó una pelota en el medio, cedió para Messi, quien luego de meterle un caño excelso a Luis Haquín en la medialuna, abrió el pie zurdo y la colgó al ángulo ante la resignada mirada de Lampe.
Hace lo que se te cante, Messi. pic.twitter.com/Wnulsdb5kw
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El Fideo Di María, ovacionado por la gente en cada apilada, asistió de manera notable a Lautaro Martínez promediando la etapa pero el Toro estaba apenas adelantado y el gol fue anulado.
Poco después el delantero falló por centímetros una asistencia de Messi, y antes del final de la etapa el capitán casi marca el segundo tras una jugada con Di María que era para cerrar el estadio.
#ARG 🇦🇷 1-0 🇧🇴 #BOL | 39’ | Casi lo grita @giraltpablo, casi lo gritamos todos. Gran contra de Argentina, definición de Lautaro y la pelota que se va afuera besando el palo.
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Ni la fina garúa que comenzó a caer sobre el Monumental apagó la intensidad con que la selección encaró el complemento, que mereció algo más por lo hecho en la primera mitad.
Sin embargo, tuvo que esperar hasta los 18’ para volver a gritar, y lo hizo otra vez a través del inmenso Messi. Cesión del Huevo Acuña, doble pared con Lautaro en el área y definición certera con la derecha para dejar en claro que los genios no tienen lógica ni perfiles.
¡GOL DE ARGENTINA! Leo Messi nuevamente convierte el 2-0 ante Bolivia, por #EliminatoriasEnTyCSports pic.twitter.com/TbL55TZtsq
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En el Monumental se vivía una de esas noches únicas, irrepetibles, donde cada cosa estaba en su lugar en tiempo y espacio. El hincha por primera vez volvía a un estadio en un año y medio atravesado por la pandemia, Messi y compañía hacían su estreno como flamantes campeones de América y como si todo fuera poco, antes del final del encuentro, Messi aprovechó un rebote de Lampe ante un disparo de Paredes para el 3-0.
Así fue el tercer gol de Leo 🤩🤩🤩 pic.twitter.com/ubTrLBxU9b
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En el final, y con los hinchas extasiados de felicidad, Messi habló por tevé y las lágrimas no pudieron esconderse tras el barbijo. No era para menos. La de anoche fue la culminación de una larga lucha del mejor del mundo con la camiseta que más ama.
Leo tuvo su título en el mítico Maracaná, rompió con el hechizo de 28 años sin alegrías pero en el Monumental tuvo el mejor de los regalos: la ovación de su gente, que gritó y celebró por su héroe, ahora sí campeón al fin.
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