Independiente de Neuquén perdió con Bolívar en la final por el ascenso al Federal A
El Rojo cayó 3 a 0 en Carmen de Patagones, con un polémico arbitraje. Mauricio Villa se fue expulsado por protestar cuando iban 0 a 0 y el partido se desvirtuó.
En un partido caliente y con arbitraje polémico, Independiente de Neuquén perdió 3 a 0 con Bolívar en una de las finales del ascenso en el Regional Amateur y frustró su chance de volver al Federal A.
Opinión: El Rojo neuquino y cómo no sentirse así
Mucho se habló en la previa del peso del equipo rival, fundado y apoyado por Marcelo Tinelli. Los numerosos antecedentes de equipos beneficiados en el fútbol del ascenso hacían que se espere lo peor en la previa.
Sin ser un arbitraje exageradamente perjudicial, sí fue determinante en la acción clave del partido que sacó al Rojo del encuentro y lo llevó a un precipicio de bronca y dolor.
Independiente empezó el duelo más enchufado que su rival. Concentrado y enfocado, el Rojo dominó en el arranque ante un Bolívar deslucido.
A los tres minutos, Alan Vivanco probó desde afuera del área y el arquero, Ramiro Biscardi, la contuvo sin problemas.
En una tarde calurosa y ventosa, el clima incidió y ninguno de los dos pudo usar ese factor a favor.
Con el correr del partido, los Celestes se acomodaron y emparejaron el desarrollo. Los de Guillermo Doglioli tuvieron menos la pelota de ahí en adelante y apostaron por contraatacar.
Ceferino Arregui fue clave al atajar un cabezazo que terminaba en gol en el rebote pero fue anulado por offside.
A los 22’, Alan Sack, el mejor del conjunto neuquino, combinó con Pablo Firpo y el ex Centenario tocó al medio con Mauricio Villa que por poco no pudo conectar.
Algunos fallos en jugadas divididas empezaron a generar fastidio en los futbolistas de Independiente y el árbitro, Pablo Núñez, amonestó en el primer tiempo a Facundo Dehais, Julán Sánchez, Martín Ramos y Ceferino Arregui por protestar.
El Rojo volvió a arrancar bien en el complemento. Recuperó el dominio territorial hasta los 8 minutos cuando se dio la acción que determinó el destino de la final.
Alan Vivanco pateó de media distancia y todo Independiente protestó mano del defensor Sebastián Álvarez (la pelota pareció impactarle en el pecho).
Villa protestó, el juez lo amonestó e inmediatamente le sacó la segunda amarilla por no cortar con el reclamo.
Tengo sensaciones encontradas, estoy triste, con impotencia. No le dije nada al árbitro, no lo puteé ni le falté el respeto
Mauricio Villa contó cómo fue la jugada de la expulsión.
La roja desarmó el partido ante un Independiente que se sintió perjudicado y le costó volver a entrar en el juego.
Alfredo Troncoso abrió el marcador a los 18′ entrando por el segundo palo en un córner. A pesar del hombre menos, el Rojo fue a buscarlo con actitud pero no pudo crear peligro.
Bolívar lo liquidó con dos goles de contraataque (Ramiro Peters y de nuevo Troncoso) y el encuentro no terminó por algunos incidentes que se iniciaron fuera del campo de juego.
La delegación neuquina reaccionó ante una provocación de un dirigente rival y los jugadores siguieron protestándole al árbitro. Un final triste para un equipo que realizó una gran campaña y se quedó en las puertas del ascenso.
El Rojo repitió el equipo que venía de eliminar a Jorge Newbery en Centenario. Salió con: Ceferino Arregui; Ezequiel Carmona, Facundo Dehais, Julio Sánchez y Lautaro Guevara; Pablo Firpo, Martín Ramos y Alan Vivanco; Santiago Carrasco, Mauricio Villa y Alan Sack.
Bolívar formó con: Ramiro Biscardi; Cristian Piarrou, Sebastián Alvarez, Facundo Talin y Juan P. Lemos; Santiago Izaguirre, Gastón Borda, Elías Gutiérrez, Diego Ramírez; Alfredo Troncoso y Ramiro Peters.
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