Secuestraron un cartel mapuche cercano al predio donde atacaron vehículos en Neuquén

La destrucción de dos vehículos cero kilómetro en un predio de Neuquén despertó las sospechas sobre si fue intencional y quienes fueron los responsables.

El fiscal Pablo Vignaroli, jefe de Actuación Genérica, y la fiscal Valeria Panozzo se hicieron cargo de la investigación alrededor de las 14 y secuestraron en el predio lindante al lugar del siniestro una mochila que contenía un afiche que reivindica la lucha mapuche y que exigía la liberación del líder del RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), Facundo Jones Huala.

También se halló un cartel de cartón con la leyenda: “A todas las celdas del wallmapu llegue este kutral… llegue a tu celda Facundo Jones Huala!! Wallmapu libre. Libertad. Autonomía. Territorio. Por la aparición de todxs.” Además, se investigan las cámaras de seguridad cercanas, ya que el sector no posee, y se recolectaron huellas digitales.

El sector donde se hallaron los elementos secuestrados pertenece a la empresa Petroeste, propietaria de varias estaciones de servicio de Neuquén, que por lo general alberga camiones cisternas de YPF. Si embargo, la investigación comenzó por el ataque a dos rodados anoche, después de las 22, en la calle Luis Beltrán al 3553, donde la concesionaria Kumenia deposita sus vehículos.

Los rodados afectados fueron una Duster Oroch, a la que le arrojaron diluyente de pintura causando la destrucción total, y un Renault Logan con daños parciales por fuego. Los bomberos lograron apagar las llamas antes de que la combustión se expandiera hacia otros vehículos que estaban estacionados en el lugar.

Extraoficialmente, una fuente vinculada a la causa difundió la teoría de que el hecho fue un ataque de un grupo mapuche. La otra sospecha que deslizaron desde el gobierno es que fue una venganza de empleados despedidos.

Santiago Velardez, del área de Recursos Humanos de Kumenia, desmintió totalmente esta última versión y aseguró que todas las desafecciones de personal recientes se han producido en buenos términos, sin generar problemas con los empleados. Negó a su vez que otras instalaciones hayan sufrido daños en las últimas horas, tal como trascendió en medios nacionales.

Por el momento la investigación se mantendrá en la órbita provincial como un hecho de daños y, de hallarse algún indicio sobre un acto terrorista, pasará a ser materia de la justicia federal.

Vignaroli aclaró que aún no hay elementos firmes para vincular el ataque a ninguna persona y ni agrupación, de esta manera negó que en principio sea un atentado. Por ese motivo puso paños fríos a la situación.