Se viene el Lollapalooza del metal en Vista Alegre

Todo está listo para una nueva edición del encuentro metalero este sábado, cuando las bandas del heavy se luzcan sobre el escenario y las que no tocan pero estarán entre el público, se reencuentren en la cita del Charly Fest.

Más allá del sonido y la distorsión como parte del show, el Charly Fest se transformó en un encuentro de los grupos metaleros y sus familias, que viajan con la banda o acompañan el momento artístico. Si se da la oportunidad y no hay viento, después de la medianoche, las y los músicos hacen “fogón” en el predio.

Desde Viedma llegará la banda con los sones del folck metal y desde la cordillera los mapuches metaleros “Awcan” darán rienda suelta a su metal bilingüe.

El escenario negro y calavera se abre los dos días a las 16 y el cierre estará reservado en esta octava edición para Serpentor, que viene viajando desde Morón para presentarse en el segundo día de recital en Costa de Reyes.

Hace un año que comenzaron los preparativos para reeditar el encuentro metalero.

La estadística indica que un total de 52 bandas pasaron por las 7 ediciones anteriores del Charly Fest.

“Nunca se repitió alguna, con excepción de nosotros, los organizadores, algún beneficio tenemos que tener”, explicó entre risas Charly Mikeska, líder de Wisconsi y motor de la organización del evento.

Lo que arrancó como una zapada de metal duro que cerraba cada cumpleaños en casa de Charly, devino en un festival autogestionado, con un escenario, sonido, la reserva de espacio en un lugar donde se pueda acampar, sanitarios, contratación de seguros, ambulancia y las normas mínimas para un encuentro de unas 2.000 almas que llegan y se van en los dos días de espectáculo.

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Para la selección de los grupos, cada banda remitió material grabado. “Habla un poco de la seriedad o continuidad del grupo, el material siempre nos sirve para la promoción en las radios los días previos”, explicó Charly.

Para no quedar mal con un público que es exigente, se les exige una “trayectoria comprobada” de al menos 5 años.

Vienen por sus propios medios y en el festival se los atiende con la mejor predisposición y la comida. “Hay muy buenas cosas y se busca que los géneros sean de lo más variado posible dentro del metal y el rock pesado: los de folck metal tocan con violines y acordeones; desde Junín de los Andes los Awcan hacen temas bilingües y otros cantados todos en mapuce; suenan buenas cosas porque la idea es que el público no escuche 10 horas el mismo tipo de música”, explicó.

La oferta para esta edición incluye power metal, dead metal, trash metal, heavy metal y hard rock variado

El lugar elegido fue el campo tradicionalista “Sixto Oses” en Costa de Reyes, Vista Alegre.

“Tenemos amigos que vienen desde Buenos Aires, por ejemplo desde Mariano Moreno vienen siempre con una carpa, se bajan en la ruta 7 -en el ingreso de Vista Alegre sur- y llegan hasta el predio con todas sus cosas”, ejemplificó.

“Lo que uno siente por dentro es pura emosión. Es el esfuerzo compartido no solo de los que trabajaron todo el año para que esto salga de lo mejor, sino que se siente el abrazo del publico y la mejor desde arriba del escenario. La satisfacción es que la gente siempre se va con una sonrisa, contento, con ganas de volver otro año”.