Se desbordó «La Pera» en Allen
Más 50.000 personas colapsaron el predio de la fiesta el domingo y obligan ahora a la organización a corregir falencias para la próxima edición. Semejante número hizo que el lugar quedara chico y el sistema de transporte fuera un caos. El único ingreso y el estacionamiento fueron otros puntos críticos.
La Fiesta Nacional de la Pera tuvo el domingo un cierre histórico. Más de 50 mil personas disfrutaron de los shows, propuestas gastronómicas y variados stand, según el cálculo de los organizadores. Pero semejante número hizo que el predio quedara chico y el sistema de transporte colapsara. Hubo esperas de entre una y dos horas para quienes utilizaron el servicio.
La imagen de la multitud apretujada que llegó desde toda la región para disfrutar con el show de Los Palmeras, dejó en evidencia que la comisión organizadora deberá mejorar aspectos para la próxima edición.
El problema más grave fue el del transporte de colectivos. La empresa Ko-Ko ofreció frecuencias desde el centro de Allen hasta el predio.
Quienes vinieron desde Neuquén, Cipolletti y Roca debieron tomar un segundo colectivo para llegar. La situación se complicó el primer día porque quienes se retiraron luego de la 1 tuvieron que esperar hasta las 4.30 para tomar un colectivo y volver a sus ciudades de origen.
“Todavía no pasa un colectivo para volver a Neuquén. Estamos esperando hace dos horas. ¿Qué hacemos las familias que vinimos con chicos?”, expresó indignada Mariana a este medio. Junto a su esposo y su hija de 12 años se retiraban de la fiesta.
La empresa ofreció el segundo y el último día recorridos directos desde Neuquén, Cipolletti y Roca al predio, para subsanar el problema. Sin embargo, la cantidad de colectivos no fue suficiente para la demanda de asistentes.
El domingo el sistema colapso y los asistentes tuvieron que esperar más de una hora para llegar con el colectivo. El regreso fue más complejo. La demora rozó las dos horas. Hubo que esperar hasta que cada unidad se llenara.
Una situación de maltrato sufrió Río Negro. Un miembro de la seguridad de Camioneros le dificultó el acceso, a pesar de que el periodista estaba acreditado y mostró su credencial.
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